La Quinta de San Pedro Alejandrino es una hacienda fundada el 2 de febrero de 1608 por Don Francisco De Godoy y Cortesia; fue el lugar en donde el Libertador Simón Bolívar pasó sus últimos días, y en la cual falleció el 17 de diciembre de 1830. La Quinta se encuentra ubicada en el barrio Mamatoco, en la ciudad de Santa Marta, del departamento del Magdalena, Colombia. La Quinta de San Pedro Alejandrino es considerada un Santuario de la patria. En ella se ubica además una hacienda del siglo XVII dedicada a la producción de ron, miel, y panela.
El Libertador llegó el 6 de diciembre de 1830
a la hacienda ofrecida para su alojamiento por don Joaquín de Mier.
Después de haber renunciado a la presidencia, Bolívar planeaba viajar a Jamaica y luego a Europa, pero su estado de enfermedad se lo impidió.
El Libertador Simón Bolívar, murió en esta hacienda el 17 de diciembre, de 1830 a la una de la tarde.
Estructura de la Quinta
La Quinta de San Pedro Alejandrino fue fundada en Santa Marta
el 2 de febrero de 1608 por el canónigo de la Catedral de Santa Marta
Francisco de Godoy y Cortesía con el nombre de “La Florida San Pedro
Alejandrino”; en memoria del mártir español Pedro Godoy.
Con el transcurrir del tiempo y la historia, la hacienda cambia 15
veces de propietarios; entre los cuales destacan apellidos como
Mondragón, Orozco, Zubiría, De Mier entre otros. El 9 de enero de 1808
don Faustino de Mier y Theran compró la hacienda por $11.773 pesos oro,
pero años más tarde le fue confiscada dicha propiedad por no colaborar
con la causa patriota. A finales de la segunda década del siglo XIX esta
hacienda fue adjudicada al hidalgo español Don Joaquín de Mier y
Benítez, hombre de negocios, quien intensificó los cultivos de caña de
azúcar para la producción de la panela, el ron y la miel. Al fallecer
Don Joaquín de Mier en 1861, heredó la hacienda su hijo Manuel Julián de
Mier, quien continuo la costumbre de su padre de visitarla casi
diariamente; pero aconteció que algunos vecinos del pueblo de Mamatoco
querían impedir la entrada a San Pedro de las aguas que le pertenecían,
por lo cual Don Manuel Julián inició un pleito y contra ese abuso. Los
responsables, viéndose perdidos en el terreno legal, lo acecharon y
decidieron realizarle un atentado, cuando pasase por el río. La bestia
en que montaba se asustó y corrió, lo cual lo salvó de una muerte
segura. Después de ese atentado Don Manuel Julián no volvió a San Pedro
Alejandrino, y a partir de ese momento el ingenio entra en un proceso de
decadencia y abandono.
Posteriormente el 2 de febrero de 1891 el Departamento del Magdalena,
siendo gobernador el Doctor Ramón Goenaga compra 200 hectáreas de la
hacienda por la suma de $24.000 pesos oro con el ánimo de conservarla. Y
en 1891 se realizó la primera restauración para aproximarla al estado
que presentaba en 1830; años más tarde esta hacienda es declarada
Monumento Nacional Histórico.
Hoy en día es uno de los atractivos turísticos más importantes de la
ciudad de Santa Marta y es administrada por la Fundación Museo
Bolivariano de Arte Contemporáneo.
Las edificaciones en la Quinta de San Pedro Alejandrino están distribuidas de la siguiente manera:
Sector social o Residencial
Casa principal
Considerado el sitio más importante pues en una de sus alcobas fue donde falleció el libertador Simón Bolívar.
Dentro de esta casa principal se encuentran unos jardines internos que
le dan un estilo colonial a la hacienda. Las construcciones antiguas de
la Quinta de San Pedro Alejandrino se encuentran pintadas de color
amarillo ocre, entre ellas sobresale la casa principal; considerada como
el sitio más importante de esta hacienda, pues en una de sus alcobas
exhalo su último suspiro Simón Bolívar. Alrededor de la Casa Principal
se encuentran algunos árboles centenarios: un Samán, una Ceiba y dos
tamarindos. Estos últimos son los más mencionados por la tradición
histórica porque en medio de ellos colocaron la hamaca de Simón Bolívar
cuando llegó a la hacienda; estas especies de árboles, acompañada de la
variada flora y fauna presentes en la hacienda, constituyen la colección
viva del Jardín Botánico Quinta de San Pedro Alejandrino, el cual se
extiende sobre la totalidad de su área, con especies de plantas
pertenecientes al bosque seco tropical de la región.
En el Jardín Botánico se encuentran diferentes colecciones de plantas
entre las cuales se pueden mencionar las cactáceas, palmetum,
ornamental, xerofítica, maderable entre otras.
En la parte central del jardín hay una escultura pedestre del
Libertador en mármol de Carrara que fue hecha en Italia por el profesor
genovés Pedro Montarsolo Victorio; fue un regalo del Departamento del
Magdalena y se instaló el 2 de febrero de 1891. Durante los tiempos el
concepto de escultura ha variado; por ejemplo la obra del Libertador de
Pedro Montarsolo pertenece a los conceptos neoclásicos, donde se
retiraba material (Piedra), para de ahí sacar la figura y su temática
estaba ligada a los procesos de luchas políticas y libertadoras como
evento, referencia o testimonio de la época.
La casa principal se divide en trece salas o cuartos; y son los siguientes:
- Capilla u Oratorio: La Capilla donde reposan los restos del médico Alejandro Próspero Réverénd. En este lugar se encuentra la imagen de San Pedro Alejandrino patrono de la hacienda, la cual fue traída de Cádiz (España) por Francisco de Godoy.
- Sala principal: En la sala principal de la casa Quinta se encuentran algunas pinturas de los personajes de la historia de la hacienda: un óleo del Simón Bolívar, en él se observa la apariencia de Simón Bolívar para el año de 1812, esta obra es del artista español Ignacio Elizaran Txapartegi; también hay un óleo de Joaquín de Mier y otro de Alejandro Próspero Reverend. De igual forma se conserva un óleo, copia de la acuarela del inglés Edward Mark; artista que en 1842 plasmó el ambiente campestre que tenía la hacienda a la llegada del Libertador Simón Bolívar en el año de 1830.
- Alcoba: La alcoba es el sagrado recinto donde murió el Padre de la Patria Simón Bolívar, el 17 de diciembre de 1830 a la una de la tarde. En la actualidad se conserva la cama (catre de campaña) donde murió El Libertador cubierta por la bandera de Colombia, hay además un armario, una escupidera y un sillón de terciopelo rojo desde donde Bolívar dictó sus últimos legados el diez de diciembre de 1830, el Testamento y su Última Proclama, donde expresó:
- Colombianos,
- Habéis presenciado mis esfuerzos para plantear la libertad donde reinaba antes la tiranía. He trabajado con desinterés, abandonando mi fortuna y aun mi tranquilidad. Me separé del mando cuando me persuadí que desconfiabais de mi desprendimiento. Mis enemigos abusaron de vuestra credulidad y hollaron lo que me es más sagrado, mi reputación y mi amor a la libertad. He sido víctima de mis perseguidores, que me han conducido a las puertas del sepulcro. Yo los perdono.
- Al desaparecer de en medio de vosotros, mi cariño me dice que debo hacer la manifestación de mis últimos deseos. No aspiro a otra gloria que a la consolidación de Colombia. Todos debéis trabajar por el bien inestimable de la Unión: los pueblos obedeciendo al actual gobierno para libertarse de la anarquía; los ministros del santuario dirigiendo sus oraciones al cielo; y los militares empleando su espada en defender las garantías sociales.
- ¡Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad de la patria. Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la Unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro.
- Simón Bolívar. Hacienda de San Pedro, en Santa Marta, a 10 de diciembre de 1830.
Ambos documentos fueron tomados por el Dr. José Catalino Noguera, notario de Santa Marta,
De igual forma en la alcoba principal se observa un reloj de origen
alemán que detuvo en el tiempo el general Mariano Montilla tres minutos
cincuenta y cinco segundos después de la muerte del Libertador.
En una de las paredes de la alcoba donde muere Simón Bolívar se
conserva un óleo del artista colombiano Simón Celis, quien presenta al
Libertador con un carácter fuerte, en posición erguida dotado de una
marcada elegancia; este efecto es percibido a través del vestuario, el
cual tiene un color negro que connota elegancia, contrastando a su vez
con el color blanco del pantalón y de los guantes; a ello se suman las
aplicaciones en dorado que lleva la casaca del Libertador, demostrando
un Bolívar dotado de autoridad y poder.
- Biblioteca: Con libros mayoritariamente en francés, que le pertenecieron al Doctor Alejandro Próspero Réverénd. Recién llegado Simón Bolívar a la hacienda, Don Joaquín de Mier conduce al Bolívar a su humilde biblioteca, al ingresar a este recinto El Libertador sostiene una breve conversación donde le expresa: "Don Joaquín, su biblioteca no es humilde, atesora los más grandes escritos de la historia"; se refería a las obras Gil Blas de Santillana y El Quijote de la Mancha.
En la biblioteca se encuentran muebles de la época, algunos contienen
libros de autores franceses, ingleses, griegos, españoles e italianos;
grandes obras clásicas del siglo XVII. Se destacan: La Biblia Vulgata
Latina (Tomo 3 del A.T) 1819, Historia de las Indias escrita por Fray
Bartolomé de las Casas 1522, Historia Natural de Bufón 1792, Historia de
las Fiestas de la Iglesia de Joaquín Castellot 1788, también se
encuentran algunos libros que datan de 1800 a 1924 cuyos temas centrales
están relacionados con el periodo de independencia, historia
bolivariana, historia general de Colombia, filosofía y botánica, entre
otros.
- Cuarto de Baño: Hay una puerta lateral en la alcoba principal que conduce al cuarto de baño, en este lugar se conserva un bidé compuesto por un aguamanil de porcelana, las tazas sanitarias y una tina de mármol blanco italiano. El Médico expresa en sus memorias que Simón Bolívar recibía un baño emoliente tibio para su mejoría, los primeros días de estancia en la hacienda.
- Sala de Fumar: La sala de fumar, anteriormente conocida como sala de costuras, fue acondicionada como sala para fumadores a la llegada del Libertador, ya que su delicado estado de salud no le permitía inhalar fuertes olores. Se conserva además en este lugar una licorera con bordes de oro la cual perteneció a Don Joaquín De Mier y fue utilizada por Bolívar.
- Comedor: Se encuentra una mesa de extensión, 4 sillas cuyos fondos están tejidos en palma de iraca, parte de la vajilla de porcelana de sevres perteneciente a la familia de mier, estos artefactos están en una urna de vidrio para su mayor protección.
- Cocina:Es una cocina propia del siglo XVIII, encontramos un matate, que era una piedra donde se trituraban las especies, un pilón, 5 fogones y un horno con forma de iglú.
- Repostería: En este lugar se hacían los panes y postres de la época, hay dos jarrones de barro donde se almacenaba el agua para mantenerla a buena temperatura, también hay dos filtros con los cuales se purificaba el agua. En este lugar se realizó la necropsia al Libertador Simón Bolívar por su médico Alejandro Próspero Reverán en las horas de la tarde del 17 de diciembre de 1830 (Mismo día de la muerte del Libertador).
- Caballeriza: En la caballeriza se encuentra el coche Berlina, el cual trajo al libertador desde la actual Casa de la Aduana, antiguamente llamado Consulado Español hasta la Quinta el 6 de diciembre de 1830.
- Alcobas De Huéspedes: Había dos alcobas de huéspedes en la casa, pero estas actualmente se convirtieron en salas temáticas: Sala del Centenario y Sala de Independencia.
- Sala del Centenario: Recuerdos de la celebración del primer centenario de la muerte del Libertador.
- Sala de Independencia: Se encuentran imágenes de personajes ejemplares que apoyaron a Simón Bolívar y su causa, así como un oleo que representa la Batalla de Boyacá librada el 7 de agosto de 1819.
- Sala Bolivariana: Funcionó en este espacio la oficina de don Joaquín de Mier y Benítez, actualmente es un espacio donde se le rinde tributo al Libertador. Encontramos en ella una escultura tamaño real del Libertador, muchos objetos pertenecientes a su persona, un daguerrotipo de su matrimonio con María Teresa Rodríguez Del Toro, óleos de sus dos padres, María Concepción Palacios y Juan Vicente Bolívar y Ponte, y "La visión del peregrino" que es un óleo que plasma el sueño de su maestro Simón Rodríguez un año después de la muerte de Simón Bolívar.
Sector laboral
Este
conjunto hace parte de estas construcciones donde funcionó el viejo
ingenio en el cual se procesaba la caña de azúcar para la elaboración de
panela, miel y ron que era comercializado por la flotilla de barcos de Don Joaquín De Mier por todo el Caribe. Estas construcciones datan del siglo XVIII y comprenden a las siguientes edificaciones:
- Bagacera: lugar destinado al almacenamiento del desecho de la caña de azúcar, o bagazo.
- Trapiche: Es sin duda el más importante, es el símbolo de la producción panelera, pues allí se molía la caña, y se hacía la panela.Se caracteriza por sus gruesos muros de contención y su techo en forma de cónica
- Destilería: Aquí se destilaba en grandes calderas y alambiques la miel de la caña, para obtener el ron de caña.
- Sótano: Tenía como función albergar y guardar los barriles, para conseguir un mejor añejo.
El sector moderno
Altar de la Patria
Construido
en 1930 para honrar la memoria del Libertador Simón Bolívar al
cumplirse el primer Centenario de su muerte, durante el gobierno del
Doctor Enrique Olaya Herrera, el Altar de la Patria hace parte del
conjunto de edificaciones modernas de San Pedro Alejandrino.
La obra, de estilo republicano, fue diseñada por el arquitecto
Gustavo Santos Caballero y dirigida por el Arquitecto Colombo-Cubano
Manuel Carrerá. Las esculturas neoclásicas del interior, fueron
elaboradas por los artistas Augusto Rossi y Helmeregildo Luppi, formados
en la escuela del famoso escultor Pietro Tenerani en Roma.
El Altar de la Patria fue finalmente inaugurado en 1942 durante la Presidencia del Doctor Eduardo Santos.
Emplazada frente al altar se encuentra la Plaza de Banderas,
construida en 1980, rinde honores a Simón Bolívar al conmemorarse los
150 años de su muerte. Allí permanecen izadas todas las banderas de
América, como expresión del sueño de unidad continental.
Museo Bolivariano de Arte Contemporáneo
La idea de la creación de un Museo Bolivariano de Arte Contemporáneo en La Quinta de San Pedro Alejandrino surgió del artista Armando Villegas el 24 de julio de 1986,
y tuvo una gran acogida por los demás artistas que conformaban la Unión
Bolivariana. Contó con un respaldo unánime de las autoridades
regionales y con el apoyo del presidente de la república de Colombia, Belisario Betancur. De esta forma, la ordenanza del 23 de abril 27 de 1928
ofrececía a los países bolivarianos una parcela de tierra propia en San
Pedro Alejandrino, destinada a la construcción de monumentos. Este
museo fue inaugurado el 24 de julio de 1986 y es patrimonio cultural de las seis naciones.Y además hacer difusión Del patrimonio cultural de los países Bolivarianos
La colección del Museo Bolivariano
Es
el reflejo de nuestra América, una conjunción de culturas que tienen
sus nexos, pero a la vez también inmensas diferencias, a pesar de que
los llamados países bolivarianos se encuentran unidos por una historia
común, encontramos en sus manifestaciones plásticas convergencias y
divergencias que enriquecen ese acervo artístico que recoge el Museo
Bolivariano de Arte Contemporáneo en su colección permanente de pintura,
escultura y obra gráfica. Esta colección, nace en 1986 con la única
pretensión de recoger una muestra de la producción artística
contemporánea de los países bolivarianos (Venezuela, Colombia, Ecuador,
Perú, Bolivia y Panamá), que rindiera tributo al Libertador Simón
Bolívar en la Quinta de San Pedro Alejandrino.
La colección del Museo Bolivariano no abarca todo el universo
plástico del llamado arte latinoamericano, pero si encontramos aquí
ejemplos notables de movimientos y tendencias que van desde aquellos
influenciados por el Indigenismo que nace en México y se expande por
toda América Latina proclamando nuestra identidad, hasta las corrientes
más abstractas que nos llegan con las vanguardias europeas, se
establecen en las academias de arte del continente y nos introducirán en
la modernidad. Podemos aproximarnos a esta colección de arte tan
heterogénea, que aparentemente solo se encuentra unida por ideales y
tratados políticos; retomando el mapa cultural de América Latina,
ubicando los puntos de unión donde nuestra identidad permite delimitar
problemáticas y búsquedas comunes a los artistas plásticos de los países
bolivarianos; Recorriendo caminos que nos llevan desde las raíces y
toda esa influencia precolombina presente en la obra de artistas como
Antonio Grass (n. 1937), y Enrique Tábara (n.1930) que nos recuerdan
nuestra herencia ancestral, y que es retomada con más fuerza en la obra
de Eduardo Kingman (n.1913), Oswaldo Guayasamín (1919-2000), y Luis
Alberto Acuña (n.1904-198 ) quienes lideraran los movimientos de pintura
indigenista en Ecuador y Colombia respectivamente. Paralela a esta
corriente la tradición decimonónica y académica, que se manifiesta en la
pintura de género sea retrato, bodegón o paisaje tiene gran presencia
en la colección, podemos citar la obra de Gonzalo Ariza (n.1912- 1995),
quien cultiva el género del paisaje con un manejo acertado de la luz,
tradición aprendida de los maestros japoneses durante su estancia en el
lejano oriente. El retrato es un tema reiterado en la colección del
museo, en este género destacan tres cartageneros importantes Enrique
Grau (n.1920-2004), Darío Morales (1944- 1988) y Alfredo Guerrero
(n.1936). Grau, mantiene un estilo propio en la ejecución, figuras
andróginas de trazos firmes que denotan una dureza en los rostros que
caracteriza su producción. Morales por su parte es un dibujante
consumado, cultivador del detalle hasta llegar al hiperrealismo,
exaltando la feminidad en cada uno de sus trabajos; al igual que
Guerrero quien con un preciosismo exquisito define detalles de la forma y
la figura femenina. Debemos mencionar también la obra de René
Portocarrero (1912-1985) artista cubano que hace evocaciones elegantes
de temas propios de la isla y su cotidianidad con gran maestría.
Por ser este museo, Bolivariano, no faltan los retratos de Simón
Bolívar que ha sido motivo de inspiración para muchos artistas, quienes
nos revelan diferentes facetas del Libertador. Destaca como una de las
obras más importantes de la colección el óleo sobre lienzo de Alejandro
Obregón (1920-1992) titulado Don Simón en San Pedro Alejandrino, pintado
especialmente para este museo en el año de 1986, Obregón retrata al
Libertador en sus últimos días, hace una visión del General que no
encontró salida a su laberinto y pasa a la eternidad y la gloria en San
Pedro Alejandrino. Encontramos otros retratos de Bolívar realizados por
Jorge Elías Triana (1921-1998), Gustavo Zalamea, German Tessarollo y
Antonio Frío, entre otros.
La pintura de abstracción está representada ampliamente, diferentes
tendencias dentro de lo que conocemos como el arte informal se
encuentran dentro del acervo del museo. Obras como la de la venezolana
Luisa Richter (n.1928) o la colombiana Patricia Tavera (n.1945) donde la
materia supera el concepto, el color a la forma y la textura al signo;
abren nuevas y amplias posibilidades a la expresión plástica. Un
abstraccionismo donde la forma es más sutil con recurrencias a la
figuración y la forma está presente en la obra de los peruanos Fernando
De Szyszlo (n.1925) y Alberto Dávila (1912-1988). Que unidos a Alfredo y
Olga Sinclair (n.1957) de Panamá y los colombianos Manuel Hernández
(n.1928) y Carlos Rojas (n.1933 - 1997) constituyen un grupo importante
de pintores abstractos latinoamericanos, que se han ubicado muy bien
dentro del mercado del arte. Por su parte la abstracción geométrica que
en Latinoamérica tuvo un gran auge con los constructivistas de la
llamada “Escuela del Sur”, dirigida por Joaquín Torres-García
(1874-1949), en Uruguay creo un movimiento que se expandió hacia el
norte, vemos su influencia la producción de artistas como Jorge Riveros
(n. 1934) y Omar Rayo (n.1928) donde la forma geométrica se combina en
innumerables permutaciones creando imágenes basadas en los mismos
elementos pero siempre diferentes.
No podemos dejar de lado los ismos, de los cuales recibimos pequeños
coletazos de esa intensa actividad que estremeció a Europa durante el
siglo XX. Y que también podríamos considerar como propia, ya que se
desarrolla un movimiento importante en Venezuela con el trabajo de Jesús
Rafael Soto (n.1923 - 2005), Carlos Cruz Diéz (n.1923) y Alejandro
Otero (1921-1990), estos dos últimos presentes también en nuestra
colección y que trascenderá en la historia del arte como cinetismo.
El regreso fuerte de la figuración después del dominio que tuvo la
abstracción, marca el trabajo de Juan Antonio Roda (n.1929- 2003) ,
Armando Villegas (n.1928), Ángel Loochkartt (n.1933), Manuel Chong Neto
(n.1927), Brooke Alfaro (n.1949), y Alicia Viteri (n.1946). Estos
artistas plantean nuevas visiones acerca de la figura humana y su
entorno. Estas lecturas a veces difíciles, se caracterizan por fuertes
dosis de expresionismo en el trazo; y la creación de personajes
característicos como el Príncipe Prospero de Alicia Viteri o los Congos
de Loochkartt que narran historias particulares. Otros artistas
figurativos de la colección son Santiago Cárdenas (n.1937), presente con
una de sus pizarras; Darío Ortiz Robledo(1968)con
una obra de su serie sobre la condición humana. Pedro Alcántara (n.
1942), Augusto Rendón (n.1933) y Humberto Giangrandi (n.1943) estos
últimos comprometidos fuertemente con lo social. Maripaz Jaramillo (n.1948), y Regulo Pérez (n.1927) quienes trabajan la deformación de la figura como elemento de expresión plástica.
La colección de esculturas emplazada en los jardines del Museo y en
el teatro al aire libre Joaquín de Mier y Benítez, está encabezada por
una pieza de Eduardo Ramírez Villamizar (n.1923 - 2004), titulada
“Caracol Caribe”. Villamizar al igual que Edgar Negret (n.1920),
muestran en sus construcciones una gran influencia por las culturas
precolombinas más específicamente la cultura Inca del Perú, a donde han
realizado viajes de estudio y han plasmado sus vivencias en las obras
“Manto Emplumado” y “Machu Pichu” de Ramírez Villamizar y Negret
respectivamente. La obra de Marina Núñez del Prado (n.1921-1995), Cóndor
y el Ave de Alicia Tafúr (n.1934), nos recrean una fauna escultórica
por así llamar a esas formas zoomorfas estilizadas que salen de la mano
de estás dos escultoras. Destaca también el trabajo en piedra del
peruano Benito Rosas (n.1952), reconocido artista por su manejo acertado
de la piedra creando formas con bastante movimiento y textura.
Complementan esta colección trabajos de John Castles, Cecilia Ordóñez,
Elma Pignalosa y Nelly Sarmiento, entre otros.
El Museo Bolivariano tiene también una colección de obra gráfica,
fotografía y dibujo que por motivos de conservación se exhibe
temporalmente. Conforman esta colección un dibujo en gran formato de
David Manzur (n.1929) titulado “homenaje a una pared colonial”. Un
desnudo de Alfredo Guerrero. Dos proyectos para un mural de Álvaro
Barrios (n.1945) con su estilo propio influenciado por el pop art y el
comic. Además de obras de Cesar Bravomalo y Alejandro Otero entre otros.
En las diferentes técnicas de grabado encontramos obra de Juan Cárdenas
(n.1939), Teresa Cuellar conocida como Teye, Alicia Viteri y Minerva
López. La acuarela que ha sido una de las preocupaciones del museo
también hace parte de nuestro acervo, encontramos trabajos del cubano
Roberto Fabelo (n.1950), del maestro mexicano Alfredo Guati Rojo y entre
los colombianos obras de Luis Paz (n.1937), Zarita Abello y Roberto
Angulo. La colección de fotografía y reúne la obra de los colombianos
Luis Guillermo Martínez, Mónika Herran, Pakiko Ordóñez y Fernell Franco, entre otros.
Jardín Botánico Quinta de San Pedro Alejandrino
La idea de crear un jardín botánico se remonta a los años 60 por el
cienagero Rafael romero castañeda, quien deseaba crear un arboletum o
conjunto de plantas y árboles maderables.
Sin embargo hasta el año 2005, con un convenio entre la facultad de
biología de la Universidad del Magdalena y la Fundación Museo
Bolivariano de Arte Contemporáneo (Administración de la Quinta de San
Pedro Alejandrino), cuando se crea el jardín botánico de La Quinta de
San Pedro Alejandrino la cual presenta una variada vegetación, ya que
toda la flora presente consta de especies introducidas y también
autóctonas. Hay algunos árboles con más de 70 años de edad, junto con
otros aún mayores (incluso hay 4 centenarios) situados en el corazón de
la hacienda. En homenaje a Simón Bolívar, muchos países han regalado al jardín varios árboles típicos de cada país, entre los cuales se encuentran una palmera de Cuba y otra de las islas Hawái.
Hay animales que se introdujeron para que hubiese un mejor ambiente en
la hacienda, que conserva todas las clases de bosques: secos,
tropicales, junglas, etc.
Más información sobre el Jardín Botánico de la Quinta de San Pedro Alejandrino en: http://www.museobolivariano.org.co/jardin
Horarios, Tarifas y Recomendaciones de Ingreso
Horarios
El horario en taquilla, en temporada baja, es de domingo a domingo de 9:00 a.m. a 4:30 p.m.
Los espacios de interés al visitante, en temporada baja, se cierran
una hora después del cierre en taquilla, es decir, a las 5:30 p.m.
El horario en taquilla, en temporada alta, es de domingo a domingo de 9:00 a.m. a 5:30.p.m.
Los espacios de interés al visitante, en temporada alta, se cierran
30 minutos después del cierre en taquilla, es decir a las 6:00 p.m.
Los días 24 y 31 de diciembre cerramos a la 1:00 p.m. Sin excepciones.
No abrimos el primero de enero.
El horario en cafetería es de 9:00 a.m. a 6:00 p.m.
La temporada alta va del 16 de diciembre 2016 al 14 de enero 2017, en
Semana Santa aplica del 8 de abril al 16 de abril de 2017, en temporada
de vacaciones de mitad de año la temporada alta aplica de junio 17 a
julio 20 de 2017. No aplica durante la temporada de vacaciones de
octubre conocida como semana de receso.
Tarifas
Los
interesados en conocer las tarifas vigentes de ingreso a la Quinta de
San Pedro Alejandrino, deben visitar el sitio web oficial www.museobolivariano.org.co/tarifas.
Recomendaciones
La
Quinta de San Pedro Alejandrino Alejandrino, el Jardín Botánico Quinta
de San Pedro Alejandrino y el Museo Bolivariano de Arte Contemporáneo
son lugares donde se rinde culto a la memoria del Libertador Simón
Bolívar, por lo tanto, no se permitirá el ingreso a personas en estado
de embriaguez o bajo el efecto de sustancias psicoactivas, ni a
visitantes sin camisa, con calzado inadecuado, en traje de baño o
mojados. La administración se reserva el derecho de admisión.
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