Ernest Miller Hemingway (Oak Park, Illinois, 21 de julio de 1899-Ketchum, Idaho, 2 de julio de 1961) fue un escritor y periodista estadounidense. Uno de los principales novelistas y cuentistas del siglo XX. Su estilo sobrio y minimalista tuvo una gran influencia sobre la ficción del siglo XX,
mientras que su vida de aventuras y su imagen pública dejó huellas en
las generaciones posteriores. Hemingway escribió la mayor parte de su
obra entre mediados de la década de 1920 y mediados de la década de
1950. Ganó el Premio Pulitzer en 1953 por El viejo y el mar y al año siguiente el Premio Nobel de Literatura
por su obra completa. Publicó siete novelas, seis recopilaciones de
cuentos y dos ensayos. Póstumamente se publicaron tres novelas, cuatro
libros de cuentos y tres ensayos. Muchos de estos son considerados
clásicos de la literatura de Estados Unidos.
Hemingway se crio en Oak Park (Illinois). Después de cursar la escuela secundaria trabajó durante unos meses como periodista del Kansas City Star, antes de irse al frente italiano, donde se registró como conductor de ambulancias durante la Primera Guerra Mundial. En 1918, fue gravemente herido y regresó a su casa. Sus experiencias de la guerra sirvieron de base para su novela Adiós a las armas. En 1921 se casó con Hadley Richardson, la primera de sus cuatro esposas. La pareja se mudó a París, donde trabajó como corresponsal extranjero y asimiló la influencia de los escritores y artistas modernistas de la comunidad de expatriados, la «generación perdida» de la década de 1920. La primera novela de Hemingway, Fiesta, fue publicada en 1926.
Tras su divorcio de Hadley Richardson en 1927, Hemingway se casó con
Pauline Pfeiffer. La pareja se divorció después de que Hemingway
regresara de la Guerra Civil Española, donde había sido periodista, y después de que escribiera Por quién doblan las campanas. Con su tercera esposa, Martha Gellhorn, se casó en 1940. Se separaron cuando conoció a Mary Welsh en Londres, durante la Segunda Guerra Mundial. Estuvo presente en el desembarco de Normandía y la liberación de París.
Poco después de la publicación de El viejo y el mar
en 1952, Hemingway se fue de safari a África, donde estuvo a punto de
morir en dos accidentes aéreos sucesivos que lo dejaron con dolores y
problemas de salud gran parte del resto de su vida. Hemingway tuvo
residencia permanente en Cayo Hueso, Florida, en la década de 1930, y en Cuba, en las décadas de 1940 y 1950. En 1959 compró una casa en Ketchum (Idaho), donde se suicidó el 2 de julio de 1961.
Biografía
Primeros años
Ernest Miller Hemingway nació el 21 de julio de 1899, en Oak Park, Illinois, un suburbio de Chicago.
Su padre, Clarence Edmonds Hemingway, era médico y su madre, Grace Hall
Hemingway, era músico. Ambos eran educados y muy respetados en la
comunidad conservadora de Oak Park, una comunidad de la que Frank Lloyd Wright, uno de sus residentes, dijo: «Tantas iglesias para tanta buena gente». Durante algún tiempo tras su matrimonio, Clarence y Grace Hemingway vivieron con el padre de Grace, Ernest Hall, que dio nombre a su primer nieto. Más tarde Ernest Hemingway diría que le desagradaba su nombre, que «asociaba con el héroe ingenuo, incluso absurdo, de La importancia de llamarse Ernesto, la obra de teatro de Oscar Wilde».
La familia se mudó finalmente a una casa de siete habitaciones en un
barrio respetable con un estudio de música para Grace y un consultorio
médico para Clarence.
La madre de Hemingway participó frecuentemente en conciertos en el
pueblo. De adulto, Hemingway dijo odiar a su madre, bien que el biógrafo
Michael S. Reynolds señala que Hemingway era un reflejo de su energía y
entusiasmo.
Su insistencia en que aprendiera a tocar el violonchelo se convirtió en
«fuente de conflictos», pero más tarde admitió que las clases de música
le fueron útiles para su obra, como se evidencia por la estructura de contrapunto de la novela Por quién doblan las campanas. La familia tenía una casa de verano llamada Windemere en Walloon Lake, cerca de Petoskey, Míchigan,
donde su padre le enseñó, siendo un niño de cuatro años, a cazar,
pescar y acampar en los bosques y los lagos del norte de Míchigan. Sus
primeras experiencias en la naturaleza le inculcaron la pasión por la
aventura al aire libre y la vida en zonas remotas o aisladas.
Desde 1913 hasta 1917, Hemingway asistió a la escuela secundaria, Oak
Park and River Forest High School, donde practicó diversos deportes,
como boxeo, atletismo, waterpolo y fútbol americano. Destacó en las
clases de inglés y, durante dos años, actuó en la orquesta de la escuela con su hermana Marcelline
En su penúltimo año cursó una asignatura de periodismo, impartida por
Fannie Biggs, que se organizaba «como si el aula fuera una oficina de
periódico». Los mejores escritores de la clase presentaban sus artículos
al periódico de la escuela, The Trapeze. Tanto Hemingway como Marcelline presentaron sus textos al Trapeze; el primer artículo de Hemingway trataba de una actuación local de la Orquesta Sinfónica de Chicago y fue publicado en enero de 1916. Continuó editando en el Trapeze y en Tabula
(el anuario de la escuela), imitando el lenguaje de los periodistas
deportivos con el seudónimo de Ring Lardner, Jr. —un guiño a Ring Lardner del Chicago Tribune. Como Mark Twain, Stephen Crane, Theodore Dreiser y Sinclair Lewis,
Hemingway fue periodista antes de convertirse en novelista; tras salir
de la escuela secundaria se fue a trabajar como reportero novato para el
periódico Kansas City Star. Aunque solo trabajó allí durante seis meses, el libro de estilo
del «Star» formó la base para su escritura: «Utilice frases cortas.
Utilice primeros párrafos cortos. Use un lenguaje vigoroso. Sea
positivo, no negativo».
Primera Guerra Mundial
A principios de 1918 Hemingway respondió a una campaña de reclutamiento de la Cruz Roja en Kansas City y firmó un contrato para convertirse en un conductor de ambulancias en Italia. Salió de Nueva York en mayo y llegó a París mientras la ciudad estaba bajo el bombardeo de la artillería alemana. En junio estaba en el frente italiano. Probablemente fue en esta época cuando conoció a John Dos Passos, con quien tuvo una relación difícil durante décadas. En su primer día en Milán
fue enviado a la escena de la explosión de una fábrica de municiones
donde los equipos de rescate recuperaron los restos triturados de las
obreras. Describió el incidente en su libro Muerte en la tarde: «Me acuerdo que, después de haber buscado los cuerpos completos, se recogieron los pedazos». Unos días más tarde fue estacionado en Fossalta di Piave.
El 8 de julio fue gravemente herido por fuego de mortero, cuando
acababa de regresar de la cantina para traer chocolate y cigarrillos
para los hombres en el frente.
A pesar de sus heridas, Hemingway logró rescatar un soldado italiano,
lo que le valió la Medalla de Plata al Valor Militar del gobierno
italiano.
Con sólo dieciocho años, Hemingway comentó sobre los hechos: «Cuando
uno se va a la guerra como joven, tiene una gran ilusión de
inmortalidad. Son las otras personas las que mueren, no te ocurre a
ti. ... Entonces, al estar gravemente herido por primera vez, uno pierde
esta ilusión y sabe que le puede pasar a uno mismo».
Sufrió graves heridas de metralla en ambas piernas, fue sometido a una
operación inmediata en un centro de distribución y pasó cinco días en un
hospital de campaña antes de ser trasladado al hospital de la Cruz Roja
en Milán para su recuperación. Pasó seis meses en el hospital, donde conoció a "Chink" Dorman-Smith
con quien forjó una fuerte amistad, que se prolongó durante décadas, y
compartió un cuarto con el futuro embajador estadounidense y escritor Henry Serrano Villard.
Mientras se recuperaba, se enamoró, por primera vez, de Agnes von Kurowsky,
una enfermera de la Cruz Roja, siete años mayor que él. Para cuando fue
dado de alta del hospital y regresó a los Estados Unidos, en enero de
1919, Agnes y Hemingway ya habían decidido casarse en los Estados Unidos
pasados unos meses. Sin embargo, en marzo Agnes le escribió que se
había comprometido con un oficial italiano. El biógrafo Jeffrey Meyers
sostiene que Hemingway fue devastado por el rechazo de Agnes y que en
relaciones futuras siguió un patrón de abandonar a una esposa antes de
que ella pudiera hacerlo.
Toronto y Chicago
Hemingway
volvió a casa a principios de 1919 y pasó por un periodo de adaptación.
Con apenas veinte años de edad, la guerra había creado en él una
madurez que no acordaba bien con una vida en casa sin trabajo y la
necesidad de recuperación.
Como explica Reynolds, «Hemingway no podía realmente decir a sus padres
lo que pensó cuando vio a su rodilla sangrienta. No podía contar lo
asustado que estaba en otro país con cirujanos que no podían explicarle
en inglés si perdería su pierna o no». En septiembre participó en un viaje de campamento y de pesca con amigos de la secundaria, en la península superior de Míchigan. Esta experiencia se convirtió en una fuente de inspiración para su cuento «El río de dos corazones», en la que el personaje semi-autobiográfico Nick Adams viaja en la naturaleza para encontrar la soledad tras regresar de la guerra. Un amigo de la familia le ofreció un puesto en Toronto,
y sin nada más que hacer, aceptó. A finales de ese año comenzó a
trabajar como escritor profesional independiente y corresponsal
extranjero del Toronto Star Weekly donde conoció y trabó amistad con su colega periodista y novelista Morley Callaghan, quien más tarde le presentó a F. Scott Fitzgerald en París, evento que da lugar al infame combate de boxeo entre Hemingway y el canadiense. Regresó a Míchigan el mes de junio siguiente, y luego se trasladó a Chicago en septiembre de 1920 a vivir con amigos, sin dejar de presentar sus artículos al Toronto Star.
En Chicago, trabajó como editor asociado de la revista mensual Cooperative Commonwealth, donde conoció al novelista Sherwood Anderson. Cuando Hadley Richardson,
originaria de St. Louis, llegó a Chicago para visitar a la hermana del
compañero de habitación de Hemingway, se enamoró y más tarde afirmó,
«sabía que ella era la chica con quién iba a casarme». Hadley tenía el cabello rojo, con un «instinto cariñoso», y era ocho años mayor que Hemingway.
A pesar de la diferencia de edad, Hadley, que había crecido con una
madre sobreprotectora, parecía menos madura de lo normal para una joven
de su edad. Bernice Kert, autora de The Hemingway Women
(Las mujeres de Hemingway), afirma que Hadley fue «evocadora» de Agnes,
a pesar de tener un infantilismo que era ausente en Agnes. Los dos se
escribieron durante algunos meses, y decidieron casarse y viajar a
Europa.
Quisieron visitar a Roma, pero Sherwood Anderson les convenció de
visitar París, y escribió cartas de recomendación para la pareja joven. Se casaron el 3 de septiembre de 1921; dos meses después, Hemingway fue contratado como corresponsal en el extranjero del Toronto Star
y la pareja se marchó a París. Sobre el matrimonio de Hemingway y
Hadley, Meyers comenta: «Con Hadley, Hemingway logra todo lo que había
esperado con Agnes: el amor de una hermosa mujer, una renta cómoda, una
vida en Europa».
París
Carlos Baker, el primer biógrafo de Hemingway, cree que, si bien
Anderson sugirió París porque «la tasa de cambio monetario» convirtió la
ciudad en un lugar barato para vivir, de mayor importancia fue que era
el lugar donde vivieron «las personas más interesantes del mundo». En
París Hemingway conoció a escritores como Gertrude Stein, James Joyce y Ezra Pound que «podrían ayudar a un joven escritor por los peldaños de una carrera».
El Hemingway de los primeros años de París era un joven «alto, guapo,
musculoso, de hombros anchos, de ojos marrones, de rosadas mejillas, de
mandíbula cuadrada, de voz suave». Él y Hadley vivían en un pequeño edificio sin ascensor en el 74 rue du Cardinal Lemoine en el Barrio Latino, y trabajó en una habitación alquilada en un edificio cercano. Stein, quien era el bastión del modernismo anglosajón en París, se convirtió en la mentora de Hemingway; lo presentó a los artistas y escritores expatriados del barrio Montparnasse, a quienes se refirió como la «Generación Perdida», un término popularizado por Hemingway con la publicación de Fiesta. Como un habitual del salón de Stein, Hemingway conoció a pintores influyentes como Pablo Picasso, Joan Miró, y Juan Gris.
Con el tiempo se retiró de la influencia de Stein y su relación se
deterioró en una disputa literaria que se extendió por décadas. El poeta estadounidense Ezra Pound conoció a Hemingway por casualidad en 1922, en Shakespeare and Company, la librería de Sylvia Beach. Los dos recorrieron Italia en 1923 y vivían en la misma calle en 1924. Forjaron una gran amistad, y en Hemingway, Pound reconoció y fomentó un talento joven. Pound presentó a Hemingway al escritor irlandés James Joyce, con quien
Hemingway se embarcó con frecuencia en «juergas alcohólicas».
Durante sus primeros veinte meses en París, Hemingway presentó ochenta y ocho artículos al periódico Toronto Star. Cubrió la guerra greco-turca, donde fue testigo de la quema de Smyrna
y escribió artículos de viaje, tales como «Tuna Fishing in Spain» («La
pesca de atún en España») y «Trout Fishing All Across Europe: Spain Has
the Best, Then Germany» («Pesca de la trucha en toda Europa: España
tiene lo mejor, después Alemania»). Hemingway quedó devastado al enterarse de que Hadley había perdido una maleta con sus manuscritos en la estación de París-Lyon mientras viajaba a Ginebra para reunirse con él en diciembre de 1922. El siguiente mes de septiembre, la pareja regresó a Toronto, donde su hijo John Hadley Nicanor nació el 10 de octubre 1923. El primer libro de Hemingway, Tres relatos y diez poemas,
se publicó durante su ausencia. Dos de los relatos que contenía eran
todo lo que quedaba tras la pérdida de la maleta, y el tercero había
sido escrito durante la primavera en Italia. En cuestión de meses se
publicó un segundo volumen, En nuestro tiempo. El pequeño volumen incluía seis viñetas
y una docena de relatos que Hemingway había escrito el verano pasado
durante su primera visita a España, donde descubrió la emoción de la corrida.
Echaba de menos a París, consideró Toronto aburrido, y quería volver a
la vida de un escritor, en lugar de vivir la vida de un periodista.
Hemingway, Hadley y su hijo (apodado Bumby) regresaron a París en
enero de 1924 y se instalaron en un nuevo apartamento en la rue
Notre-Dame-des-Champs. Hemingway ayudó a Ford Madox Ford a editar la revista literaria The Transatlantic Review, en la cual se publicaron las obras de Ezra Pound, John Dos Passos, baronesa Elsa von Freytag-Loringhoven, y Gertrude Stein, así como algunos de los primeros relatos de Hemingway, como «Campamento indio» («Indian Camp»). Cuando en nuestro tiempo se publicó en 1925, la sobrecubierta llevaba comentarios de Ford. «Campamento indio» recibió grandes elogios; Ford lo consideró como una importante primera obra de un escritor joven, y los críticos en los Estados Unidos elogiaron Hemingway por revitalizar el género del cuento con su estilo fresco y el uso de oraciones declarativas. Seis meses antes, Hemingway conoció a F. Scott Fitzgerald, y ambos desarrollaron una amistad de «admiración y hostilidad» mutua. Fitzgerald había publicado El gran Gatsby el mismo año: Hemingway lo leyó, le gustó y decidió que su siguiente trabajo tenía que ser una novela.
En 1923, junto con su esposa Hadley, Hemingway visitó por primera vez las fiestas de San Fermín en Pamplona, España, donde quedó fascinado por la corrida de toros. Los Hemingway regresaron a Pamplona en 1924, donde hicieron amistad con el hotelero Juanito Quintana,
que les presentaría a un buen número de toreros y aficionados, y una
tercera vez en junio de 1925; ese año trajeron un grupo de expatriados
estadounidenses y británicos: el amigo de infancia de Hemingway Bill
Smith, Stewart, Lady Duff Twysden (recientemente divorciada) y su amante Pat Guthrie, y Harold Loeb. Pocos días después de que terminara el festival, en su cumpleaños (21 de julio), comenzó a escribir el borrador de Fiesta, terminando ocho semanas después. Unos meses más tarde, en diciembre de 1925, los Hemingway pasaron el invierno en Schruns, Austria, donde Hemingway comenzó una extensa revisión del manuscrito. Pauline Pfeiffer se unió a ellos en enero y, en contra del consejo de Hadley, le instó a firmar un contrato con el editorial Scribner.
Salió de Austria para un corto viaje a Nueva York para reunirse con los
editores, y a su regreso, durante una parada en París, comenzó un
romance con Pauline, antes de regresar a Schruns para terminar las
revisiones en marzo.
El manuscrito llegó a Nueva York en abril, corrigió la prueba final en
París en agosto de 1926, y Scribner publicó la novela en octubre.
Fiesta personificó la generación de expatriados de la posguerra, recibió buenas críticas, y fue «reconocida como la mayor obra de Hemingway». Más tarde Hemingway escribió a su editor Max Perkins
que el «punto del libro» no trataba tanto de una generación que se
pierda, sino de que «la tierra permanece para siempre»; creía que los
personajes de Fiesta pueden haber sido «golpeados», pero no perdidos.
El matrimonio de Hemingway y Hadley se deterioró cuando estaba trabajando en Fiesta. En la primavera de 1926 Hadley se dio cuenta de su relación con Pauline Pfeiffer, que vino con ellos a Pamplona en julio.
A su regreso a París, Hadley pidió una separación, y en noviembre
solicitó formalmente el divorcio. Dividieron sus posesiones, y Hadley
aceptó la oferta de Hemingway de quedarse con las ganancias de Fiesta. La pareja se divorció en enero de 1927, y Hemingway se casó con Pauline Pfeiffer en mayo del mismo año.
Pauline, quien era de una rica familia católica de Arkansas, se trasladó a París para trabajar para la revista Vogue. Hemingway se convirtió al catolicismo antes de su matrimonio. Tuvieron su luna de miel en Le Grau-du-Roi, donde Hemingway contrajo carbunco y donde planificó su siguiente recopilación de cuentos titulado Hombres sin mujeres, que fue publicada en octubre de 1927. A finales del año Pauline, que estaba embarazada, quería regresar a los Estados Unidos. John Dos Passos recomendó Cayo Hueso en Florida,
y salieron de París en 1928. Esa primavera Hemingway sufrió una lesión
grave en su cuarto de baño en París, cuando tiró un tragaluz encima de
su cabeza pensando que estaba tirando de la cadena de baño. Esto lo dejó
con una prominente cicatriz en la frente que llevaría para el resto de
su vida. Al ser preguntado sobre la cicatriz, se mostró reacio a
contestar. Después de su salida de París, Hemingway «nunca volvió a vivir en una gran ciudad».
Cayo Hueso y el Caribe
A finales de la primavera Hemingway y Pauline viajaron a Kansas City, donde nació su hijo Patrick el 28 de junio 1928. Pauline tuvo un parto difícil, que Hemingway incorporó como ficción en Adiós a las armas. Después del nacimiento de Patrick, Pauline y Hemingway viajaron a Wyoming, Massachusetts y Nueva York.
En el invierno estaba en Nueva York con Bumby, a punto de abordar un
tren a Florida, cuando recibió un telegrama que le decía que su padre se
había suicidado.
Hemingway se quedó devastado; poco antes había enviado una carta a su
padre diciéndole que no se preocupara por las dificultades financieras;
la carta llegó minutos después del suicidio. Se dio cuenta de cómo
Hadley debe haberse sentido después del suicidio de su propio padre en
1903, y comentó: «Probablemente voy a ir de la misma manera».
A su regreso a Cayo Hueso en diciembre, Hemingway trabajó en su novela Adiós a las armas antes de viajar a Francia en enero. Había terminado en agosto, pero retrasó la revisión. La serialización en Scribner's Magazine
estaba programada para comenzar en mayo, pero en abril Hemingway
todavía estaba trabajando en la parte final que podría haber vuelto a
escribir hasta diecisiete veces. Finalmente la novela se publicó el 27
de septiembre. El biógrafo James Mellow cree que Adiós a las armas estableció a Hemingway como un importante escritor norteamericano y que mostró un nivel de complejidad que no era aparente en Fiesta. En España, durante el verano de 1929, Hemingway preparó su siguiente trabajo, Muerte en la tarde.
Quería escribir un ensayo integral sobre la corrida de toros, y los
toreros, completo con glosarios y apéndices, porque creía que la corrida
era «de gran interés trágico, por tratarse literalmente de vida o
muerte».
Durante la década de 1930 Hemingway pasó los inviernos en Cayo Hueso y
los veranos en Wyoming, donde encontró «el país más hermoso que había
visto en el oeste de Estados Unidos» donde cazaba venados, alces y osos
grizzly. Fue acompañado allí por Dos Passos y en noviembre 1930, después de llevar a Dos Passos a la estación de ferrocarril en Billings,
Hemingway se rompió el brazo en un accidente de coche. El cirujano
trató la fractura espiral compuesta, uniendo el hueso con tendón de
canguro. Fue hospitalizado durante siete semanas, y los nervios de su
mano de escribir necesitaron un año para curar, periodo durante el cual
sufrió un intenso dolor.
Su tercer hijo, Gregory Hancock Hemingway, nació el siguiente año, el 12 de noviembre de 1931 en Kansas City.
El tío de Pauline compró una casa con cochera en Cayo Hueso para la
pareja, y el segundo piso de la cochera fue convertido en un estudio de
escritura.
Su ubicación frente a la calle del faro facilitó encontrar el camino a
su casa tras una larga noche de copas. Mientras en Cayo Hueso, Hemingway
frecuentaba el bar local Sloppy Joe. Invitó a amigos —incluyendo Waldo Peirce, Dos Passos, y Max Perkins — a acompañarle en viajes de pesca y en una expedición a las islas Dry Tortugas. Mientras tanto, continuó viajando a Europa y a Cuba,
y aunque escribió acerca de Cayo Hueso en 1933: «Tenemos una muy buena
casa aquí, y todos los niños se encuentran bien», Mellow cree que «era
claramente inquieto».
En 1933, Hemingway y Pauline fueron de safari a África del Este. El viaje de diez semanas proporcionó material para Las verdes colinas de África, así como los cuentos «Las nieves del Kilimanjaro» y «La corta vida feliz de Francis Macomber». La pareja visitó Mombasa, Nairobi, y Machakos en Kenia, y luego viajaron a Tanganica, donde cazaron en el Serengeti en torno al lago Manyara, y al oeste y al sureste del actual Parque nacional de Tarangire. Su guía fue el notable «cazador blanco» Philip Hope Percival, quien había guiado Theodore Roosevelt en su safari en 1909. Durante estos viajes Hemingway contrajo disentería amebiana
que causó un intestino prolapsado, y fue evacuado en avión a Nairobi,
una experiencia reflejada en «Las nieves del Kilimanjaro». Al regreso de
Hemingway en Cayo Hueso a principios de 1934, comenzó a trabajar en Las verdes colinas de África, que se publicó en 1935 recibiendo críticas mixtas.
Hemingway compró un barco en 1934, lo llamó Pilar, y comenzó a navegar por el mar Caribe. En 1935 llegó por primera vez a Bimini, donde pasó un tiempo considerable. Durante este período también trabajó en Tener y no tener, publicado en 1937, mientras se encontraba en España, y la única novela que escribió durante la década de 1930.
Guerra Civil Española y Segunda Guerra Mundial
En 1937 Hemingway acordó trabajar como corresponsal de la Guerra Civil Española para la North American Newspaper Alliance (NANA), y llegó a España en marzo, junto con el cineasta holandés Joris Ivens, visitando entre otras ciudades Valencia o Madrid. Ivens, que estaba filmando Tierra de España, quiso que Hemingway reemplazara a John Dos Passos como guionista, ya que Dos Passos había abandonado el proyecto cuando su amigo y traductor José Robles Pazos fue detenido y muy probablemente asesinado por la NKVD.
El incidente cambió la opinión de Dos Passos sobre los republicanos de
izquierda, creando una brecha entre él y Hemingway, que más tarde
difundió el rumor de que Dos Passos habría dejado España por cobardía.
La periodista y escritora Martha Gellhorn,
a quien Hemingway conoció en Cayo Hueso la Navidad anterior (1936), se
unió a él en España. Como Hadley, Martha era originaria de St. Louis, y
al igual que Pauline había trabajado para la revista Vogue en París. Sobre Martha, Kert afirma que «nunca se ocupó de él como lo hicieron otras mujeres». A finales de 1937, cuando estaba en Madrid con Martha, Hemingway escribió su única obra de teatro, La quinta columna, mientras que la ciudad estaba siendo bombardeada. Volvió a Cayo Hueso durante unos meses, luego regresó a España en dos ocasiones en 1938, donde estuvo presente en la Batalla del Ebro,
el último reducto republicano, y se encontraba entre los últimos
periodistas británicos y estadounidenses en cruzar el río para salir de
la batalla.
En la primavera de 1939, Hemingway navegó a Cuba en su barco, para vivir en el Hotel Ambos Mundos en La Habana. Fue la primera fase de una separación lenta y dolorosa de Pauline, que había comenzado cuando Hemingway conoció a Martha. Martha pronto se unió a él en Cuba, y alquilaron Finca Vigía,
una finca de 61.000 m² a veinticuatro kilómetros de La Habana. En el
verano, Pauline y los niños dejaron a Hemingway después de que la
familia se hubiera reunido durante una visita a Wyoming. Después de
finalizar el divorcio con Pauline, se casó con Martha el 20 de noviembre
de 1940 en Cheyenne, Wyoming. Como lo había hecho después de su divorcio de Hadley, cambió de residencias, moviendo su principal residencia de verano hacia Ketchum (Idaho), en las afueras de la nueva localidad de Sun Valley, y su residencia de invierno a Cuba.
Hemingway, que había disgustado cuando un amigo de París permitió a sus
gatos de comer de la mesa, se enamoró de los gatos en Cuba, manteniendo
decenas de ellos en la finca.
Gellhorn lo inspiró a escribir su novela más famosa, Por quién doblan las campanas, que inició en marzo de 1939 y terminó en julio de 1940. Fue publicada en octubre de 1940. En acuerdo con su rutina de cambiar de residencias mientras trabajaba en un manuscrito, escribió Por quién doblan las campanas en Cuba, Wyoming, y Sun Valley. Por quién doblan las campanas,
seleccionado por el Book-of-the-Month Club, vendió medio millón de
copias en cuestión de meses, recibió una nominación para el Premio Pulitzer y, como lo explica Meyers, «restableció triunfalmente la reputación literaria de Hemingway».
En enero de 1941 Martha fue enviada a China en una misión para la revista Collier's Weekly. Hemingway la acompañó y envió sus despachos al diario PM, pero en general no le gustaba China.
Regresaron a Cuba antes de la declaración de guerra de los Estados
Unidos en diciembre, sobre lo cual convenció al gobierno cubano que le
ayudara a reequipar su barco, el Pilar, con la intención de utilizarlo para emboscar a los submarinos alemanes en las costas de Cuba
De mayo 1944 a marzo 1945 Hemingway estaba en Londres y Europa.
Cuando Hemingway llegó por primera vez en Londres conoció a la
corresponsal de la revista Time
Mary Welsh, de quien se enamoró. Martha, que había sido obligada a
cruzar el Atlántico en un barco cargado de explosivos porque él se había
negado de ayudarla a conseguir un pase de prensa en un avión, llegó a
Londres para encontrar Hemingway hospitalizado con una contusión
por un accidente de coche. Indiferente a su estado físico, lo acusó de
ser un matón, y le dijo que estaba «terminado, absolutamente terminado». La última vez que vio a Martha fue en marzo de 1945 cuando se disponía a regresar a Cuba. Mientras tanto, en su tercer encuentro con Mary Welsh la pidió que se casara con él.
Hemingway, llevando una venda grande en la cabeza, estuvo presente durante el desembarco de Normandía, aunque se mantuvo en una lancha de desembarco porque los militares lo consideraron una «carga preciosa», bien que el biógrafo Kenneth Lynn sostiene que fabricó cuentas de que bajó a tierra durante el desembarco. A finales de julio, se unió al «22.º Regimiento de Infantería al mando del Coronel Charles Buck Lanham, que se dirigía hacia París», y Hemingway se convirtió en el líder de facto de un pequeño grupo de milicianos de las aldeas en Rambouillet, en las afueras de París. Sobre las hazañas de Hemingway, el historiador Paul Fussell comentó:
«Hemingway se metió en problemas considerables jugando a capitán de
infantería con un grupo de la resistencia que reunió, porque se supone
que un corresponsal no debe conducir a las tropas, incluso si lo hace
bien». Esto iba contra la Convención de Ginebra, y Hemingway fue formalmente detenido; dijo que resolvió la cuestión alegando que solo ofreció asesoramiento.
El 25 de agosto, estuvo presente durante la liberación de París, aunque a diferencia de la leyenda, Hemingway no era el primero a entrar en la ciudad, ni tampoco liberó el Ritz. No obstante, asistió a una reunión organizada por Sylvia Beach, donde «hizo la paz» con Gertrude Stein. Ese mismo año, estuvo presente durante los intensos combates de la Batalla del Bosque de Hürtgen. El 17 de diciembre 1944, febril y mal, había conducido a Luxemburgo para cubrir lo que posteriormente se llamaría la Batalla de las Ardenas.
Sin embargo, tan pronto como llegó, Lanham lo entregó a los médicos,
que lo hospitalizaron con neumonía; al recuperarse, una semana más
tarde, la mayor parte del combate había terminado.
En 1947 Hemingway fue galardonado con una Estrella de Bronce
por su valentía durante la Segunda Guerra Mundial. Fue reconocido por
su valor, tras encontrarse «bajo fuego en las zonas de combate con el
fin de obtener una imagen precisa de las condiciones» con la mención de
que «a través de su talento de expresión, el señor Hemingway permitió a
los lectores obtener una imagen vívida de las dificultades y los
triunfos del soldado de frente y su organización en el combate».
Cuba y el Premio Nobel
Hemingway dijo que de 1942 a 1945 «estaba fuera del negocio como escritor». En 1946 se casó con Mary, que tuvo un embarazo ectópico
cinco meses más tarde. La familia Hemingway sufrió una serie de
accidentes y problemas de salud en los años posteriores a la guerra: en
un accidente de tráfico en 1945 «rompió la rodilla» y sostuvo otra
«herida profunda en la frente»; Mary rompió primero su tobillo derecho y
luego el de izquierda en accidentes de esquí sucesivos. Un accidente de
tráfico en 1947 dejó Patrick con una herida en la cabeza y gravemente
enfermo. Hemingway se hundió en una depresión, cuando sus amigos literarios comenzaron a fallecer: en 1939 Yeats
y Ford Madox Ford; en 1940 Scott Fitzgerald; en 1941 Sherwood Anderson y
James Joyce; en 1946 Gertrude Stein; y al año siguiente, en 1947, Max
Perkins, durante mucho tiempo el editor y amigo de Hemingway del
editorial Scribner.
Durante este período, sufría de fuertes dolores de cabeza, alta presión
arterial, problemas de peso, y finalmente de diabetes —gran parte del
cual fue el resultado de accidentes anteriores y de muchos años de
consumo excesivo de alcohol—.
No obstante, en enero de 1946 comenzó a trabajar en El Jardín del Edén, terminando ochocientos páginas para junio.
Durante los años de la posguerra también comenzó a trabajar en una
trilogía, tentativamente titulada «The Land», «The Sea» y «The Air», (La
tierra, El mar y El aire) con el propósito de unirlas en una novela
titulada The Sea Book (El libro del mar). Sin embargo, ambos
proyectos se estancaron, y Mellow observa que la incapacidad de
Hemingway de darles seguimiento era «un síntoma de sus problemas»
durante estos años.
En 1948, Hemingway y Mary viajaron a Europa y permanecieron en Venecia durante varios meses. Allí, Hemingway se enamoró de Adriana Ivancich una joven de 19 años de edad. La historia de amor platónico inspiró la novela Al otro lado del río y entre los árboles, que escribió en Cuba en una época de conflictos con Mary; fue publicada en 1950, recibiendo críticas negativas. Al año siguiente, furioso por la recepción crítica de Al otro lado del río y entre los árboles, escribió el borrador de El viejo y el mar en ocho semanas, diciendo que era «lo mejor que puedo escribir durante toda mi vida». El viejo y el mar se convirtió en una selección del libro-del-mes, hizo de Hemingway una celebridad internacional, y recibió el Premio Pulitzer en mayo de 1952, un mes antes de salir para su segundo viaje a África.
En 1953, después de quince años de ausencia, Hemingway regresa a
España, donde las autoridades franquistas no le molestan y acude de
nuevo a los Sanfermines de Pamplona. En 1954, cuando estaba en África,
Hemingway casi murió en dos accidentes aéreos sucesivos que lo dejaron
gravemente herido. Como regalo de Navidad a Mary había contratado un
vuelo turístico sobre Congo belga. En camino a fotografiar las cascadas Murchison
desde el aire, el avión chocó contra un poste de electricidad
abandonado y tuvo que realizar un «aterrizaje de emergencia en la densa
maleza». Las lesiones de Hemingway incluyeron una herida en la cabeza,
mientras que Mary se rompió dos costillas. Al día siguiente, en un intento de llegar a la asistencia médica en Entebbe,
abordaron un segundo avión que explotó durante el despegue; Hemingway
sufrió quemaduras y otra conmoción cerebral, esta vez lo suficientemente
grave como para provocar fugas del fluido cerebral. Finalmente llegaron en Entebbe donde se dieron cuenta de que los
periodistas estaban cubriendo la historia de la muerte de Hemingway.
Informó a los reporteros y pasó las siguientes semanas recuperando y
leyendo sus obituarios prematuras.
A pesar de sus heridas, Hemingway acompañó Patrick y su esposa en una
expedición de pesca prevista en febrero, pero el dolor le llevó a ser
colérico y difícil de tratar.
En un incendio forestal fue nuevamente herido, sosteniendo quemaduras
de segundo grado en las piernas, el torso frontal, labios, mano
izquierda y el antebrazo derecho. Meses después, en Venecia, Mary relató sobre la gravedad de las lesiones de Hemingway: dos discos intervertebrales agrietados, una ruptura hepática y renal, una dislocación del hombro y una fractura del cráneo.
Los accidentes pueden haber precipitado el deterioro físico que iba a
seguir. Después de los accidentes de avión, Hemingway, que había sido
«un alcohólico apenas controlado durante gran parte de su vida, bebió
más de lo habitual para combatir el dolor de sus heridas».
En octubre de 1954 Hemingway recibió el Premio Nobel de Literatura. Modestamente dijo a la prensa que Carl Sandburg, Isak Dinesen y Bernard Berenson merecieron el premio, pero que el dinero del premio sería bienvenido.
Mellow afirma que Hemingway «había codiciado el Premio Nobel», pero
cuando lo ganó, meses después de su accidente de avión y tras la
cobertura de la prensa mundial que siguió, «debía de haber una sospecha
persistente en la mente de Hemingway que sus obituarios habían
desempeñado un papel en la decisión de la academia». Como aún estaba sufriendo el dolor de los accidentes en África, decidió no viajar a Estocolmo.
En su lugar envió un discurso para ser leído, en el cual definió la
vida del escritor: «Escribir, en su mejor momento, es una vida
solitaria. Organizaciones para escritores palían la soledad del
escritor, pero dudo si mejoran su escritura. Crece en estatura pública
como vierte su soledad y a menudo su trabajo se deteriora. Porque hace
su trabajo solo, y si es un escritor lo suficientemente bueno, debe
enfrentar la eternidad, o la falta de ella, cada día».
Desde finales de 1955 hasta principios de 1956 Hemingway estaba postrado en cama. Se le dijo que dejara de beber para mitigar los daños en el hígado, consejo que siguió inicialmente pero luego ignoró. En octubre de 1956 regresó a Europa y conoció al escritor vasco Pío Baroja,
quien estaba gravemente enfermo y falleció semanas después. Durante el
viaje Hemingway cayó enfermo de nuevo y fue tratado por «alta presión
arterial, enfermedades del hígado, y arteriosclerosis».
En noviembre, mientras en París, se acordó de los baúles que había
almacenado en el Hotel Ritz en 1928 y que nunca había recuperado. Los
baúles estaban llenos de cuadernos y escrituras de sus años en París.
Cuando regresó a Cuba en 1957, entusiasmado con el descubrimiento,
comenzó a dar forma a la obra recuperada en su autobiografía París era una fiesta. En 1959 finalizó un período de intensa actividad: terminó París era una fiesta (programado para ser lanzado el año siguiente); llevó Al romper el alba a 200.000 palabras; añadió capítulos a El Jardín del Eden; y trabajó en Islas en el golfo. Las tres últimas fueron almacenadas en una caja de depósito en La Habana, mientras se concentraba en los toques finales de París era una fiesta. Reynolds afirma que fue durante este período que Hemingway hundió en la depresión, de la que no pudo recuperarse.
Finca Vigía se volvió cada vez más llena de invitados y turistas, y
Hemingway, que empezaba a sentirse infeliz con la vida allí estaba
considerando trasladarse permanentemente a Idaho. En 1959 se compró una
casa con vistas al río Big Wood, fuera de Ketchum, y salió de Cuba, a
pesar de que aparentemente mantuvo buenas relaciones con el gobierno de Fidel Castro, comentando al New York Times que estaba «encantado» con el derrocamiento de Batista por Castro.
Estuvo en Cuba en noviembre de 1959, entre su regreso de Pamplona y su
viaje hacia Idaho, y también para su cumpleaños el año siguiente; sin
embargo, ese mismo año Mary y él decidieron abandonar Cuba, después de
enterarse de la noticia de que Castro quería nacionalizar las
propiedades de los estadounidenses y otros extranjeros en la isla.
En julio de 1960 los Hemingway salieron de Cuba por última vez, dejando
obras de arte y manuscritos en la bóveda de un banco en La Habana.
Después de la Invasión de Playa Girón
en 1961, la Finca Vigía, incluyendo la colección de unos «cuatro a seis
mil libros» de Hemingway, fue expropiada por el gobierno cubano.
Idaho y el suicidio
Hasta finales de la década de 1950 Hemingway siguió revisando el material que se publicaría como París era una fiesta. En el verano de 1959 visitó España para preparar una serie de artículos sobre corridas de toros encargado por Life Magazine, regresando a Cuba en enero de 1960 para trabajar en el manuscrito. Life
sólo quería 10.000 palabras, pero el manuscrito creció fuera de
control. Por primera vez en su vida era incapaz de organizar sus textos y
pidió a A. E. Hotchner de viajar a Cuba para ayudarle. Hotchner le ayudó a recortar el texto para Life a 40.000 palabras, y el editorial Scribner acordó la versión del libro completo (El verano peligroso) de casi 130.000 palabras. A Hotchner, Hemingway le pareció «extraordinariamente indeciso, desorganizado y confuso», y sufrió enormemente de una visión deficiente.
El 25 de julio de 1960, Hemingway y Mary salieron de Cuba por última
vez. Luego Hemingway viajó solo a España para ser fotografiado para el
árticulo de Life Magazine. Unos días más tarde salieron noticias
de prensa diciendo que se encontraba gravemente enfermo y a punto de
morir, lo que causó pánico a Mary hasta que recibió un telegrama de
Hemingway diciendo «Informes falsos. En camino Madrid. Amor Papa». Sin embargo, estaba gravemente enfermo y creía estar al borde de un colapso.
Se sintió solo y se quedó en su cama durante días, retirándose en el
silencio, pese a la publicación de las primeras entregas de El verano peligroso en Life en septiembre de 1960 y las buenas críticas.
En octubre viajó de España a Nueva York, donde se negó a abandonar el
apartamento de Mary con el pretexto de que estaba siendo vigilado. Ella
lo llevó rápidamente a Idaho, donde George Saviers (un médico de Sun
Valley) los encontró en el ferrocarril.
En este tiempo Hemingway estaba preocupado por sus finanzas y por su seguridad. Estaba preocupado por sus impuestos, y que nunca volvería a Cuba para
recuperar los manuscritos que había dejado en la bóveda de un banco. Se
volvió paranoico y pensaba que el FBI estaba activamente monitoreando
sus movimientos en Ketchum. A finales de noviembre Mary estaba desesperada y Saviers sugirió que Hemingway fuera trasladado a la clínica Mayo en Minnesota, donde pudo haber creído que iba a ser tratado por hipertensión. En un intento de anonimato, fue registrado bajo el apellido de su médico, Saviers. Meyers escribe que «un aura de secretismo rodea el tratamiento de Hemingway en la Mayo», pero confirma que fue tratado con terapia electroconvulsiva hasta 15 veces en diciembre de 1960, para luego ser «liberado en ruinas» en enero de 1961.
Reynolds obtuvo acceso a los registros de Hemingway en la Clínica Mayo,
los cuales indican que fue tratado por un estado depresivo que puede
haber sido causado por una combinación de medicamentos.
De nuevo en Ketchum tres meses después, en abril de 1961, una mañana
en la cocina, Mary «encontró a Hemingway sosteniendo una escopeta».
Llamó a Saviers quien le dio un sedativo y lo ingresó en el hospital de
Sun Valley; desde allí fue devuelto a la Clínica Mayo para recibir más
terapia por electrochoque.
Fue liberado a finales de junio y llegó a su casa en Ketchum el 30 de
junio. Dos días después, en la madrugada del 2 de julio de 1961,
Hemingway se disparó «deliberadamente» con su escopeta favorita.
Abrió la bodega del sótano donde guardaba sus armas, subió las
escaleras hacia el vestíbulo de la entrada principal de su casa, y
«empujó dos balas en la escopeta Boss
calibre doce, colocó el extremo del cañón en su boca, apretó el gatillo
y estalló su cerebro». Mary llamó al hospital de Sun Valley, y el Dr.
Scott Earle llegó a la casa «quince minutos» después. A pesar de su
afirmación de que Hemingway «había muerto de una herida autoinfligida en
la cabeza», la historia que se contó a la prensa fue que la muerte
había sido «accidental». Sin embargo, en una entrevista de prensa cinco años después, Mary Hemingway admitió que su marido se había suicidado.
Durante sus últimos años, el comportamiento de Hemingway fue similar al de su padre antes de que se suicidara; su padre puede haber sufrido de una enfermedad genética, hemocromatosis, en el que la incapacidad de metabolizar el hierro culmina en un deterioro mental y físico.
Los registros médicos disponibles en 1991 confirman que se había
diagnosticado la hemocromatosis de Hemingway a principios de 1961. Su hermana Ursula y su hermano Leicester también se suicidaron. A las dolencias físicas de Hemingway se sumó el problema de que había sido un gran bebedor la mayor parte de su vida.
Familiares y amigos de Hemingway viajaron a Ketchum para el funeral
que fue oficiado por el sacerdote católico local, que creía que su
muerte había sido accidental.
Su hermano Leicester escribió sobre el funeral (durante el cual un
monaguillo se desmayó a la cabeza del ataúd): «Me parecía que Ernest
hubiera aprobado todo"
Estilo
El New York Times escribió en 1926 sobre la primera novela de Hemingway que «Ninguna cantidad de análisis puede transmitir la calidad de Fiesta.
Es una narración verdaderamente apasionante, relatada en una prosa
narrativa atlética, dura, magra, que pone en vergüenza al inglés más
literario». Fiesta
está escrito en una prosa escasa, precisa, que hizo la fama de
Hemingway, e influyó el estilo de innumerables novelas baratas de crimen
y de ficción.
En 1954, cuando Hemingway fue galardonado con el Premio Nobel de
Literatura, lo fue por «su maestría del arte de la narración, que
demostró recientemente en El viejo y el mar, y por la influencia que ha ejercido sobre el estilo contemporáneo». Paul Smith escribe que Hemingway, en sus primeros relatos publicados en en nuestro tiempo, todavía estaba experimentando con su estilo de escritura; trató de evitar sintaxis complicada y alrededor del 70% de las sentencias son oraciones simples -una sintaxis sencilla sin subordinación-.
Si un escritor en prosa conoce lo suficientemente bien aquello sobre lo que escribe, puede silenciar cosas que conoce, y el lector, si el escritor escribe con suficiente verdad, tendrá de estas cosas una sensación tan fuerte como si el escritor las hubiera expresado. |
—Ernest Hemingway en Muerte en la tarde |
Henry Louis Gates
cree que el estilo de Hemingway se formó fundamentalmente «en reacción a
[su] experiencia en la guerra mundial». Después de la Primera Guerra
Mundial, él y otros modernistas «perdieron la fe en las instituciones
centrales de la civilización occidental», reaccionaron contra el estilo
elaborado de los escritores del siglo xix
y crearon un estilo «en el cual el significado se establece a través
del diálogo, a través de la acción, y los silencios, una ficción en la
que nada importante, o al menos muy poco, se dice de manera explícita».
Desarrollando esta conexión entre Hemingway y otros escritores modernistas, Irene Gammel
cree que su estilo fue cuidadosamente cultivado y perfeccionado con la
mirada puesta en la vanguardia de la era. Hambriento por
«experimentación de vanguardia» y por la rebelión contra el «modernismo
sobrio» de Ford Madox Ford, Hemingway publicó la obra de Gertrude Stein y
Elsa von Freytag-Loringhoven en la revista the transatlantic review.
Como lo señala Gammel, Hemingway fue «introducido al estilo
experimental de la baronesa en un momento en que estaba podando
activamente la 'grasa' verbal de su propio estilo, así como flexionando
sus músculos de escritor para confrontar el gusto convencional».
Porque comenzó como escritor de cuento, Baker cree que Hemingway
aprendió a «obtener el máximo del mínimo, cómo podar el lenguaje, cómo
multiplicar la intensidad, y cómo decir nada más que la verdad de una
manera que permitió contar más que la verdad». Hemingway denominó su estilo la teoría del iceberg: los hechos flotan sobre el agua; la estructura de soporte y el simbolismo operan fuera de vista.
El concepto de la teoría del iceberg, también se conoce como la «teoría
de la omisión». Hemingway creía que el escritor puede describir una
cosa (como Nick Adams, pescando en «El río de dos corazones») mientras
que una cosa totalmente diferente esté ocurriendo por debajo de la
superficie (Nick Adams concentrándose en la pesca en la medida en que no
tiene que pensar en otra cosa).
Jackson Benson cree que Hemingway utilizó detalles autobiográficos
como dispositivos para enmarcar la vida en general, no sólo su propia
vida. Por ejemplo, Benson postula que Hemingway utilizó sus experiencias
y las extrajo con escenarios de «qué pasaría si»: «¿Qué pasaría si
estuviera herido de tal manera que no podía dormir por la noche? ¿Qué
pasaría si estuviera herido y enloquecido, qué pasaría si me mandaron de
vuelta al frente?».
Siempre me han confundido las palabras: sagrado, glorioso, sacrificio, y la expresión "en vano" ... No había visto nada sagrado, y lo que llamaban glorioso no tenía gloria, y los sacrificios recordaban los mataderos de Chicago .... Las palabras abstractas como gloria, honor, valentía o santidad eran incidentes, comparadas con los nombres de los ríos, con los números de los regimientos, con las fechas. |
—Adiós a las armas |
La sencillez de la prosa es engañosa. Zoe Trodd cree que Hemingway elaboró frases esqueléticas en respuesta a la observación de Henry James
de que la Primera Guerra Mundial había «agotado las palabras».
Hemingway ofrece una realidad fotográfica «multi-focal». Su teoría del
iceberg, de la omisión, es la base sobre la que construye. La sintaxis,
que carece de conjunciones subordinantes, crea sentencias estáticas. El estilo de la «instantánea fotográfica» crea un collage
de imágenes. Muchos tipos de puntuación interna (dos puntos, comas,
guiones, paréntesis) se omiten en favor de oraciones declarativas
cortas. Las oraciones se construyen las unas sobre las otras, como los
acontecimientos que se acumulan para crear un sentido de la totalidad.
Existen múltiples filamentos en una historia; un «texto incorporado»
hace puente a un ángulo diferente. También utiliza otras técnicas
cinematográficas como la de «cortar» rápidamente de una escena a la
siguiente; o de «empalmar» de una escena a otra. Omisiones intencionales
permiten al lector a llenar el vacío, como si fuera respondiendo a las
instrucciones del autor, y crean una prosa tridimensional.
Tanto en su literatura como en sus escritos personales, Hemingway
utilizó habitualmente la palabra «y» en lugar de comas. Este uso de polisíndeton
puede servir para transmitir la inmediatez. La oración polisindetónica
de Hemingway —o, en obras posteriores, su uso de oraciones subordinadas—
utiliza conjunciones para yuxtaponer visiones e imágenes sorprendentes.
Benson las compara con haikus. Muchos de los seguidores de Hemingway malinterpretaron su ejemplo y reprobaron toda expresión de emoción; Saul Bellow satirizó este estilo comentando «¿Tienes emociones? estrangulalas».
Sin embargo, la intención de Hemingway no era de eliminar la emoción,
sino de retratarla en una forma más científica. Hemingway creó que sería
fácil, e inútil, de describir emociones; esculpió collages de imágenes
con el fin de captar «la realidad desnuda, la sucesión de movimientos y
sucesos que produce la emoción, la realidad que pueda ser valedera
dentro de un año o de diez o, con un poco de suerte y la suficiente
pureza de expresión, durante mucho tiempo». Este uso de la imagen como un correlato objetivo es característico de Ezra Pound, TS Eliot, James Joyce y Proust. Las cartas de Hemingway se refieren a En busca del tiempo perdido de Proust en varias ocasiones a lo largo de los años, e indican que leyó el libro al menos dos veces.
Temas
La
popularidad de la obra de Hemingway se basa en gran medida en los temas,
que según el académico Frederic Svoboda son el amor, la guerra, la
naturaleza, y la pérdida, todos muy presentes en su obra. Estos son temas recurrentes de la literatura estadounidense, y son evidentes en la obra de Hemingway. El crítico literario Leslie Fiedler observa que en la obra de Hemingway el tema que define como «tierra sagrada» —el Viejo Oeste—
se extiende hasta incluir las montañas en España, Suiza y África, así
como los ríos de Míchigan. El Viejo Oeste recibe un guiño simbólico con
la inclusión del «Hotel Montana» en Fiesta y Por quién doblan las campanas.
Según Stoltzfus y Fiedler, para Hemingway la naturaleza es un lugar
terapéutico, para renacer, y el cazador o pescador tiene un momento de
trascendencia cuando mata a la presa. La naturaleza es donde están los hombres sin mujeres: los hombres pescan, cazan, y encuentran la redención en la naturaleza. Aunque Hemingway escribe también sobre deportes, Carlos Baker cree que el énfasis está más en el atleta que el deporte, mientras que Beegel ve la esencia de Hemingway como un naturalista americano, tal como se refleja en las descripciones detalladas que se puede encontrar en «El río de dos corazones».
Fiedler cree que Hemingway invierta el tema de la literatura
estadounidense de la «mujer oscura» y mala, frente a la «mujer clara» y
buena. Brett Ashley, la mujer oscura de Fiesta, es una diosa; Margot Macomber, la mujer clara de «La corta vida feliz de Francis Macomber», es una asesina. Robert Scholes reconoce que los primeros relatos de Hemingway, como «Un cuento muy corto», presentan «favorablemente a un personaje masculino y desfavorablemente a una mujer».
Según Rena Sanderson, los primeros críticos de Hemingway alabaron su
mundo machocéntrico de actividades masculinas, y su ficción que dividió
las mujeres en «castradoras o esclavas de amor». Las críticas feministas
atacaron a Hemingway como «enemigo público número uno», aunque
re-evaluaciones más recientes de su obra «han dado nueva visibilidad a
los personajes femeninos de Hemingway (y sus puntos fuertes) y han
puesto de manifiesto su sensibilidad a las cuestiones de género, así
poniendo en duda la antigua presunción de que sus escritos fueron
unilateralmente masculinos». Nina Baym cree que Brett Ashley y Margot Macomber «son dos ejemplos destacados de las "mujeres perras" de Hemingway».
El mundo quiebra a los individuos, y, en la mayoría, se les forma cal en el lugar de la fractura; pero a los que no quieren dejarse doblegar entonces, a éstos, el mundo los mata. Mata indistintamente a los muy buenos, y a los muy dulces, y a los muy valientes. Si usted no se encuentra entre éstos, también lo matará, pero en este caso tardará más tiempo. |
—Ernest Hemingway en Adiós a las armas. |
El tema de la mujer y la muerte es evidente en las primeras narrativas como «Campamento indio».
El tema de la muerte impregna la obra de Hemingway. Young cree que el
énfasis en «Campamento indio» no era tanto sobre la mujer que da a luz, o
el padre que se suicida, sino sobre Nick Adams que es testigo de estos
eventos como niño, y se convierte en un «joven gravemente herido y
nervioso». En «Campamento indio» Hemingway establece los eventos que
forman al personaje de Adams. Young cree que «Campamento indio» tiene la
«llave maestra» a «los propósitos de su autor durante los treinta y
cinco años de su carrera como escritor». Stoltzfus considera que la obra de Hemingway es más compleja, con una representación de la verdad inherente en el existencialismo:
si se abraza el «nada», entonces la redención se realiza en el momento
de la muerte. Aquellos que enfrentan la muerte con dignidad y coraje
viven una vida auténtica. Francis Macomber muere feliz porque las
últimas horas de su vida son auténticas; el torero en la corrida representa el pináculo de una vida vivida con autenticidad. En su ensayo The Uses of Authenticity: Hemingway and the Literary Field
(«Los usos de autenticidad: Hemingway y el campo literario»), Timo
Müller escribe que el éxito de la ficción de Hemingway se debe al hecho
de que sus personajes viven una «vida auténtica», y los «soldados,
pescadores, boxeadores y leñadores se encuentran entre los arquetipos de
autenticidad en la literatura moderna».
El tema de la emasculación es frecuente en la obra de Hemingway, sobre todo en Fiesta.
Según Fiedler, la emasculación es el resultado de una generación de
soldados heridos; y de una generación en la que las mujeres, como Brett,
ganaron la emancipación.
Esto también se aplica al personaje secundario, Frances Clyne, la novia
de Cohn al principio del libro. Su personaje apoya el tema no sólo
porque la idea fue presentada al principio de la novela, sino también
por el impacto que tenía sobre Cohn en el comienzo del libro, a pesar de
que sólo aparece unas pocas veces.
Baker cree que la obra de Hemingway hace hincapié en lo «natural»
frente al «no natural». En «Alpine Idyll» («Idilio alpino»), la «no
naturalidad» del esquí en la nieve de alta montaña a finales de la
primavera se yuxtapone a la «no naturalidad» del campesino que permitió
que el cadáver de su esposa se quedara demasiado tiempo en el cobertizo
durante el invierno. Los esquiadores y el campesino se retiran a la
fuente «natural» en el valle para su redención.
Algunos críticos han caracterizado la obra de Hemingway como misógina
y homofóbica. Susan Beegel analizó cuatro décadas de críticas sobre
Hemingway en su ensayo «Critical Reception» («Recepción
crítica»). Descubrió que «los críticos interesados en la
multiculturalidad», sobre todo en la década de 1980, simplemente
ignoraron a Hemingway, aunque se escribieron algunos «apologéticas». El
siguiente análisis de Fiesta es típico de estas críticas:
«Hemingway nunca permite que el lector se olvide que Cohn es un judío,
no un personaje poco atractivo que resulta ser un judío, sino un
personaje que no es atractivo porque es un judío». Durante la misma
década, según Beegel, también se publicaron críticas que investigaron el
«horror de la homosexualidad» y el racismo en la ficción de Hemingway.
Influencia y legado
El
legado de Hemingway a la literatura norteamericana es su estilo: los
escritores que vinieron después lo emularon o lo evitaron. Después de que se estableció su reputación con la publicación de Fiesta, se convirtió en el portavoz de la generación de la primera post-guerra, habiendo establecido un estilo a seguir. En 1933 sus libros fueron quemados por los nazi en Berlín, por «ser un monumento de la decadencia moderna». Sus padres desaprobaron su literatura calificándola de «suciedad».
Reynolds afirma que su legado consiste en que «dejó cuentos y novelas
tan conmovedores que algunos han pasado a formar parte de nuestro
patrimonio cultural». En un discurso de 2004 en la Biblioteca John F. Kennedy, Russell Banks
declaró que, como muchos escritores masculinos de su generación, fue
influenciado por la filosofía literaria, el estilo y la imagen pública
de Hemingway.
Müller informa que para el público, Hemingway «tiene el mayor grado de
reconocimiento de los escritores en el mundo entero». En cambio, en 2012
el novelista John Irving
rechazó la mayor parte de la obra de Hemingway «a excepción de algunos
cuentos», diciendo que «el dictamen de escribir-lo-que-uno-sabe no tiene
lugar en la literatura de imaginación». Irving también se opuso a la
«postura de hombre duro-ofensivo—todos esos hombres recalcitrantes del
tipo dice-poco» y contrastó el enfoque de Hemingway con el de Herman Melville, citando el consejo de este último: "ten cuidado a quien busca agradar más que atemorizar"».
Benson cree que los detalles de la vida de Hemingway se convirtieron
en un «medio de explotación importante», el cual resultó en una
industria Hemingway. Hallengren cree que el «estilo duro» y machismo deben separarse del mismo autor. Benson concuerda describiéndolo como tan introvertido y reservado como J. D. Salinger, aunque Hemingway enmascaró su naturaleza con jactancia.
Efectivamente, Salinger —que conoció a Hemingway durante la Segunda
Guerra Mundial y mantuvo una correspondencia con él— reconoció la
influencia de Hemingway. En una carta a Hemingway, Salinger afirma que
sus conversaciones «le habían dado sus únicos minutos de esperanza
durante toda la guerra», y en broma «se autodenominó el presidente
nacional de los Clubes de Fans de Hemingway».
La Competición Internacional de Imitaciones de Hemingway fue creada
en 1977 como reconocimiento público de su influencia y para destacar los
cómicos esfuerzos extraviados de las imitaciones de su estilo por
autores menores. Los participantes son invitados a presentar una «muy
buena página de muy malo estilo Hemingway» y los ganadores son premiados
con un viaje a «Harry's Bar» en Italia.
Un planeta menor descubierto en 1978 por el astrónomo Nikolai Stepanovich Chernykh de la Unión Soviética, fue denominado 3656 Hemingway para honrar al escritor.
La influencia es evidente en los numerosos restaurantes denominados
«Hemingway»; y la proliferación de bares llamados «Harry's» (un guiño al
bar en Al otro lado del río y entre los árboles).
Una línea de muebles Hemingway, promovida por su hijo Jack Hemingway
(Bumby), cuenta con piezas tales como una mesita de noche «Kilimanjaro» y
un sofá con cubierta «Catherine». Montblanc ofrece una pluma estilográfica Hemingway, y se creó una línea de ropa de safari Hemingway.
Mary Hemingway creó la Fundación Hemingway en 1965, y donó los
papeles de su marido a la Biblioteca John F. Kennedy en 1970. En 1980 un
grupo de académicos especializados en Hemingway se reunieron para
evaluar los documentos donados, formando posteriormente la Sociedad
Hemingway que se «compromete a apoyar y fomentar la beca Hemingway».
Ray Bradbury escribió The Kilimanjaro Device, en el que se transporta Hemingway a la parte superior del Monte Kilimanjaro. La película Wrestling Ernest Hemingway
(1993), sobre la amistad de dos hombres jubilados en una ciudad costera
de Florida, lleva ese título por uno de los personajes (interpretado
por Richard Harris) quien dice haber luchado con Hemingway en 1930.
Descendientes
Dos de las nietas de Hemingway, las hermanas Mariel y Margaux Hemingway (hijas de Jack Hemingway), alcanzaron fama como actrices en los años 1970 y 1980; Margaux fue también una modelo de moda. El 1 de julio de 1996, casi treinta y cinco años después de la muerte de Ernest Hemingway, Margaux Hemingway se suicidó en Santa Mónica (California). Se convirtió en «la quinta persona en suicidarse en cuatro generaciones de su familia».
Obras selectas
Novelas
- Aguas primaverales (The Torrents of Spring, 1926)
- Fiesta (The Sun Also Rises, 1926)
- Adiós a las armas (A Farewell to Arms, 1929)
- Tener y no tener (To Have and Have Not, 1937)
- Por quién doblan las campanas (For Whom the Bell Tolls, 1940)
- Al otro lado del río y entre los árboles (Across the River and into the Trees, 1950)
- El viejo y el mar (The Old Man and the Sea, 1952)
- Islas en el golfo [o Islas a la deriva] (Islands in the Stream, 1970)
- El jardín del Edén (The Garden of Eden, 1986)
- Al romper el alba (True at First Light, 1999)
Relatos
- Tres relatos y diez poemas (Three Stories and Ten Poems, 1923)
- En nuestro tiempo (In Our Time, 1925)
- Hombres sin mujeres (Men Without Women, 1927)
- El ganador no se lleva nada (Winner take Nothing, 1933)
- La quinta columna y los primeros cuarenta y nueve relatos (The Fifth Column and the First Forty-Nine Stories, 1938).
- Nick Adams (The Nick Adams Stories, 1972)
Otras
- Muerte en la tarde (Death in the Afternoon, (1932)
- París era una fiesta (A Moveable Feast, 1964)
- El verano peligroso (The Dangerous Summer, 1985)
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