Charles Lutwidge Dodgson (Daresbury, Cheshire, Reino Unido, 27 de enero de 1832-Guildford, Surrey, Reino Unido, 14 de enero de 1898), más conocido por su seudónimo Lewis Carroll, fue un diácono anglicano, lógico, matemático, fotógrafo y escritor británico. Sus obras más conocidas son Alicia en el país de las maravillas y su continuación, Alicia a través del espejo
Biografía
Familia, infancia y estudios
Los antepasados de Dodgson procedían principalmente del norte de Inglaterra, con algunas conexiones irlandesas. Conservadores y miembros de la High Church anglicana,
la mayoría de ellos se dedicaron a las dos profesiones características
de la clase media-alta inglesa: el ejército y la Iglesia. Su bisabuelo,
llamado también Charles Dodgson, su abuelo, otro Charles, fue capitán
del ejército y murió en batalla en 1803, cuando sus dos hijos eran
todavía muy pequeños.
El mayor de ellos —también llamado Charles— escogió la carrera eclesiástica. Estudió en Westminster School y más tarde en Christ Church, Oxford.
Con grandes dotes para las matemáticas, obtuvo una doble titulación que
prometía ser el comienzo de una brillante carrera académica. No
obstante, el futuro padre de Lewis Carroll prefirió, tras casarse en
1827 con su prima, convertirse en párroco rural.
Su hijo Charles nació en la pequeña parroquia de Dareso, en Cheshire.
Fue el tercero de los hijos del matrimonio Dodgson, y el primer varón.
Después seguirían ocho hijos más y, lo que resulta más insólito para la
época, todos ellos —siete chicas y cuatro chicos— sobrevivirían hasta la
edad adulta. Cuando Charles tenía once años, su padre fue nombrado
párroco de la localidad de Croft-on-Tees, en North Yorkshire, y toda la familia se trasladó a la espaciosa rectoría que sería la morada familiar durante los siguientes 25 años.
Dodgson padre fue haciendo progresos en el escalafón eclesiástico: publicó varios sermones, tradujo a Tertuliano, se convirtió en archidiácono de la catedral de Ripon y tomó parte activa en las apasionadas discusiones que por entonces dividían a la Iglesia de Inglaterra. Era partidario de la High Church y favorable al anglo-catolicismo; admiraba a John Henry Newman y al movimiento tractariano, e hizo lo que pudo para transmitir a sus hijos sus puntos de vista.
El joven Charles inició su educación en su propia casa. Las listas de
sus lecturas conservadas por la familia, atestiguan su precocidad
intelectual: a los siete años leyó The Pilgrim’s Progress de John Bunyan. Se ha dicho que sufrió un trauma infantil
cuando se le obligó a contrarrestar su tendencia natural a ser zurdo;
no hay, sin embargo, ninguna evidencia de que haya sido así. Sí sufrió
de un tartamudeo que tendría efectos perjudiciales en sus relaciones sociales durante toda su vida. También padeció sordera en el oído derecho a consecuencia de una enfermedad. A los doce años fue enviado a una escuela privada en las afueras de Richmond, donde parece que se integró bien, y en 1845, fue trasladado a Rugby School, donde fue evidentemente un tanto infeliz, según él mismo escribió algunos años después de abandonar el lugar:
Creo ... que por nada en este mundo volvería de nuevo a vivir los tres años que pasé allí ... Puedo decir, honestamente, que si hubiese estado ... a salvo de la molestia nocturna, la dureza de la vida diurna se me hubiera hecho, en comparación, muchísimo más soportable.
La naturaleza de esta «molestia nocturna» nunca será, quizá,
correctamente interpretada. Puede ser una forma delicada de hacer
referencia a algún tipo de abuso sexual. Académicamente, sin embargo,
Charles se las arregló bastante bien. Su profesor de matemáticas, R. B.
Mayor, dijo de él: «No he conocido a un chico más prometedor desde que
estoy en Rugby».
Abandonó Rugby a finales de 1850 y en enero de 1851 se trasladó a la Universidad de Oxford, donde ingresó en el antiguo college de su padre, Christ Church.
Llevaba sólo dos días en Oxford cuando tuvo que regresar a su casa
porque su madre había muerto de «inflamación del cerebro» (posiblemente meningitis) a los cuarenta y siete años de edad.
Cualesquiera que hayan sido los sentimientos que la muerte de su
madre le produjo a Dodgson, no permitió que le apartaran del objetivo
que le había llevado a Oxford. Tal vez no siempre trabajó duro, pero
estaba excepcionalmente dotado y obtuvo con facilidad resultados
excelentes. Su temprana carrera académica osciló entre sus éxitos, que
prometían una carrera explosiva, y su tendencia irresistible a la
distracción. A causa de su pereza, perdió una importante beca, pero, aun
así, su brillantez como matemático le hizo ganar, en 1857, un puesto de
profesor de matemáticas en Christ Church que desempeñaría durante los
26 años siguientes (aunque no parece haber disfrutado especialmente de
su actividad). Cuatro años después fue ordenado diácono.
En Oxford se le diagnosticó epilepsia,
lo cual por entonces constituía un estigma social considerable. Sin
embargo, recientemente John R. Hughes, director de la Universidad de
Illinois (Chicago), ha sugerido que pudo haber habido un error de
diagnóstico
Carroll y la fotografía
Dodgson alcanzó pronto la excelencia en este arte, que convirtió en
expresión de su personal filosofía interior: la creencia en la divinidad
de lo que él llamaba belleza, que para él significaba un estado de
perfección moral, estética o física. A través de la fotografía, Carroll
trató de combinar los ideales de libertad y belleza con la inocencia
edénica, donde el cuerpo humano y el contacto humano podían ser
disfrutados sin sentimiento de culpa. En su mediana edad, esta visión se
transformó en la persecución de la belleza como un estado de gracia, un
medio para recuperar la inocencia perdida. Esto, junto con su pasión
por el teatro, que le acompañó durante toda su vida, habría de traerle
problemas con la moral victoriana,
e incluso con los principios anglicanos de su propia familia. Como
anota su principal biógrafo, Morton Cohen: «Rechazó rotundamente el
principio calvinista del pecado original y lo sustituyó por la noción de
divinidad innata».
La obra definitiva acerca de su actividad como fotógrafo (Lewis Carroll, Photographer,
de Roger Taylor (2002)), documenta exhaustivamente cada una de las
fotografías de Lewis Carroll que se han conservado. Taylor calcula que
algo más de la mitad de su obra conservada está dedicada a retratar a
niñas. Sin embargo, debe ser tenido en cuenta que menos de un tercio de
la totalidad de su obra se ha conservado. La niña que más veces le
sirvió de modelo fue Alexandra Kitchin
(«Xie»), hija del decano de la catedral de Winchester, a la que
fotografió unas cincuenta veces desde que tenía 4 años hasta que cumplió
16. En 1880 intentó fotografiarla en traje de baño, pero no se le
permitió. Se supone que Dodgson destruyó o devolvió las fotografías de
desnudos a las familias de las niñas que fotografiaba. Se creía que se
habían perdido, pero se han encontrado seis desnudos, de los cuales
cuatro han sido publicados y dos se conocen apenas. Las fotografías y
esbozos de desnudos que Dodgson realizaba alentaron la suposición de que
tenía tendencias pedófilas, aunque dicha especulación ha sido desafiada por varios académicos que
argumentan que Carroll debe ser comprendido en contexto y, entre otras
cosas, que en el espacio y tiempo de la cultura victoriana, la aparición
de niñas desnudas era visto como algo totalmente normal porque
equivalía a un símbolo de inocencia, (apareciendo escenas similares
incluso en postales de Navidad).
También se ha argumentado que ha habido inconsistencias y
manipulaciones posteriores en las biografías, lo cual contribuyó a la
especulación de lo que se ha denominado "el mito de Carroll".
La fotografía le fue también útil como entrada en círculos sociales
elevados. Cuando logró tener un estudio propio, hizo notables retratos
de personajes relevantes, como John Everett Millais, Ellen Terry, Dante Gabriel Rossetti, Julia Margaret Cameron y Alfred Tennyson. Cultivó también el paisaje y el estudio anatómico.
Dodgson abandonó repentinamente la fotografía en 1880.
Después de 24 años, dominaba completamente el medio, disponía de su
propio estudio en el barrio de Tom Quad, y había creado unas 3000
imágenes. Menos de 1.000 han sobrevivido al tiempo y a la destrucción
intencionada. Dodgson registraba cuidadosamente las circunstancias que
rodeaban la creación de cada una de sus fotografías, pero su registro
fue destruido.
Su obra fue reconocida póstumamente, junto a la de Julia Margaret
Cameron, gracias a su reivindicación por parte de los fotógrafos del pictorialismo, así como al apoyo del Círculo de Bloomsbury, en el que se hallaba Virginia Woolf.
En la actualidad, es considerado uno de los fotógrafos victorianos más
importantes, y, con seguridad, el más influyente en la fotografía
artística contemporánea.
Carrera literaria
Dodgson escribió poesía y cuentos que envió a varias revistas y que
le reportaron un éxito discreto. Entre 1854 y 1856 su obra apareció en
las publicaciones de ámbito nacional The Comic Times y The Train, así como en revistas de menor difusión, como la Whitby Gazette y el Oxford Critic.
La mayor parte de estos escritos de Dodgson son humorísticos, y en
ocasiones satíricos. Pero tenía un alto nivel de autoexigencia. En julio
de 1855 escribió: «No creo haber escrito todavía nada digno de una
verdadera publicación (en lo que no incluyó a la Whitby Gazette o al Oxonian Advertiser), pero no desespero de hacerlo algún día». Años antes de Alicia en el país de las maravillas,
ya buscaba ideas de cuentos para niños que pudieran proporcionarle
dinero: «Un libro de Navidad [que podría] venderse bien... Instrucciones
prácticas para construir marionetas y un teatro».
En 1856 publicó su primera obra con el seudónimo que le haría famoso:
un predecible poemilla romántico, «Solitude», que apareció en The Train
firmado por Lewis Carroll. El sobrenombre lo creó a partir de la
latinización de su nombre y el apellido de su madre, Charles Lutwidge.
Lutwidge fue latinizado como Ludovicus, y Charles como Carolus. El
resultante, Ludovicus Carolus, regresó otra vez al idioma inglés como
Lewis Carroll.
También en 1856, un nuevo decano, Henry Liddell,
llegó a Christ Church, trayendo con él a su joven esposa y a sus hijas,
que tendrían un importante papel en la vida de Dodgson. Éste entabló
una gran amistad con la madre y con los niños, especialmente con las
tres hijas, Lorina, Alice y Edith. Parece ser que se convirtió en una
especie de tradición para Dodgson llevar a la niñas de picnic al río, en
Godstow o en Nuneham.
Fue en una de estas excursiones, concretamente, según sus diarios, el 4 de julio de 1862,
cuando Dodgson inventó el argumento de la historia que más tarde
llegaría a ser su primer y más grande éxito comercial. Él y su amigo, el
reverendo Robinson Duckworth, llevaron a las tres hermanas Liddell
(Lorina, de trece años, Alice, de diez, y Edith, de ocho) a pasear en
barca por el Támesis.
Según los relatos del propio Dodgson, de Alice Liddell y de Duckworth,
el autor improvisó la narración, que entusiasmó a las niñas,
especialmente a Alice. Después de la excursión, Alice le pidió que
escribiese la historia. Dodgson pasó una noche componiendo el
manuscrito, y se lo regaló a Alice Liddell en las Navidades siguientes.
El manuscrito se titulaba Las aventuras subterráneas de Alicia (Alice's Adventures Under Ground), y estaba ilustrado con dibujos del propio autor. Se especula que la heroína de la obra está basada en Alice Liddell, pero Dodgson negó que el personaje estuviera basado en persona real alguna.
Tres años más tarde, Dodgson, movido por el gran interés que el
manuscrito había despertado entre todos sus lectores, llevó el libro,
convenientemente revisado, al editor Macmillan, a quien le gustó de
inmediato. Tras barajar los títulos de Alicia entre las hadas y La hora dorada de Alicia, la obra se publicó finalmente en 1865 como Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas (Alice's Adventures in Wonderland), y firmada por Lewis Carroll. Las ilustraciones de esta primera edición fueron obra de sir John Tenniel.
El éxito del libro llevó a su autor a escribir y publicar una segunda parte, Alicia a través del espejo (Through the Looking-Glass and what Alice Found There).
Posteriormente, Carroll publicó su gran poema paródico La caza del Snark (The Hunting of the Snark), en 1876; y los dos volúmenes de su última obra, Silvia y Bruno, en 1889 y 1893, respectivamente.
También publicó con su verdadero nombre muchos artículos y libros de tema matemático. Destacan El juego de la lógica y Euclides y sus rivales modernos además de An Elementary Theory of Determinants escrito en 1867. En este último da las condiciones por las cuales un sistema de ecuaciones tiene soluciones no triviales.
Carroll y las matemáticas
Aunque la mayor parte de su atención la dedicó Carroll a la geometría, escribió también sobre numerosos otros temas matemáticos: de la cuadratura del círculo, del cifrado de mensajes (llegando a inventar algunos métodos), de álgebra, de aritmética electoral y votaciones, así como sobre lógica.
En los últimos años de su vida no solo prestó atención a las matemáticas recreativas (con juegos de cálculo como los diez nudos de su libro Un cuento enmarañado) o al estudio de las paradojas (analizó la paradoja de Aquiles y la tortuga
y elaboró una propia, la de la barbería), sino que también se dedicó a
la búsqueda de formas de exposición sistemática de, por ejemplo, la teoría del silogismo. Por lo demás, elaboró cuadros, fichas y diagramas del tipo de los de Venn e introdujo árboles lógicos.7
Especulaciones e incógnitas
Consumo de estupefacientes
Ha habido multitud de especulaciones sobre la posibilidad de que Dodgson hiciera uso de drogas psicoactivas,
aunque no existe prueba alguna que respalde esta teoría. No obstante,
la mayoría de los historiadores consideran probable que el autor
utilizase de vez en cuando láudano, un analgésico de consumo bastante común en la época que lo ayudaría con el dolor de su artritis. Hay que señalar que esta sustancia procede del opio,
y puede producir efectos psicotrópicos si es utilizado en dosis lo
suficientemente grandes. Pese a ello, no existe evidencia alguna que
pueda llevar a pensar que Dodgson abusara de los narcóticos, ni de que
estos tuvieran influencia alguna en su trabajo. Por otro lado, algunos
han creído ver en las alucinaciones que sufre su personaje, Alicia, una
referencia a las sustancias psicodélicas. Por ejemplo, en el caso de la
Amanita Muscaria, que produce macropsia y micropsia, vemos una analogía en las variaciones de tamaño que sufre Alicia al ingerir trozos de seta.
Sacerdocio
Dodgson estaba destinado a terminar como sacerdote, dada su condición
de residente en Christ Church. No obstante, empezaría a rechazar esta
idea, retrasando el momento de convertirse en diácono hasta diciembre de
1861. Cuando un año después, le tocaba dar el siguiente paso para
convertirse en sacerdote, apeló a Liddell para no continuar. Esa actitud
no era compatible con las normas, y el propio Liddell le contó que
probablemente tendría que dejar su trabajo si renunciaba al sacerdocio,
aunque lo consultaría con el órgano de gobierno de la institución, algo
que indudablemente, le hubiera acarreado una expulsión. Por razones
desconocidas, Lidell cambió de opinión y permitió que Dodgson se quedase
y no llegase jamás al sacerdocio.
No existe pista concluyente alguna que permita averiguar por qué
Dodgson evitó convertirse en sacerdote. Algunos han señalado que su
tartamudez pudo influir en la decisión, de manera que hubiera tenido
miedo de dar sermones. No obstante, Dodgson no evitaba hablar en
público, ni tenía problema alguno con actuaciones tales como contar
cuentos, u ofrecer espectáculos de magia. Además, en su última etapa,
llegaría a predicar, pese a no ostentar la condición de sacerdote.
Sospechas de que Lewis Carroll fuese Jack el Destripador
Aunque siempre se le consideró un soñador inofensivo, en 1996 el autor Richard Wallace no vaciló en acusarlo de haber sido el hombre que estaba oculto bajo el alias de Jack el Destripador.
Las pretendidas pruebas que supuestamente lo acusaban eran frases
crípticas contenidas en sus libros diecinueve años antes de la matanza
del otoño de 1888. Según esta interpretación, el ya desequilibrado
escritor dejó allí pistas anticipando los crímenes que planeaba cometer.
Obras
Algunas obras de Lewis Carroll
- Alicia en el país de las maravillas (Alice's Adventures in Wonderland) (1865), publicado en español por Ed. Siruela, ISBN 84-7844-760-1.
- Alicia a través del espejo (Through the Looking-Glass, and What Alice Found There) (1872), publicado en español por Ed. Gaviota, ISBN 84-392-1611-4.
- La caza del Snark (The Hunting of the Snark) (1875), publicado en español por Editorial Mascaró, Barcelona, 1981, ISBN 84-264-2837-1.
- El juego de la lógica (The Game of Logic) (1876), publicado en español por Alianza Editorial, ISBN 84-206-7757-4.
- Un cuento enmarañado (A Tangled Tale) (1885), publicado en español por Nivola libros y ediciones, ISBN 84-95599-33-3.
- Silvia y Bruno (Sylvie and Bruno) (1889), publicado en español por Edhasa, ISBN 978-84-350-4010-5.
- Alicia para los pequeños (The Nursery "Alice") (1890)
- Diario de un viaje a Rusia (The Russian Journal), publicado en español por Nocturna Ediciones, ISBN 978-84-937396-0-7.
- Matemática demente, selección a cargo de Leopoldo María Panero de historias escritas por Carroll relacionadas con problemas matemáticos. Publicado por Ediciones Tusquet, ISBN 978-84-8310-641-9.
Correspondencia
- Niñas. Lumen, 1998, ISBN 978-84-264-2314-6.
- Cartas inéditas a Mabel Amy Burton, Nocturna Ediciones, 2010, ISBN 978-84-937396-4-5.
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