dimarts, 27 de juny del 2017

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Japón (en japonés: 日本, Nihon o Nippon), oficialmente Estado de Japón (日本国, Acerca de este sonido Nihon-koku o Nippon-koku), es un país soberano insular del este de Asia. Situado en el océano Pacífico; tiene al oeste el mar del Japón, China, Corea del Norte, Corea del Sur y Rusia, al norte el mar de Ojotsk y al sur el mar de China Oriental y Taiwán. Los caracteres que componen el nombre de Japón significan «el origen del sol», motivo por el que el país también es conocido como la Tierra del Sol Naciente.
Japón es un archipiélago de 6852 islas. El Área del Gran Tokio en la isla de Honshū, donde está la ciudad de Tokio, capital de facto de la nación, es la mayor área metropolitana del mundo, con más de treinta millones de residentes.
Los restos arqueológicos indican que el ser humano ha vivido en Japón desde el Paleolítico superior. La primera mención escrita de las islas se encuentra en textos de la antigua China del siglo I d. C. La historia de Japón ha alternado periodos de influencia extranjera con otros muy prolongados de aislamiento total. Desde el siglo XII hasta 1868 Japón estuvo gobernado por sucesivos shogunatos militares que ejercían el poder en nombre del emperador. En el siglo XVII el país entró en un largo periodo de aislamiento que no terminó hasta mediados del siglo XIX. Después de casi dos décadas de conflictos internos e insurrecciones se restauró al emperador Meiji como jefe del Estado en 1868 y se proclamó el Imperio del Japón.
A finales del siglo XIX y principios del XX, los éxitos en la Primera guerra sino-japonesa, en la guerra ruso-japonesa y en la Primera Guerra Mundial permitieron a Japón expandir su imperio y fortalecer sus fuerzas armadas. La Segunda guerra sino-japonesa que se inició en 1937, acabó formando parte de la Segunda Guerra Mundial desde 1941, conflictos que terminaron tras los bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki en 1945. Desde la adopción de la constitución revisada en 1947, Japón ha mantenido una monarquía constitucional unitaria con un emperador y un órgano de gobierno democrático llamado Dieta.
Japón es desde hace varias décadas, una de las grandes potencias económicas mundiales y en la actualidad es la tercera mayor economía de acuerdo a su PIB. Asimismo, es el cuarto mayor exportador e importador de mercancías. Aunque Japón renunció oficialmente a su derecho a declarar la guerra tras la Segunda Guerra Mundial, posee unas modernas fuerzas armadas y el quinto mayor presupuesto militar mundial7 para su autodefensa y el mantenimiento de la paz.
Es miembro de la Organización de las Naciones Unidas, el G8, el G4 y la APEC. Japón es el segundo país con la menor tasa de homicidios, solo por detrás de Singapur, las mujeres japonesas tienen la segunda mayor esperanza de vida y, según la ONU, el país presenta la tercera menor mortalidad infantil del mundo.





Etimología

El nombre Japón (Nippon/Nihon 日本, significado literal: «el origen del sol») tiene un origen chino: pinyin rì běn, Wade-Giles jih pen, el oriente, el lugar desde donde sale el sol. El carácter 日 es la evolución de un círculo con un punto central que representa al sol, y 本 representa la raíz de un árbol y también tiene el significado de origen. La expresión «país del sol naciente» hace referencia a esta etimología del nombre en japonés.
El nombre en japonés, Nippon, es utilizado en sellos y en eventos deportivos internacionales, mientras que Nihon se usa comúnmente dentro de Japón. La versión occidental y española, Japón, proviene del nombre chino. La palabra empleada en el idioma chino mandarín para denominar al país fue registrada por Marco Polo como Cipangu, probablemente su transliteración de rìběnguó (Wade-Giles jih pen kuo). En el idioma malayo la palabra china se transformó en Japang y fue más tarde adoptada por los mercaderes portugueses en el siglo XVI. Estos últimos fueron los primeros en llevar el nombre a Europa.

 

Historia

Vista del Byōdō-in (1053). Registrado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.
 
 
Una antigua pintura japonesa representando una batalla durante el Período Sengoku (1467–1615).
 
 
Un samurái con su armadura (1860).
 
 
Expansión japonesa (1870–1942)
 
 
Según la leyenda descrita en el Kojiki y en el Nihonshoki, Japón fue fundado en el siglo VII a. C. por el emperador Jinmu. Durante los siglos V y VI, el sistema caligráfico chino y el budismo fueron introducidos junto con otras costumbres chinas a través de la península coreana o directamente desde China. Los emperadores fueron gobernantes oficiales, pero el verdadero poder permanecía generalmente en manos de poderosas cortes nobles, regentes o shogunes (gobernadores militares).
Durante el siglo XVI, mercaderes de Portugal, de los Países Bajos, de Inglaterra y de España llegaron a Japón y fundaron misiones cristianas. En 1549, llegó a Japón para predicar el cristianismo el misionero español jesuita San Francisco Javier tras desembarcar en Kagoshima, Kyūshū, aprovechando las rutas comerciales portuguesas. A comienzos del siglo XVII, el shogunato comenzó a sospechar de las misiones cristianas, considerándolas precursoras de una conquista militar por fuerzas europeas y, como medida de protección, ordenó el cierre de Japón a toda relación con el mundo exterior a excepción de contactos restringidos con mercaderes chinos y neerlandeses en la ciudad de Nagasaki. Este aislamiento se prolongó durante 251 años, hasta el año 1854, en que el comodoro estadounidense Matthew Perry forzó la apertura del Japón a Occidente bajo el Tratado de Kanagawa.
Durante un largo período, el restablecido contacto con Occidente provocó cambios en la sociedad japonesa. Tras un fuerte conflicto civil denominado guerra Boshin, el shogunato fue obligado a renunciar y el poder fue devuelto al emperador. La Restauración Meiji de 1868 inició varias reformas. El sistema feudal fue abolido y numerosas instituciones occidentales fueron adoptadas, incluyendo un sistema legal y de gobierno occidentales, junto con otras reformas en lo económico, social y militar que transformaron a Japón en una potencia mundial de nivel medio-alto. Como resultado de la Primera Guerra Sino-Japonesa y de la Guerra Ruso-Japonesa, Japón anexionó Taiwán, Corea y otros territorios a su imperio en expansión.
Así se afianzó de manera definitiva como una potencia mundial y la única de Asia. Después de la Primera Guerra Mundial, 1918, Japón ocupaba una sólida posición en el Lejano Oriente; contaba con la Armada más poderosa de la zona, ejercía gran influencia sobre China y se había beneficiado económicamente de la guerra (se ocupaba de los pedidos de los países asiáticos, a los que el resto de las potencias no lograban atender).
Durante la década de los años 1920, surgieron problemas que la democracia no pudo resolver. Por un lado, los grupos más conservadores como la milicia, los pares, etc. que se encontraban posicionados en la cámara alta del parlamento y en el Consejo, consideraban que la democracia era muy débil. La corrupción dentro del gobierno era insostenible, las acusaciones entre los miembros de la Cámara Baja provocaban continuamente disturbios. El auge comercial que había alcanzado tras la Primera Guerra Mundial disminuyó cuando en 1921, Europa comenzó su recuperación. Tuvo nefastas consecuencias de la Gran depresión, aumento de las tarifas de los países extranjeros para los productos japoneses y la pobreza que se vio reflejada en el norte donde los humildes campesinos culpaban al gobierno nipón de sus desdichas (muchos aldeanos se sumaron al ejército). La suma de estos problemas y la actitud de China, tratando de desplazar los negocios japoneses, derivó en la invasión a Manchuria (septiembre de 1931). Esta invasión se produjo sin la autorización del gobierno nipón.
Cuando el primer ministro Inukai reprobó los actos extremistas, fue asesinado por un grupo de oficiales de marina (15 de mayo de 1932), y su sucesor consideró que debía apoyar las acciones del ejército y así fue que durante los 13 años siguientes: el gobierno adoptó un estricto control de la educación, fortalecimiento del arsenal bélico y una política exterior agresiva orientada a conquistar territorios. Esto culminó en una nueva invasión de Manchuria, desatando la Segunda Guerra Sino-Japonesa.
Japón atacó la base naval estadounidense de Pearl Harbor en diciembre de 1941, lo cual llevó al país norteamericano a declarar la guerra al Imperio Japonés en el marco de la Segunda Guerra Mundial. Después de una larga campaña en el Pacífico, Japón perdió Okinawa y fue forzada a retroceder a las cuatro islas principales. El ejército estadounidense atacó Tokio, Osaka y otras ciudades con bombardeos estratégicos convencionales y en Hiroshima y Nagasaki con dos bombas atómicas. Japón finalmente aceptó la capitulación incondicional ante el ejército estadounidense el 15 de agosto de 1945 dando con ello fin a la guerra.
Finalizado el conflicto, el ejército estadounidense ocupó el territorio japonés hasta 1952, tras lo cual Japón comenzaría una muy importante recuperación económica que devolvería la prosperidad al archipiélago. Okinawa permaneció ocupada hasta 1972, y actualmente el ejército estadounidense mantiene un centenar de bases en este país. El 17 de enero de 1995 el terremoto de Kōbe causó la muerte de 6433 personas. Durante marzo del mismo año la secta Verdad Suprema llevó a cabo un ataque en el metro de Tokio que causa la muerte a 12 personas y heridas a más de 1000. En octubre de 1998, se condena con la sentencia de cadena perpetua al máximo responsable de la secta, y pena capital a otro de los miembros fundadores. Más tarde, un nuevo ataque terrorista en el aeropuerto de Narita hizo peligrar la celebración de los Juegos Olímpicos de Nagano 1998. La autodenominada Asociación Revolucionaria de Trabajadores no hizo reivindicaciones del hecho y las competiciones se celebraron tal y como estaban previstas en febrero de 1998.
El Partido Democrático de Japón obtuvo una clara victoria en las elecciones generales de 2009, obteniendo 300 escaños de los 480 disponibles.
El 11 de marzo de 2011, a las 2:46 en el epicentro, Japón se vio azotado por un terremoto de 9.0 en la escala sismológica de magnitud de momento, el terremoto de mayor magnitud de su país en 140 años. El epicentro del temblor fue en la costa del este de Honshū, provocó un violento tsunami con olas de 10 metros. Se calcula que la catástrofe dejó más de 14 070 pérdidas humanas, 23 100 desaparecidos y pérdidas económicas por más de 150 mil millones de euros, según datos del gobierno nipón. Este terremoto causó muchos problemas a las centrales nucleares de Japón y provocó grandes fugas radiactivas. Una de las centrales afectadas gravemente fue la central de Fukushima.


Etnia ainu

El 27 de marzo de 1997, el poder legislativo reconoció oficialmente a la etnia ainu como aborígenes autóctonos de Hokkaidō, en lo que suponía la primera consideración de minoría étnica del archipiélago pero el acto fue solamente simbólico, ya que se había inaugurado ese año la presa cuya expropiación de terrenos disparó las reclamaciones ainúes.


Sociedad

Igualdad
En el siglo XXI las japonesas continúan la batalla por un espacio legal, político, económico y social recientemente conquistado más allá del papel secular como responsables de la transmisión de los valores que históricamente han tenido. En la década de los setenta las japonesas comenzaron a tener un protagonismo real en el desarrollo del país, pero fue a principios de los noventa con la crisis económica que azotó el país cuando comenzó su «revolución». Las jóvenes aprovechando las grietas en la sociedad por el sentimiento de crisis rompieron parte de sus ataduras.


Yuriko Koike (ministra de Defensa de Japón) y Condoleezza Rice (secretaria de Estado de EE. UU.) en 2007
 
 
La Constitución de 1946 reconoció la igualdad de todos los ciudadanos sin discriminación por raza, credo, sexo, condición social o linaje. En 1985 se promulgó la Ley de Igualdad de Oportunidades, en 1992 la Ley de Baja Maternal y en 2001 la Ley para la Prevención de la Violencia Conyugal, leyes que permitieron a las mujeres japonesas tener las mismas medidas de protección legal que las europeas o las norteamericanas aunque en la práctica ninguna de las dos primeras leyes mencionadas incluye una penalización para las empresas en caso de incumplirlas.
En 2016 el mundo empresarial japonés las mujeres son apenas el 7 por ciento en los puestos de mando frente al, por ejemplo, 23 por ciento en Estados Unidos. Según un estudio de Goldman Sachs la economía nipona crecería un 15 por ciento si ellas se incorporan al proceso de producción.
Las mujeres japonesas lograron el voto en 1946, pero 70 años después poco han avanzado en el Parlamento. En 2014 tan solo 45 de los 475 escaños estaban ocupados por mujeres. En 2016 seguían infrarepresentadas con un 9,5 % en la cámara que sitúa a Japón en el último puesto del ranking de los 20 países más ricos del mundo.
En 2016 por primera vez una mujer en la historia fue elegida gobernadora de Tokio, Yuriko Koike. Una década antes, en 2007, Koike fue la primera mujer al frente del Ministerio de Defensa de Japón.


Religión

El santuario sintoísta de Itsukushima. Patrimonio Mundial de la Humanidad.
 
 
Los japoneses incorporan los rasgos de muchas religiones en sus vidas diarias en un proceso conocido como sincretismo. Las calles japonesas se decoran en las fiestas de Tanabata, Obon, Halloween y Navidad. Una oración popular cuando se tienen problemas es «Kami-sama, Hotoke-sama, dōka otasuke kudasai.» («Dios y Buda, ayudadme de alguna forma, por favor»), que parece implicar una creencia sincretista. Muchas personas, sobre todo aquellas pertenecientes a generaciones jóvenes, sienten que las religiones son parte de la cultura tradicional.
El budismo es la religión mayoritaria; el sintoísmo fue religión oficial del país hasta el siglo VII y actualmente es la segunda religión en número de seguidores. Debido a la influencia histórica de China, también hay confucianos, taoístas, etc. También se practica el cristianismo, principalmente en sus formas de protestantismo y catolicismo, aunque es una religión minoritaria.
Además de sus religiones, las supersticiones japonesas están bastante extendidas en Japón y son utilizadas para enseñar lecciones prácticas sobre diferentes aspectos de la vida.


Cultura

La gran ola de Kanagawa. Una de las piezas de arte japonesa más reconocida en el mundo.

Geishas con el tradicional kimono.
 
 
La cultura japonesa ha evolucionado de manera considerable en los últimos años, desde el país original de la cultura Jōmon a su cultura contemporánea, que combina las influencias de Asia, Europa y Estados Unidos. Las artes tradicionales incluyen la artesanía (ikebana, origami, ukiyo-e, muñecos, lacas, alfarería), actuaciones (bunraku, Kabuki, Noh, rakugo), tradiciones (ceremonia del té, Budō, la arquitectura, los jardines, las espadas) y cocina.
La fusión entre la impresión tradicional en madera y el arte occidental condujo a la creación del manga, un formato japonés de Historieta popular dentro y fuera de Japón. El manga ha influido la animación para la televisión y el cine dando origen al anime y el llamado live action movie, normalmente filmes o teleseries encarnadas por actores y basados en series de animación populares. Las consolas de videojuegos japonesas han prosperado desde el decenio de 1980.
La música de Japón es ecléctica, después de haber tomado prestados los instrumentos, las escalas y estilos de las culturas vecinas. Instrumentos, como el koto, se introdujeron durante los siglos IX y X. El recitativo acompañado del teatro Nō fechan del siglo XIV y la música folclórica popular, con la guitarra shamisen, desde el XVI. La música occidental, presente desde finales del siglo XIX, ahora forma parte integrante de la cultura japonesa. Después de la Segunda guerra mundial, Japón ha sido influido por la música moderna de estadounidenses y europeos, lo que ha dado lugar al J-Pop.
El karaoke es la actividad cultural más ampliamente practicada. En noviembre de 1993, un estudio realizado por la Agencia de Asuntos Culturales encontró que ese año, eran más los japoneses que habían cantado karaoke, que los que habían participado en manifestaciones culturales tradicionales, tales como arreglos florales o la ceremonia del té.
Las primeras obras de la literatura japonesa incluyen Kojiki y Nihonshoki, dos libros de historia y el Man'yōshū, un libro de poemas del siglo VIII, todos escritos en caracteres chinos. En los primeros días de la era Heian, el sistema de transcripción conocido como kana (Hiragana y Katakana) fue creado como fonogramas. Kaguya es considerada la más antigua descripción en japonés. Makura no Sōshi, una reseña de la vida en la corte de Heian, es un libro escrito por Sei Shōnagon. Del siglo XI data la primera novela japonesa, su autora fue una mujer, Murasaki Shikibu, la obra, Genji Monogatari (Leyenda de Genji), a menudo ha sido descrita como la primera novela del mundo. La era Meiji, durante el cual la literatura japonesa integró influencias occidentales, vio el declive de las formas literarias tradicionales. La obra que marcó definitivamente el modelo literario de la literatura japonesa moderna fue Shōsetsu Shinzui (La esencia de la novela, 1885) de Tsubouchi Shōyō. Su díscipulo Futabatei Shimei es considerado como el creador de novela japonesa moderna. Otros autores importantes de la misma época fueron Mori Ōgai, Higuchi Ichiyō, Ishikawa Takuboku, Masaoka Shiki y, el que quizá sea el más conocido de este período, Natsume Sōseki. Posteriormente destacaron Akutagawa Ryūnosuke, Tanizaki Jun'ichirō, Yasunari Kawabata, Yukio Mishima y, más recientemente, Haruki Murakami. Cuenta además con dos premios Nobel, los autores Yasunari Kawabata (1968) y Kenzaburo Oe (1994).




 

Gastronomía

 La gastronomía de Japón como cocina nacional ha evolucionado en los siglos a causa de muchos cambios políticos y sociales. En la Edad Antigua la mayoría de la cocina estaba influenciada por la cultura china. La cocina cambió con el advenimiento de la Edad Media, que marcó el comienzo de un abandono del elitismo con la normativa del shogunato. Al principio de la Edad Moderna ocurrieron grandes cambios que introdujeron en Japón la cultura occidental.

El término moderno «comida japonesa» (nihon ryōri, 日本料理) o washoku (和食, washoku) se refiere a dicha comida al estilo tradicional, similar a la que existía antes del final del aislamiento nacional de 1868. En un sentido más amplio de la palabra, podrían incluirse también alimentos cuyos ingredientes o modos de cocinarlos fueron introducidos, posteriormente, del extranjero, pero han sido desarrollados por japoneses que los han hecho suyos. La comida japonesa es conocida por su énfasis en la estacionalidad de los alimentos (旬, shun), calidad y presentación de sus ingredientes.
Hay muchas opiniones sobre qué es fundamental en la cocina japonesa. Muchos piensan que el sushi o las comidas elegantes estilizadas del formal kaiseki se originaron como parte de la ceremonia del té. Muchos japoneses, sin embargo, piensan en la comida cotidiana de la gente japonesa, en especial la que existió antes del final de la Era Meiji (1868-1912) o antes de la Segunda Guerra Mundial. Pocos japoneses urbanos modernos conocen su gastronomía tradicional.

 




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