La Colonia Güell es una pequeña colonia obrera situada en el término municipal de Santa Coloma de Cervelló (Barcelona). Está considerada uno de los referentes para estudiar la arquitectura de Antoni Gaudí y es también uno de los conjuntos modernistas y atractivos turísticos más importantes de Cataluña.
A diferencia de la gran mayoría de colonias industriales de Cataluña, Eusebi Güell
procuró mejoras sociales para los trabajadores y aplicó su condición de
mecenas de la cultura. Así, dotó a la Colonia Güell de equipamientos
culturales y religiosos, e incorporó la corriente modernista a las
nuevas construcciones. Destaca especialmente la iglesia diseñada por el
propio Antoni Gaudí, inacabada pero que asienta las bases de lo que
sería la Sagrada Familia de Barcelona.
Debido a la riqueza patrimonial del conjunto, en 1991 la Colonia Güell fue declarada Bien de Interés Cultural y se estableció la protección de los edificios más relevantes, así como de las características generales de edificación.
Historia
Comenzó a formarse en 1890
por iniciativa del empresario Eusebi Güell en su finca Can Soler de la
Torre, y allí trasladó la industria textil que tenía ubicada en Sants
(Barcelona). El interés por alejarse de los conflictos sociales
presentes en la ciudad hizo que la nueva industria textil de Güell,
-equipada con la más moderna tecnología de la época- se plantease en el
marco de una colonia industrial con las casas de los obreros al lado de
la fábrica, integradas en la misma propiedad. Todavía hoy constituye un
núcleo urbano con personalidad propia, aunque su vida social y económica
ya no está tutelada por la empresa.
El proyecto de colonia obrera ideado por Güell disponía de
hospital, fonda, escuelas, comercios, teatros, cooperativa y capilla,
además de las fábricas y las viviendas de los obreros. Gaudí se encargó
de la planimetría del conjunto, para lo que contó con la colaboración de
sus ayudantes Francisco Berenguer, Juan Rubió y José Canaleta. Personalmente se encargó del diseño de la iglesia, de la que sólo se construyó la cripta, ya que a la muerte del conde Güell en 1918 sus hijos abandonaron el proyecto.
El resto de edificaciones corrieron a cargo de los colaboradores
de Gaudí: Francesc Berenguer construyó la Cooperativa (con Joan
Rubió,1900) y la Escuela (con su hijo Francesc Berenguer i Bellvehí,
(1912-1917); Joan Rubió construyó diversas casas particulares, como Ca
l'Ordal (1894) y Ca l'Espinal (1900); Francesc Berenguer construyó
asimismo el Centro Cultural Sant Lluís (1915-1917) y la Casa parroquial
(1917).
El movimiento sindical y las reivindicaciones obreras también llegaron a la Colonia. Con el inicio de la Guerra Civil en 1936
la fábrica fue colectivizada y gestionada por sus trabajadores. Acabada
la guerra fue restituida a la familia Güell, la cual en 1945 la vendió a
la familia Bertrand Serra.
Los años siguientes, la Colonia mantuvo la producción industrial y
la personalidad de núcleo urbano bien diferenciado del pueblo de Santa
Coloma de Cervelló. Este último fue creciendo hasta superar en población
a la Colonia, hacia los años sesenta.
La fábrica cerró en 1973
en el marco de una crisis generalizada del sector textil
produciendo un fuerte impacto social en la Colonia. En los años
posteriores la propiedad se fue vendiendo: la fábrica en fracciones a
empresas diversas, las casas a sus habitantes y los equipamientos y
terrenos del entorno a instituciones públicas.
En el año 2000 comenzaron las obras de restauración del recinto
industrial para convertirlo en un parque de negocios con capacidad para
albergar hasta 6.000 empleados. En el proyecto colaboró Óscar Tusquets,
arquitecto que también participó en proyectos como la ampliación de la
Facultad de Medicina de Barcelona y la remodelación del Palacio de la Música Catalana.
En la actualidad, los trabajos de restauración del edificio Filatures y
Tint Vell han finalizado y albergan en sus oficinas empresas como F. Iniciativas, Sodexo, y Adding Plus.
Arquitectura de la Colonia Güell
La
Colonia Güell está considerado un referente dentro del conjunto de
colonias industriales existentes. Destaca por el hecho que posee una
buena muestra del estilo modernista aplicado al ámbito de la
arquitectura civil e industrial.
En la Colonia Güell aparecen los indicios más característicos de
este movimiento. De un lado la utilización del ladrillo visto como
reivindicación de una arquitectura popular y tradicional catalana, y por
otro, la incorporación de nuevas técnicas y nuevos materiales
constructivos como el hierro o la cerámica.
Los edificios de Antoni Gaudí
El trabajo de Gaudí se centró en el edificio de la Cripta. Ésta
supone un punto culminante en la obra creativa de Gaudí. Incorpora, por
primera vez de forma unitaria, la práctica totalidad de sus innovaciones
arquitectónicas, como los arcos de catenaria, el uso de muros
exteriores con forma de paraboloides hiperbólicos, el tratamiento
dinámico y fluido del espacio interior o los mecanismos de fusión del
edificio con el medio natural.
Incluye numerosos ejemplos del dominio por parte de Gaudí de las
artes aplicadas, tanto en los elementos del mobiliario como en los
ornamentales. Destacan los bancos con reclinatorio y el espacio único de
la nave, cuya fluidez queda realzada por la iluminación procedente de
los ventanales, los cuales incorporan, por la parte exterior de la
iglesia, ornamentos y mosaicos de simbología religiosa.
Destaca la gran variedad de materiales empleados: piedras basálticas y
calizas, ladrillos cerámicos y requemados, escoria de fundición,
cerámica, vidrio y diferentes tipos de mortero.
Los edificios de Francesc Berenguer
En los edificios que se atribuyen de forma más clara a Francesc
Berenguer, observamos un tratamiento muy personal de los elementos
decorativos, como son la utilización moderada de la cerámica, la
disposición del ladrillo visto y el trabajo del hierro forjado. También
es característico el taranná plano y equilibrado de sus fachadas, y el
claro planteamiento volumétrico de sus edificios.
Los edificios de Joan Rubió
En los edificios de Joan Rubió, el ladrillo visto se convierte en
el protagonista y se utiliza como pieza modulada que permite soluciones
diferentes, ya sea decorando y organizando fachadas como a la hora de
conformar originales estructuras. Las plantas de sus edificios plantean
un diseño más complejo que las de Berenguer, como es el caso de Ca
l'Espinal. La reinterpretación de los estilos del pasado se hace patente
en sus edificios con la incorporación de elementos de carácter gótico.
La acentuación de las esquinas mediante voladizos y tribunas es otro de
sus puntos más característicos.
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