Irene Escolar es, de momento, la última representante de una estirpe de actores que desde el siglo XIX ha estado presente en los escenarios de nuestro teatro de forma ininterrumpida. Durante todo este tiempo, la familia ha gozado del prestigio, el cariño y el reconocimiento unánime por parte del público, de la crítica y de sus compañeros de profesión.
El primer actor de la dinastía del que se tiene noticia, Pascual Alba,
dio sus primeros pasos en los escenarios de Valencia y a finales del
siglo XIX se trasladó con su familia a Madrid. Actor, autor y, de cierta
manera, empresario, transmitió su pasión por el teatro a dos de sus
hijas, Leocadia e Irene, quienes coincidirán en los escenarios en varias ocasiones, como en el estreno en el teatro Apolo de la zarzuela La verbena de la Paloma en 1894.
Leocadia Alba
será la primera que acompañe a don Pascual en las tablas: tiple en sus
comienzos, pasó a característica con gran éxito. El teatro Lara fue
escenario de su vida profesional durante más de treinta años. Tras su
retiro a finales de 1932, solo volverá a la interpretación para
participar en la película El genio alegre en 1936, cuyo rodaje
se tuvo que aplazar durante tres años hasta que terminó la guerra. Más
tarde, y afectada por una progresiva ceguera, se aislaría en su casa de
la calle de la Salud, donde viviría sus últimos años con la perenne
compañía de la radio, a través de la cual pudo escuchar una y otra vez
las obras que tantas veces había representado en las tablas.
Irene Alba, al igual
que su hermana, comenzó en el género lírico, pero pronto pasó a ser una
reconocida actriz de comedia con innumerables triunfos. Se casó con Manuel Caba,
también actor; en 1896, y ambos pasarán sus primeros años de matrimonio
en Argentina al amparo del padre de Manuel. Con el tiempo dos de sus
hijas se convertirán en actrices capitales en la historia de la
interpretación en España, tanto del cine como del teatro: Irene y Julia Caba Alba, dos damas de la escena.
Por su parte, Irene Caba Alba se casó en 1926 con el también intérprete Emilio Gutiérrez, y de este matrimonio nacieron tres hijos actores: Irene, Julia y Emilio Gutiérrez Caba.
La vocación de Irene pronto la llevó a las tablas, donde coincidió con
sus padres cuando tan solo contaba con 16 años. Julia y Emilio no tienen
la vocación tan clara, y Julia comenzará dibujando figurines, mientras
que Emilio empezó a trabajar en un laboratorio de cine. Finalmente se
decantarán por el oficio familiar y su dedicación se mantendrá hasta el
día de hoy.
José Luis Escolar,
hijo de Irene Gutiérrez Caba y Gregorio Alonso (nombre artístico de
Gregorio Escolar), no siguió los pasos de sus padres y se dedicó a la
producción cinematográfica, pero quien sí mantiene la tradición familiar
es su hija, Irene Escolar.
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