dimecres, 13 de desembre del 2017

UN PIONERO EN VARIOS GÉNEROS LITERARIOS EN EL ROMANTICISMO


Edgar Allan Poe (Boston, Estados Unidos, 19 de enero de 1809-Baltimore, Estados Unidos, 7 de octubre de 1849) fue un escritor, poeta, crítico y periodista romántico​ estadounidense, generalmente reconocido como uno de los maestros universales del relato corto, del cual fue uno de los primeros practicantes en su país. Fue renovador de la novela gótica, recordado especialmente por sus cuentos de terror. Considerado el inventor del relato detectivesco, contribuyó asimismo con varias obras al género emergente de la ciencia ficción.​ Por otra parte, fue el primer escritor estadounidense de renombre que intentó hacer de la escritura su modus vivendi, lo que tuvo para él lamentables consecuencias.
Fue bautizado como Edgar Poe en Boston, Massachusetts, y sus padres murieron cuando era niño. Fue recogido por un matrimonio adinerado de Richmond, Virginia, Frances y John Allan, aunque nunca fue adoptado oficialmente. Pasó un curso académico en la Universidad de Virginia y posteriormente se enroló, también por breve tiempo, en el ejército. Sus relaciones con los Allan se rompieron en esa época, debido a las continuas desavenencias con su padrastro, quien a menudo desoyó sus peticiones de ayuda y acabó desheredándolo. Su carrera literaria se inició con un libro de poemas, Tamerlane and Other Poems (1827).
Por motivos económicos, pronto dirigió sus esfuerzos a la prosa, escribiendo relatos y crítica literaria para algunos periódicos de la época; llegó a adquirir cierta notoriedad por su estilo cáustico y elegante. Debido a su trabajo, vivió en varias ciudades: Baltimore, Filadelfia y Nueva York. En Baltimore, en 1835, contrajo matrimonio con su prima Virginia Clemm, que contaba a la sazón trece años de edad. En enero de 1845, publicó un poema que le haría célebre: «El cuervo». Su mujer murió de tuberculosis dos años más tarde. El gran sueño del escritor, editar su propio periódico (que iba a llamarse The Stylus), nunca se cumplió.
Murió el 7 de octubre de 1849, en la ciudad de Baltimore, cuando contaba apenas cuarenta años de edad. La causa exacta de su muerte nunca fue aclarada. Se atribuyó al alcohol, a congestión cerebral, cólera, drogas, fallo cardíaco, rabia, suicidio, tuberculosis y otras causas.
La figura del escritor, tanto como su obra, marcó profundamente la literatura de su país y puede decirse que de todo el mundo. Ejerció gran influencia en la literatura simbolista francesa​ y, a través de ésta, en el surrealismo, pero su impronta llega mucho más lejos: son deudores suyos toda la literatura de fantasmas victoriana y, en mayor o menor medida, autores tan dispares e importantes como Charles Baudelaire, Fedor Dostoyevski, William Faulkner, Franz Kafka,​ H. P. Lovecraft, Arthur Conan Doyle, M. R. James, Ambrose Bierce, Guy de Maupassant, Thomas Mann, Jorge Luis Borges, Clemente Palma,​ Julio Cortázar,​ quien tradujo casi todos sus textos en prosa y escribió extensamente sobre su vida y obra, etc. El poeta nicaragüense Rubén Darío le dedicó un ensayo en su libro Los raros.
Poe hizo incursiones asimismo en campos tan heterogéneos como la cosmología, la criptografía y el mesmerismo. Su trabajo ha sido asimilado por la cultura popular a través de la literatura, la música, tanto moderna como clásica, el cine (por ejemplo, las muchas adaptaciones de sus relatos realizadas por el director estadounidense Roger Corman), el cómic, la pintura (varias obras de Gustave Doré, v. gr.) y la televisión (cientos de adaptaciones, como las españolas para la serie Historias para no dormir). (Vid. Repercusión de Edgar Allan Poe).
Según Kevin J. Hayes, editor de The Cambridge Companion to Edgar Allan Poe [Guía de Cambridge para Edgar Allan Poe],
la diversidad artística de aquellos que cayeron bajo el hechizo de Poe indica el alcance de su influencia. Los mejores artistas utilizaron las imaginativas obras de Poe como base para sus teorías estéticas. [...] En pocas palabras, los escritos de Poe han promovido la generación artística y estética de una gran variedad de disciplinas creativas.
The Penguin Encyclopedia of Horror and the Supernatural [Enciclopedia Penguin del horror y lo sobrenatural] afirma sobre este autor:
Revolucionó el cuento de terror, dotándolo de originales perspectiva psicológica, coherencia de tono y atmósfera; escribió algunos de los mejores y más conocidos poemas líricos del mundo, y también algunas de las más sensacionales novelas cortas del siglo XIX, e impresionó vivamente a autores como De la Mare, Stevenson, Doyle, Lovecraft y Borges. Sin embargo, a lo largo de los años la obra de Edgar Allan Poe ha recibido críticas decididamente enfrentadas.​
La Encyclopædia Britannica recoge:
Su agudo y sólido juicio como comentarista de la literatura contemporánea, la virtud musical y el idealismo de su poesía, la fuerza dramática de sus cuentos, dotes que se le reconocieron ya en vida, le aseguran un puesto destacado entre los hombres de letras más universalmente reconocidos.​
El genio de Poe, en palabras del crítico Van Wyck Brooks, no tenía parangón en su tiempo, y su único rival de entidad como prosista y cuentista fue quizá Nathaniel Hawthorne.
En su ensayo «Edgar Poe's Tradition», el intelectual canadiense Marshall McLuhan sostuvo:
Al tiempo que los magísteres de Nueva Inglaterra degustaban remilgadamente las páginas de Platón y de Buda con un té caliente al lado, y Browning y Tennyson generaban nieblas parroquiales para relax del espíritu inglés, Poe nunca perdió contacto con el terrible pathos de su tiempo. Mucho antes que Conrad y Eliot, se dedicó junto con Baudelaire, a explorar el corazón de las tinieblas.
Para el poeta francés Stéphane Mallarmé, el bostoniano fue «el dios intelectual» de su siglo.
En una de sus cartas, Poe dejó escrito:
Mi vida ha sido capricho, impulso, pasión, anhelo de la soledad, mofa de las cosas de este mundo; un honesto deseo de futuro.
A James R. Lowell, 2/7/1844 
 
 

 


Biografía

 

Antecedentes

 

El bisabuelo paterno de Poe, John Poe, emigró de Irlanda a Estados Unidos en el siglo XVIII y se hizo granjero, casándose con una inglesa; ambos pretendían ser de ascendencia noble. Uno de sus diez hijos fue David Poe, quien a su vez se casó con una emigrante irlandesa, Elizabeth Cairnes. Vivían en Baltimore, Maryland; David Poe era carpintero y, al estallar la revolución contra los ingleses, llegó a prestar dinero al ejército.​ Por méritos, recibió el título honorífico de «general». David y Elizabeth tuvieron siete hijos. El mayor, David, fue el padre de Edgar; la segunda hija, María (más tarde María Clemm), fue la tía y suegra del poeta (madre de su mujer, Virginia). La abuela materna de Edgar, Elizabeth Arnold, fue cantante de ópera y actriz romántica y, con su hija, del mismo nombre, llegó emigrada de Londres, Inglaterra, a Estados Unidos en 1796. David Poe hijo, estudiante de Derecho, dejó esta carrera para convertirse en actor. ​ En 1804 conoció a la bonita señorita Arnold —actriz de gran encanto y con un extenso repertorio: llegó a representar unos doscientos papeles—, que estaba casada a la sazón con un tal señor Hopkins, quien moriría poco después. David y Elizabeth se casaron seis meses más tarde y se instalaron en Boston, Massachusetts, donde nacieron sus dos primeros hijos.


 

Primeros años

 

Edgar Allan Poe nació el 19 de enero de 1809 en la ciudad de Boston, donde ya había nacido su hermano mayor, William Henry Leonard (1807). La hermana menor, Rosalie, vio la luz en Richmond, en 1810.​ Edgar pudo haber recibido dicho nombre por un personaje de William Shakespeare que aparece en la obra El rey Lear, que representaban los padres en 1809, año de su nacimiento. David Poe abandonó a su familia en 1810, y su mujer, Elizabeth, murió un año después de tuberculosis; tenía veinticuatro años. Lo único que conservó Edgar de sus padres biológicos fue un retrato de su madre y un dibujo del puerto de Boston. A su hermana Rosalie le correspondió un joyero vacío.​ El motivo por el cual Edgar y Rosalie fueron adoptados fue que, al morir su madre, los niños quedaron totalmente desamparados, en Richmond, mientras que los abuelos, que residían en Baltimore, se hacían cargo de William Henry, que ya vivía con ellos. ​ En cualquier caso, Edgar fue acogido por una de las familias caritativas que habían cuidado de los niños al morir su madre: el matrimonio formado por Frances y John Allan, de Richmond (Virginia), mientras que Rosalie fue acogida por la familia Mackenzie. Los Allan y los Mackenzie eran vecinos y mantenían una estrecha amistad.


Árbol genealógico de Poe y Virginia.
 
 
Su padrastro, del cual Edgar tomaría el apellido, fue un acaudalado comerciante de ascendencia escocesa. Sus negocios incluían el tabaco, tejidos, tés y cafés, vinos y licores, grano, lápidas, caballos y aun el comercio de esclavos; ​ hombre colérico e intransigente, desempeñó un papel destacado —negativamente hablando— en la vida del escritor. Por ejemplo, nunca demostró simpatía alguna por sus ambiciones literarias.​ Sus biógrafos hacen notar que John Allan tuvo varios hijos naturales fuera del matrimonio.​ Los Allan acogieron al niño, pero nunca lo adoptaron formalmente aunque le dieron el nombre de "Edgar Allan Poe". Su madrastra, que no había podido tener hijos, sentía verdadera devoción por el muchacho y lo quiso y mimó siempre, ​ se cree que hasta el punto de malcriarlo con las otras mujeres de la casa, lo que trataron de evitar las intervenciones del padrastro.
En 1812, Edgar fue bautizado en la Iglesia episcopaliana. A los cinco años empieza sus estudios primarios, pero pronto, al año siguiente (1815), la familia Allan viajó a Inglaterra. El niño asistió a un colegio en Irvine, Escocia (el pueblo donde había nacido John Allan), durante un corto periodo, pero que fue suficiente para ponerlo en contacto con la cultura y el viejo folclore escoceses. Posteriormente la familia se trasladó a Londres (1816). Edgar estudió en un internado de Chelsea hasta el verano de 1817. Más tarde ingresó en el colegio del Reverendo John Bransby en Stoke Newington, que entonces era un suburbio al norte de la ciudad. Allí aprendió a hablar francés y a escribir en latín. De estas vivencias y de la contemplación de los paisajes y arquitecturas góticos de Gran Bretaña nacerían años después relatos como «William Wilson». ​ Con todo, el recuerdo que conservaría Poe de su estancia en este país fue de tristeza y soledad, sentimientos compartidos por su madrastra. A este respecto, John Allan manifestó: «Frances se queja como de costumbre».
El escocés, considerablemente preocupado por sus desgraciados negocios londinenses, regresó con su familia a Richmond en 1820. De 1821 a 1825, Edgar asiste a los mejores colegios de la ciudad, recibiendo la esmerada educación sureña correspondiente a un caballero virginiano: el English Classical School, de John H. Clarke, y los colegios de William Burke y del Dr. Ray Thomas y su esposa, donde conoce a los clásicos: Ovidio, Virgilio, César, Homero, Horacio, Cicerón...​ Fuera de las horas de clase, ya desde pequeño gustaba de pasar el tiempo hojeando las revistas inglesas que encontraba en los almacenes de su padrastro; allí cautivaban además su imaginación las leyendas marineras que contaban los capitanes de veleros que se acercaban a Richmond. Algunas de estas leyendas inspirarían en su momento una de sus obras fundamentales: La narración de Arthur Gordon Pym. Según Van Wyck Brooks, Poe pudo escuchar asimismo historias sobre apariciones, cadáveres y cementerios en los barracones de los esclavos negros, cuando su mammy lo llevaba de visita a las plantaciones de la familia.
Su carácter se va fraguando en esos años. En 1823, a los catorce, ya había hecho sus primeros pinitos literarios, y se enamoró apasionadamente de la madre de un compañero de estudios, a la que dedicó el conocido poema «To Helen». Esta mujer, llamada Mrs. Stanard, era de una gran belleza y contaba a la sazón treinta años; murió meses más tarde. Fue su primer gran amor. ​ A los quince años era pacífico, aunque no del todo sociable. Tuvo pocos conflictos con sus compañeros, pero se sabía que no toleraba ningún tipo de manipulación. También era aficionado a las mascaradas. Un día terminó moliendo a golpes a un compañero mucho más fuerte que él, después de haber recibido lo suyo, y esperar, según él mismo confesó, a que el otro estuviese agotado.También son muy conocidas sus dotes como deportista. A imitación de su gran héroe, Lord Byron, en cierta celebrada ocasión, un caluroso día de junio el joven emprendió una travesía a nado de ocho kilómetros por el río James, de Richmond; lo hizo a contracorriente. Cuando se dudó de su hazaña, buscó testigos presenciales que la corroborasen por escrito.
Con todo, recuerda Brooks, en dicha etapa era un muchacho nervioso e irritable, con un brillo de ansiedad y tristeza en sus ojos; empezó a tener frecuentes pesadillas, todo ello debido posiblemente a los problemas constitucionales familiares que ya se habían manifestado en su hermana Rosalie. «Esta compleja inseguridad —sigue Brooks—, de índole física, social, y posteriormente financiera, explicaría en gran medida la vida y el carácter de Poe, condicionando asimismo en gran parte todo su trabajo literario». Como forma de contrarrestar estas debilidades en años sucesivos buscaría con denuedo la supremacía en el campo periodístico, y literariamente siempre quiso ser considerado «un mago, por el sentimiento de poder que esto le proporcionaba».
En 1824 se empieza a gestar el desentendimiento entre él y su padre de adopción. En una carta dirigida por éste al hermano mayor de Edgar, William Henry, afirmó: «¿De qué somos culpables? Es algo que no entiendo. Y que yo haya soportado durante tanto tiempo su conducta todavía me extraña más. Este muchacho no tiene una onza de afecto por nosotros ni un poco de agradecimiento por todos mis cuidados y toda mi bondad para con él». En esta carta Allan se queja sin fundamento de las «amistades» de Edgar, y llega incluso a sugerir maliciosamente que Rosalie, la hermana menor, era en realidad solo hermana materna, posibilidad que siempre atormentó a Edgar. Según Hervey Allen, las insinuaciones del padrastro se debían a su conocimiento de ciertos datos íntimos de la madre de Poe, ya que, una vez fallecida, Allan de algún modo entró en posesión de su correspondencia privada. Con la carta a William Henry pretendió asegurarse el silencio de Edgar sobre sus propios manejos.
En 1825 murió un tío de John Allan, William Galt, escocés igualmente y antiguo contrabandista. Había sido considerado el hombre más rico de Richmond, y dejó muchos acres de tierra en herencia a su sobrino. La fortuna de éste creció considerablemente y, en ese mismo año, Allan lo celebró comprando una imponente casa de ladrillo de dos plantas, llamada Moldavia.​ Fue en el balcón de esa casa donde Edgar adquirió la afición a la astronomía.


Universidad de Virginia

 

Sarah Elmira Royster, amor de juventud de Poe.
 
 
Por esa época, con dieciséis años, Edgar mantuvo una relación sentimental con una muchacha de la vecindad, Sarah Elmira Royster, quien reaparecería al final de su vida. En carta a un amigo, ella describió muchos años después al futuro escritor de esta forma:
Edgar era un muchacho muy guapo, no muy hablador. De conversación agradable, pero de comportamiento más bien triste. Nunca hablaba de sus padres. Estaba muy ligado a la señora Allan, así como ella a él. Era entusiasta, impulsivo, no soportaba la menor grosería verbal.
Esta relación fue previa a su matriculación en la Universidad de Virginia, en Charlottesville, en febrero de 1826, para estudiar lenguas.​ La universidad, en sus primeros años, acataba los ideales de su fundador, Thomas Jefferson. Estos eran muy estrictos en lo tocante al juego, los caballos, las armas, el tabaco y el alcohol, pero estas normas en realidad apenas se respetaban. Jefferson había establecido un sistema de autogobierno para los estudiantes, permitiendo a los mismos elegir sus materias de estudio, organizar su propia manutención e informar a las autoridades de las irregularidades o faltas que se cometiesen. Este régimen tan singular había convertido a la comunidad escolar en un caos, registrándose una tasa muy elevada de absentismo.
Poe, por lo común desinteresado de la política, no tardó en manifestar su rechazo por la joven democracia, sistema que consideraba engañoso y socialmente nefasto. «Expresó a menudo su falta de fe en la perfectibilidad humana o en las comunes nociones acerca de la igualdad, el progreso y la mejora social que caracterizaron a la época de Jefferson, al punto que podía ser calificado de sudista anti-jeffersoniano».


Habitación de Poe en la Universidad de Virginia.
 
 
Pese a ser considerado alumno brillante y aplicado al principio, pronto se hizo notar por un defecto peculiar, como era el de pretender una erudición y unos conocimientos muy superiores a los que poseía en realidad. Y, si bien estos no eran tan vastos, ya de niño, devoraba todo papel impreso que se le ponía delante, pues se sentía, según Brooks, «con la energía de un hombre»: siempre fue «un trabajador denodado».Pero su engreimiento y afición a la mixtificación se manifestaron también en las aulas y aposentos de la universidad. Presumía de haber viajado, como Byron, a Grecia; conocía bien todo el Mediterráneo, y también había estado en Arabia y en San Petersburgo.
En el tiempo que Edgar pasó en Charlottesville, perdió contacto con Elmira Royster, y además se enemistó definitivamente con su padrastro debido a sus deudas de juego; según Hervey Allen Poe empezó a jugar por su necesidad de conseguir dinero extra para mantenerse.​ Afirma Cortázar (quien reconoce seguir en líneas generales la biografía de este estudioso poeano​) que es en esta época en la que por primera vez se relaciona a Poe con el alcohol. «El clima de la Universidad era tan favorable como el de una taberna: Poe jugaba, perdía casi invariablemente, y bebía», y esto pese a que los efectos de una pequeña cantidad de alcohol eran devastadores sobre su constitución. De todos modos, el futuro escritor lee y traduce las lenguas clásicas sin esfuerzo aparente, ganándose la admiración de profesores y condiscípulos. Lee también, infatigablemente, historia, historia natural, matemáticas, astronomía, poesía y novela. Edgar se quejaba de que Allan no le enviaba suficiente dinero para las clases, para comprar libros y para poder amueblar su dormitorio. Pese a que Allan accedió a enviar dinero, las deudas de su hijo adoptivo no hicieron más que crecer.
Poe abandonó la universidad finalmente al cabo de un año y, no sintiéndose a gusto en Richmond (especialmente al enterarse de que Elmira acababa de casarse con un tal Alexander Shelton), se desplazó, primero a Norfolk, y en abril de 1827 a Boston, donde «existe la oscura evidencia de que intentó ganarse la vida como periodista» y tuvo también algún trabajo relacionado con el comercio. En esta etapa usó el pseudónimo 'Henri Le Rennet'.




 

Carrera militar, primeros escritos

 

El 27 de mayo de 1827, incapaz de sobrevivir por sí mismo, Poe se alistó en el ejército como soldado raso, bajo el nombre de 'Edgar A. Perry'. Aunque tenía 18 años firmó que tenía 22.​ Su primer destino fue en Fort Independence, en el puerto de Boston. Su sueldo era de cinco dólares al mes.
En ese mismo año (1827) publicó su primer libro, un opúsculo de poesía de cuarenta páginas que tituló Tamerlane and Other Poems (Tamerlán y otros poemas), firmado: «By a Bostonian» («Por un bostoniano»). En el prólogo afirmó que casi todos los poemas habían sido escritos antes de los catorce años.​ Sólo se imprimieron cincuenta copias, y el libro pasó prácticamente desapercibido. Mientras tanto, su regimiento fue destinado a Fort Moultrie en Charleston, a donde llegó el 8 de noviembre de 1827 a bordo del bergantín Waltham. Poe fue ascendido a artificiero, el soldado encargado de preparar los proyectiles de artillería, y que cobraba doble paga.
Tras servir durante dos años y obtener el grado de sargento mayor de artillería (el más alto rango de suboficiales), trató de acortar sus cinco años de alistamiento, revelando su verdadero nombre y circunstancias al oficial que estaba al mando de su unidad, teniente Howard. Howard prometió ayudarle sólo si Poe se reconciliaba con su padrastro, y fue quien escribió a tal fin a John Allan buscando una reconciliación entre ambos, pero Allan se mostró inflexible.87​ Pasaron los meses y las súplicas a Allan fueron desoídas; parece que Allan ni siquiera participó a su hijo adoptivo la grave enfermedad que aquejaba a su esposa. Frances Allan murió el 28 de febrero de 1829, y Poe sólo pudo acudir a su casa el día siguiente al funeral. Frente a su tumba, no pudo resistir el dolor y cayó inanimado.​ Edgar, hasta el último día de su vida, siempre que se expresó sobre ella lo hizo con ternura. ​ Quizá suavizado por la muerte de su mujer, Allan accedió finalmente a ayudar a Poe a obtener el licenciamiento, aunque con la condición de que se alistase en la Academia de West Point.
Poe fue finalmente licenciado el 15 de abril de 1829, tras encontrar un sustituto que lo reemplazase en su puesto. ​ Antes de marchar a West Point, se trasladó a Baltimore para pasar un tiempo con su tía viuda, Maria Clemm (hermana de su padre), su hija, Virginia Eliza Clemm (prima del poeta), su hermano William Henry, y su abuela inválida, Elizabeth Cairnes Poe. En ese tiempo, publicó su segundo libro: Al Aaraaf, Tamerlane and Minor Poems (Baltimore, 1829). ​ El libro no fue del todo comprendido, y el autor fue en general fustigado; sin embargo, el famoso crítico de la época John Neal tuvo comentarios elogiosos para él: «Será el primerísimo en las filas de los verdaderos poetas», y la también conocida Sarah Hale llegó a afirmar que «recordaba a un poeta no menor que Shelley». Estas fueron las primeras lisonjas que halagaron los oídos del bostoniano.
Viajó a West Point y se inscribió como cadete el 1 de julio de 1830. En octubre de ese mismo año, John Allan se casó en segundas nupcias con Louisa Patterson. ​ Este matrimonio, así como las discusiones de Allan con su protegido, en las cuales solían salir a relucir los hijos naturales de aquél, provocaron el distanciamiento definitivo entre ambos. El poeta no aguantó mucho tiempo la disciplina militar y provocó con su conducta que le juzgase una corte marcial. El 8 de febrero de 1831 fue acusado de grave abandono del servicio y desobediencia de las órdenes, al negarse a formar y no acudir a las clases ni a la iglesia. Se declaró inocente para provocar directamente su expulsión, a sabiendas de que hubiese sido encontrado culpable.
En ese mismo mes de febrero partió hacia Nueva York, donde logró editar un tercer libro de poemas, que tituló simplemente Poems. La publicación fue sufragada por sus compañeros de West Point, muchos de los cuales donaron, a tal efecto, 75 centavos cada uno. Poe logró así recaudar en total 170 dólares. Los compañeros se llevarían una sorpresa, pues esperaban que los poemas fuesen del tipo satírico que Poe escribía en West Point para burlarse de los oficiales al mando, y la obra es netamente romántica. ​ El libro fue impreso por Elam Bliss, de Nueva York, y apareció como "Segunda edición" con la siguiente dedicatoria: «Este libro está respetuosamente dedicado al Cuerpo de Cadetes de los Estados Unidos». El libro reeditaba los poemas largos «Tamerlane» y «Al Aaraaf», además de seis poemas inéditos, entre los cuales se hallaba la primera versión de «To Helen», «Israfel» y «The City in the Sea».
Regresó a Baltimore con su tía, hermano y prima en el mes de marzo de 1831. Su hermano mayor, Henry, que había estado delicado de salud, en parte debido a su alcoholismo, murió el 1 de agosto de 1831. ​ Poe se instaló en la buhardilla que había compartido con su hermano, y pudo trabajar con relativa comodidad. Su atención literaria, hasta el momento enfocada en exclusiva a la poesía, va a trasladarse al cuento, género más «vendible», lo cual en esos momentos era de importancia capital para el escritor y su familia,​ que en los cuatro años siguientes vivió «en condiciones de extrema pobreza». Según ciertos testimonios, los Poe en ocasiones sufrieron «falta material de comida».



Poe, periodista

 

Tras la muerte de su hermano, Edgar se esforzó de firme por labrarse una carrera como escritor, encontrando, sin embargo, grandes dificultades, debido en gran medida a la situación en que se hallaba el periodismo en su país. De hecho, fue el primer estadounidense bien conocido que se esforzó por vivir en exclusiva de la escritura.​ Lo que más le perjudicó a tal efecto fue la inexistencia en su tiempo de una ley internacional de copyright.​ Los editores estadounidenses preferían piratear obras inglesas en lugar de pagar a sus conciudadanos por las suyas. La industria editorial estaba, por añadidura, muy afectada por la grave crisis económica, que se concretaría en el llamado Pánico de 1837. A pesar del gran auge experimentado por las publicaciones periódicas estadounidenses en ese período, lo que fue impulsado en parte por las nuevas tecnologías, la mayoría no tocaba más que un número reducido de temas y por otra parte los periodistas encontraban grandes dificultades para cobrar lo convenido a tiempo. ​ Poe, en sus intentos por abrirse camino en este mundo, se veía continuamente constreñido a pedir dinero a sus empleadores y a todo tipo de situaciones humillantes relacionadas con la cuestión económica. Este triste estado de cosas no mejoraría en toda su vida.



Poe se casó con su prima de 13 años, Virginia Clemm. Su muerte temprana pudo haber inspirado algunos de sus escritos.
 
 
Tras sus primeros intentos poéticos, el escritor dirigió sus miras a la prosa, por los motivos antedichos. En 1832 consigue publicar cinco relatos en el periódico Saturday Courier, de Filadelfia. Entre ellos se incluye el primer relato que escribió, de corte gótico: «Metzengerstein». En esa época empezó a trabajar en su único drama, que nunca terminaría: Politian. En abril de 1833 envió una última carta a John Allan en la que le pedía desesperadamente ayuda: «En nombre de Dios, ten piedad de mí y sálvame de la destrucción». Allan no le contestó. Afortunadamente, en esa época, el Saturday Visiter, un periódico de Baltimore, otorgó al escritor un premio de 50 dólares por su cuento «Manuscrito encontrado en una botella». El comité editorial del Visiter declaró que el relato «era, con mucho, y de lejos, superior a cualquier cosa presentada antes».
En 1834 murió su padrastro sin dejarle herencia, cosa que, en lo económico, lo dejó ya para siempre a sus propias expensas. Según Wilson, Poe buscaría siempre con ahínco el éxito literario como compensación por la pérdida de prestigio social que había significado su ruptura con aquel.
«Manuscrito hallado en una botella» había llamado la atención de John P. Kennedy, un acaudalado caballero de Baltimore, que ayudó a Poe a publicar sus historias, presentándolo a Thomas W. White, editor del Southern Literary Messenger, de Richmond (Virginia), periódico al que Poe estuvo muy vinculado. Llegó a ser redactor del mismo en agosto de 1835;​ sin embargo, perdió el puesto al cabo de pocas semanas al ser sorprendido en estado de embriaguez en varias ocasiones.
De regreso a Baltimore, contrajo secretamente matrimonio con su prima Virginia Eliza Clemm el 22 de septiembre de 1835. Ella contaba trece años en ese momento, aunque en el certificado de matrimonio que se expidió meses después aparecía registrada con una edad de veintiuno.​ Poe tenía veintiséis. Según su biógrafo Joseph W. Krutch, Poe era impotente y por este motivo, aunque tal vez inconscientemente, escogió por esposa a una niña de trece años, con la cual le era imposible mantener relaciones maritales normales. Edmund Wilson afirma a este respecto que no hay evidencias de ello, aunque sí de que, a causa de los escrúpulos de Poe, el matrimonio de los dos primos resultó de algún modo insatisfactorio, jugando un «extraño papel» en la obra del escritor. Rafael Llopis recuerda en este punto la justa apreciación de Baudelaire de que en toda la obra de Poe no hay un solo pasaje que se refiera a la lujuria o a los goces sensuales, lo que, según Llopis, apunta al edipismo subrayado en su día por la psicoanalista Marie Bonaparte: Poe fue para su mujer, Virginia, a la vez esposo, hijo y hermano.​ Y en opinión de Harry Levin el escritor buscó siempre en las personas de su entorno consuelo maternal, y su esposa hizo más bien para él de hermana menor.
Readmitido por White con la promesa de mejorar su comportamiento, Poe volvió a Richmond con Virginia y su tía y ya suegra, Maria Clemm. Se mantuvo en el Messenger hasta enero de 1837. Durante este periodo la tirada del periódico pasó de 700 ejemplares a varios miles, debido a la fama adquirida por el escritor, ya de alcance nacional.​ Publicó en él poemas, reseñas de libros, críticas literarias y obras de ficción. Según Hervey Allen, Poe desde luego no pasó desapercibido en esa ciudad. Era un joven «atractivo, inquietante y estimulante». La severidad de sus juicios provocaba prontas respuestas y comentarios, y aunque se granjeó enemistades en algunos sectores, su presencia en la escena literaria y lo incisivo de su estilo acrecentaron más y más su fama.
En esa época reunió un grupo de relatos en un libro que llamó Tales of the Folio Club (Cuentos del Folio Club); nunca vería la luz como tal, aunque sí se aprovecharían sus relatos. Bajo el título de Pinakidia publicó una colección de notables escritos ensayísticos, de lo más heterogéneo, que más tarde se agruparían como Marginalia.​ En mayo de 1836 se celebró un segundo casamiento con Virginia en Richmond; esta vez la ceremonia tuvo carácter público. ​ Poco después trató de montar una casa de huéspedes de la que se harían cargo su mujer y su suegra. Su abandono de un puesto cómodo en el Southern Literary Messenger en enero de 1837 se debió, según Hervey Allen, a que «siendo tan brillante, no era persona apropiada para ocupar un puesto de subordinado».
En ese mismo mes, se trasladó con su familia a Nueva York. Allí intentó publicar sus Tales of the Folio Club en la editorial Harpers, pero no fue posible. Los editores le aconsejaron que escribiera una obra larga de aventuras, formato más popular, y de ahí surgió su novela La Narración de Arthur Gordon Pym. Aparecida en ese mismo año de 1838, fue el cuarto libro publicado por el bostoniano, y el primero de prosa, pero no tuvo buena acogida por parte de la crítica y le proporcionó escaso beneficio.
En Nueva York, pese a que logró publicar algunos relatos y reseñas, la situación económica acabó por volverse insostenible y, a mediados de 1838, la familia volvió a mudarse, esta vez al centro literario norteamericano de la época, la ciudad de Filadelfia (Pensilvania), instalándose en una pobre pensión. Debido a las estrecheces que pasaban, Poe se prestó a trabajos impropios de su talento, como la publicación con su nombre de un texto de conquiliología, hecho que luego le acarrearía grandes dificultades, ya que fue acusado de plagio. Poe escribió el prefacio y la introducción. Este libro es hoy objeto de veneración por los coleccionistas. Fue su quinta publicación.
En el verano de 1839, logró convertirse en redactor jefe de la revista Burton's Gentleman's Magazine. En ella sacó a la luz numerosos artículos, relatos y críticas literarias, lo que contribuyó a incrementar la reputación de que ya gozaba en el Southern Literary Messenger. También en 1839, la colección Tales of the Grotesque and Arabesque (Cuentos de lo grotesco y arabesco), su sexto libro, se publicó en dos volúmenes; el escritor hizo poco dinero con esta obra, que recibió críticas de distinto signo. Los Tales integran algunos de los grandes relatos de su autor, como «La caída de la Casa Usher», «Ligeia», «Manuscrito hallado en una botella», etc. Poe dejó Burton's después de colaborar en la revista aproximadamente un año. Más tarde se enroló en otro periódico, surgido del traspaso a otro editor de aquél: Graham's Magazine. ​ Las ventas de esta revista crecieron espectacularmente, debido al aporte literario de Poe y a la buena política editorial de su propietario, George Rex Graham.
Estos trabajos permitieron al escritor mejorar la situación de su esposa y de la madre de ésta. Se trasladaron a vivir a una casa más agradable, la primera vivienda digna desde los tiempos de Richmond. La casa estaba en las afueras de la ciudad, y el escritor tenía que caminar varios kilómetros diariamente para acudir al trabajo. En este periodo de bonanza Poe desarrolló el germen de la novela policíaca a través de sus relatos «Los crímenes de la calle Morgue», «El escarabajo de oro», etc. Gran parte de su obra más importante apareció en el período del Graham's. A lo largo de los años 30 y 40 también publicó obras de envergadura (como los relatos «La cita», «Un cuento de las Montañas Escabrosas», «La caja oblonga» y «El barril de amontillado») en la más importante revista de la época, la Godey's Lady's Book, radicada en Filadelfia.
En 1840 publicó una información en la que anunciaba su intención de crear su propio diario, el Stylus.5​ Su primera idea fue llamarlo The Penn, ya que estaría radicado en Filadelfia, Pensilvania. En el número del 6 de junio de 1840 del diario The Saturday Evening Post, de dicha ciudad, Poe contrató un anuncio a tal efecto: «Información acerca del Penn Magazine, publicación literaria mensual que se editará próximamente en Filadelfia a cargo de Edgar A. Poe». Pero estas iniciativas nunca llegaron a cuajar.
Una tarde de asueto de enero de 1842, se produjo un acontecimiento decisivo en las vidas de Poe y familia. Su esposa, Virginia, mostró los primeros signos de consunción propios de la enfermedad hoy conocida como tuberculosis. Como extraído de una añeja novela romántica, Julio Cortázar lo relata así en su biografía:
Poe y los suyos tomaban el té en su casa, en compañía de algunos amigos. Virginia, que había aprendido a acompañarse en el arpa, cantaba con gracia infantil las melodías que más le gustaban a «Eddie». Súbitamente su voz se cortó en una nota aguda, mientras la sangre manaba de su boca.​
El propio marido describió el hecho como la rotura de un vaso sanguíneo en su garganta. Ella sólo se recuperó momentáneamente y el escritor comenzó a beber más de la cuenta debido a la ansiedad que le producía la enfermedad de su mujer. Hervey Allen apunta que existe alguna evidencia de que en esa época Poe recurrió al láudano (que contiene opio) para sobrellevar su depresión y que empezó a sufrir él también graves problemas de salud.​
En ese tiempo trató de obtener un puesto en la administración del presidente John Tyler, alegando pertenecer al Partido Whig.​ Tenía la esperanza de ser nombrado para la aduana de Filadelfia con la ayuda del hijo del presidente, Robert,​ que era conocido de un amigo de Poe llamado Thomas Frederick. ​ Poe, sin embargo, a mediados de septiembre de 1842, no se presentó a una reunión con Thomas para tratar de su nombramiento. Puso como excusa encontrarse indispuesto, pero Thomas creyó que lo que estaba era bebido. ​ Posteriormente se prometió al escritor una nueva cita, pero finalmente todos los puestos disponibles fueron cubiertos por otras personas.
Dejó el Graham's por desavenencias con su editor, George Rex Graham, que había contratado a Rufus Wilmot Griswold, viejo conocido de Poe, y trató de encontrar un nuevo empleo, sobreviviendo a duras penas como escritor free-lance, pero finalmente la familia regresó a Nueva York. A partir de este momento Hervey Allen se refiere siempre a Virginia Clemm como a una «inválida». En dicha ciudad Poe trabajó brevemente en el Evening Mirror, y más tarde se convirtió en redactor jefe del Broadway Journal, del que, con el tiempo, llegó a ser propietario.​ Allí se granjeó la enemistad de muchos escritores, entre otras cosas por acusar públicamente de plagio al laureado poeta Henry Wadsworth Longfellow, aunque éste nunca respondió a la acusación.
El 29 de enero de 1845, su poema «El cuervo», inspirado en un pájaro parlanchín aparecido en la novela Barnaby Rudge, de Charles Dickens, salió a la luz en el Evening Mirror, convirtiéndose de la noche a la mañana en un gran éxito popular, el primero de su carrera.​ Allen asegura que se trata sin duda del poema más famoso de la literatura estadounidense. A partir de su aparición, Poe por primera vez llevó una vida social normal, frecuentando los más importantes salones literarios de la ciudad. Aunque convirtió a su autor en una celebridad, Poe obtuvo sólo nueve dólares por «El cuervo».
En esa época inició una relación, se dice que estrictamente platónica, con la poetisa Frances Sargent Osgood, relación al parecer consentida por Virginia, que veía en esta mujer una influencia beneficiosa sobre su marido. ​ El devaneo dio lugar a uno de los mayores escándalos en la vida del escritor, suscitando infinidad de comentarios y habladurías entre los literati de la ciudad. El origen de todo fue una mujer que Poe había desdeñado, también escritora: Elizabeth F. Ellet, ​ e involucró al matrimonio Poe, al matrimonio Osgood y a otras personas. En 1847, Poe y Frances Osgood dejaron de verse definitivamente. (Vid. Virginia Clemm#El escándalo Osgood/Ellet.)



El cottage donde murió Virginia y Poe pasó sus últimos meses recluido, en el Bronx, Nueva York.
 
 
 
El Broadway Journal cerró sus puertas por falta de liquidez en 1846.​ Poe se trasladó a una casita de campo en Fordham, dentro del barrio del Bronx, Nueva York. Dicha casa, hoy conocida como el Cottage de Poe, se encuentra en la esquina entre el bulevar Grand Concourse y Kingsbridge Road. En ese tiempo de extrema penuria, durante las horas nocturnas, la suegra del escritor se veía obligada a recoger verduras clandestinamente en los huertos vecinos, para poder dar de comer a sus hijos.150​ Como se ha visto, esta situación venía de tiempo atrás. Según cierto estudio, los ingresos de Poe en los tiempos en que trabajó en el Southern Literary Messenger, en proporción, no le hubiesen permitido superar el equivalente al nivel de pobreza del año 1981.
Virginia, que no había podido superar la tuberculosis, murió allí el 30 de enero de 1847. Los amigos de la familia recordarían después cómo Poe, cuya salud ya no se repondría del todo, siguió el cortejo fúnebre de su mujer envuelto en su vieja capa de cadete, que durante meses había constituido el único abrigo de la cama de Virginia. ​ Los biógrafos del escritor han sugerido repetidamente que el tema frecuente en su obra de la muerte de una hermosa mujer (Cfr. «El cuervo»), parte de las varias pérdidas de mujeres a lo largo de su vida, incluyendo la de su madre y su esposa.​ Levin, a este respecto, menciona las muchas «heroínas póstumas» que jalonan la obra de Poe.
A partir de la muerte de Virginia, la conducta del escritor «es la del que ha perdido su escudo y ataca, desesperado, para compensar de alguna manera su desnudez, su misteriosa vulnerabilidad». Cada vez más inestable, intentó cortejar a otra mujer: Sarah Helen Whitman, poetisa mediocre pero mujer llena de inmaterial encanto, como las heroínas de Poe. Sarah vivía en Providence, Rhode Island. Sus relaciones no cuajaron, presumiblemente debido a los problemas de Poe con el alcohol y a su conducta errática. Existe alguna evidencia de que la verdadera causante de la ruptura pudo ser la madre de Whitman. ​ Poe buscó aún la compañía de otras mujeres (Marie Louise Shew, que había cuidado de ellos en 1846, o Annie Richmond). Hubo incluso propuestas de matrimonio, pero que no llegaron a concretarse.
Pese a la desesperación y el desvarío, en ese tiempo surgen de su pluma obras tan relevantes como el poema «Ulalume» y el alucinado ensayo cosmogónico Eureka, décimo y último libro publicado por el autor. En noviembre de 1848 intentará suicidarse con láudano, pero éste actuó de emético y el escritor se salvó.

Final

Placa colocada en el lugar de entierro original de Poe en Baltimore, Maryland, antes de su traslado.
 
 
Su postrer reencuentro, en Richmond, con su antiguo amor de juventud, Sarah Elmira Royster, lo animó una vez más a contraer matrimonio; ​ la novia puso la condición de que abandonara sus malos hábitos. La fecha de la boda se concertó finalmente para el 17 de octubre de 1849. Se vio al escritor en la ciudad de Richmond entusiasmado, e incluso feliz. Es en ese momento cuando se le pierde el rastro, hasta su última aparición en Baltimore.
El 3 de octubre de 1849, Poe fue hallado en las calles de Baltimore en estado de delirio, «muy angustiado, y [...] necesitado de ayuda inmediata». Fue trasladado por su viejo amigo James E. Snodgrass al Washington College Hospital, donde murió el domingo, 7 de octubre, a las 5:00 de la madrugada.​ En ningún momento fue capaz de explicar cómo había llegado a dicha situación, ni por qué motivo llevaba ropas que no eran suyas. La leyenda, recogida por Julio Cortázar y otros autores, cuenta que en sus últimos momentos invocaba obsesivamente a un tal Reynolds (acaso el explorador polar que había servido de referente para su novela de aventuras fantásticas La narración de Arthur Gordon Pym), y que al expirar pronunció estas palabras: «¡Que Dios ayude a mi pobre alma!»
Tanto los informes médicos, como el certificado de defunción se perdieron. ​ Los periódicos de la época informaron de que la muerte de Poe se debió a «congestión» o «inflamación» cerebral, el eufemismo que solía utilizarse para los fallecimientos por motivos más o menos vergonzantes, como el alcoholismo.
Hoy en día, la causa exacta de la muerte continúa siendo un misterio, ​ aunque desde 1872 se cree que pudo deberse al abuso de agentes electorales sin escrúpulos, que en la época solían utilizar a pobres incautos, emborrachándolos, para hacerles votar varias veces por el mismo candidato.​ Las especulaciones han incluido el delírium tremens, el ataque cardíaco, epilepsia, sífilis, meningitis,​ el cólera​ y aun el asesinato.



En 1875, los restos de Poe fueron trasladados a este monumento, en Baltimore, donde descansan junto a los de su esposa Virginia y su suegra Maria.
 
 
Dentro de la obra epistolar de Poe, intensa durante toda su vida, es de lectura sobrecogedora la que se refiere a sus últimos meses de vida. En estas cartas se advierte cómo se alternaban en el escritor los accesos de lucidez y de brusco entusiasmo con otros de la más negra desesperación. En este tiempo Poe solía dar pruebas de su deseo de morir, y en alguna ocasión incluso pidió a su tía, Maria Clemm, el único ser vivo con el que le unía una tierna afectividad, que muriera a su lado.
No nos queda sino morir juntos. Ahora ya de nada sirve razonar conmigo; no puedo más, tengo que morir. Desde que publiqué Eureka, no tengo deseos de seguir con vida. No puedo terminar nada más. Por tu amor era dulce la vida, pero hemos de morir juntos. [...] Desde que me encuentro aquí he estado una vez en prisión por embriaguez, pero aquella vez no estaba borracho. Fue por Virginia.
A Maria Clemm, 7/7/1849.

 

 

 

La «memoria» de Griswold

 

El día del fallecimiento del escritor apareció una larga esquela en el periódico New York Tribune firmada por un tal «Ludwig». Esta esquela fue reproducida por numerosos medios a través de todo el país. Comienza así: «Edgar Allan Poe ha muerto. Murió anteayer en Baltimore. Esta noticia sorprenderá a muchos, y algunos se apenarán». «Ludwig» fue identificado muy pronto como Rufus Wilmot Griswold, un editor, crítico y antologista que había demostrado gran aversión hacia Poe ya desde 1842. De cualquier manera Griswold incomprensiblemente logró convertirse en el albacea literario (literary executor) del escritor, aplicándose a destruir su reputación después de su muerte.
Este individuo escribió con posterioridad un artículo biográfico largo sobre el escritor titulado «Memoir of the Author» («Memoria del autor»), con el que encabezó un volumen de las obras de Poe. Aquí éste aparecía descrito como un ser depravado, borracho, drogadicto y perturbado, y se aportaban diversas cartas del propio Poe como evidencia. ​ Muchas de sus afirmaciones eran burdas mentiras o verdades a medias. Por ejemplo, ahora está demostrado que Poe no fue drogadicto.​ La versión de Griswold fue denunciada por aquellos que conocieron bien a Poe, ​ pero no pudo evitarse que se convirtiera en la más aceptada popularmente. Esto ocurrió en parte porque era la única biografía completa disponible, reimpresa varias veces, y en parte porque los lectores se entusiasmaban ante la idea de estar leyendo las obras de un malvado.​ En cuanto a las cartas presentadas por Griswold como prueba se demostró pronto que no eran más que falsificaciones.

 

 

 

Obra

 

Poe escribió cuentos de distintos géneros, poesía, crítica literaria y ensayo, éste sobre los temas más variados, además de una novela larga. A lo largo de toda su vida también escribió numerosas cartas.
 

Cuentos

 

  • "Metzengerstein", 1832.
  • "Manuscrito hallado en una botella" ("MS. Found in a Bottle"), 1833.
  • "El Rey Peste" ("King Pest"), 1835.
  • "Berenice", 1835.
  • "Ligeia", 1838.
  • "La caída de la Casa Usher" ("The Fall of the House of Usher"), 1839.
  • "William Wilson", 1839.
  • "El hombre de la multitud" ("The Man of the Crowd"), 1840.
  • "Un descenso al Maelström" ("A Descent into the Maelström"), 1841.
  • "Los crímenes de la calle Morgue" ("The Murders in the Rue Morgue"), 1841.
  • "La máscara de la Muerte Roja" ("The Masque of the Red Death"), 1842.
  • "El pozo y el péndulo" ("The Pit and the Pendulum"), 1842.
  • "El retrato oval" ("The Oval Portrait"), 1842.
  • "El escarabajo de oro" ("The Gold Bug"), 1843.
  • "El misterio de Marie Rogêt" ("The Mystery of Marie Roget"), 1843.
  • "El gato negro" ("The Black Cat"), 1843.
  • "El corazón delator" ("The Tell-Tale Heart"), 1843.
  • "La caja oblonga" ("The Oblong Box"), 1844.
  • "La carta robada" ("The Purloined Letter"), 1844.
  • "El entierro prematuro" ("The Premature Burial"), 1844.
  • "El demonio de la perversidad" ("The Imp of the Perverse"), 1845.
  • "La verdad sobre el caso del señor Valdemar" ("The Facts in the Case of M. Valdemar"), 1845.
  • "El sistema del Dr. Tarr y el profesor Fether" ("The system of Dr. Tarr and Prof. Fether") 1845
  • "El barril de amontillado" ("The Cask of Amontillado"), 1846.
  • "Hop-Frog", 1849
  • "Los Anteojos 1844

 

 

 

Poesía

 

  • "Tamerlane" ("Tamerlane") (1827)
  • "A..." ("A...") (1827)
  • "Sueños" ("Dreams") (1827)
  • "Espíritus de los muertos" ("Spirit of the Dead") (1827)
  • "Estrella del anochecer" ("Evening Star") (1827)
  • "Un sueño" ("A Dream") (1827)
  • "El día más feliz, la hora más Feliz" ("The Happiest Day, The Happiest Hour) (1827)
  • "El lago: A ..." ("The Lake: To ...") (1827)
  • "Al Aaraaf" ("Al Aaraaf") (1829)
  • "Soneto a la Ciencia" ("Sonnet To Science") (1829)
  • "Solo" ("Alone") (1829)
  • "A Elena" ("To Helen") (1831)
  • "La ciudad en el mar" ("The City in the Sea") (1831)
  • "La durmiente" ("The Sleeper") (1831)
  • "El valle de la inquietud" ("The Valley of Unrest") (1831)
  • "Israfel" ("Israfel") (1831)
  • "El Coliseo" ("The Coliseum") (1833)
  • "A alguien en el paraíso" ("To Someone in Paradise") (1834)
  • "Himno" ("Hymn") (1835)
  • "Soneto a Zante" ("Sonnet to Zante") (1837)
  • "Balada nupcial a ..." ("Bridal Ballad to ...") (1837)
  • "El palacio encantado" (The Haunted Palace) (1839)
  • "Soneto del silencio" ("Sonnet-Silence") (1840)
  • "Lenore" ("Lenore") (1843)
  • "Tierra de sueños" ("Dream Land") (1844)
  • "El cuervo ("The Raven") (1845)
  • "Eulalie, una canción" (Eulalie, A Song") (1845)
  • "Ulalume" (1847)
  • "Un sueño en un sueño" ("A Dream Within a Dream") (1849)
  • "Annabel Lee" (1849)
  • "Las campanas" ("The Bells") (1849)
  • "A mi madre" ("To My Mother") (1849)

 

Novela

 

  • La narración de Arthur Gordon Pym (1838)

 

Ensayo y crítica

 

  • "Filosofía de la composición" ("The Philosophy of Composition") (1846)
  • "El principio poético" ("The Poetic Principle") (1848)
  • Eureka (1848)
  • "Charles Dickens"
  • "Longfellow"
  • "Hawthorne"
  • "Criptografía"
  • "Arabia pétrea"
  • Marginalia (1844-49)
 

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