Sergej Pávlovich Diághilev (en ruso: Сергей Павлович Дягилев /sʲɪˈrgʲej ˈpavlovʲɪtɕ ˈdʲægʲɪlʲɪf/; Sélischi, óblast de Nóvgorod, 31 de marzo de 1872 - Venecia, 19 de agosto de 1929), conocido también como Serge, fue un empresario ruso fundador de los Ballets Rusos, una compañía de la que surgirían muchos bailarines y coreógrafos famosos.
Biografía
Diáguilev nació en Sélischi (gubérniya de Nóvgorod), Rusia, en una familia acaudalada y estudió leyes en la universidad. En la niñez vivía en la ciudad de Perm
donde trabajaba su padre. Hoy, en la casa donde vivió la familia de
Diáguilev, está situado el colegio que tiene su nombre. Hizo incursiones
en pintura, canto y música.
En 1905, organizó una exposición de retratos rusos en San Petersburgo, y el año siguiente montó una exposición de arte ruso en el Petit Palais de París. Este sería el inicio de una larga relación con Francia. En 1907 presentó cinco conciertos de música rusa en París, y en 1908 se encargó de la producción de Borís Godunov, en la Ópera de París, con Fiódor Chaliapin en el papel principal.
Esto conllevó a una nueva invitación para regresar el siguiente año
con ballet y ópera, y así fundar sus famosos Ballets Rusos. La compañía
incluía los mejores bailarines y bailarinas de Rusia, entre los cuales
se encontraban Anna Pávlova y Vaslav Nijinsky. Su primera presentación, el 19 de mayo de 1909, fue todo un éxito. En el futuro la compañía aglutinaría a figuras como George Balanchine, Tamara Karsávina, Olga Jojlova, Bronislava Nijinska y Vaslav Nijinsky entre otros.
Durante estos años las representaciones de Diáguilev incluían obras compuestas por Nikolái Rimsky-Kórsakov, tales como las óperas Pskovitiana (Pskovitianka,Maid of Pskov), Noche de mayo (May Night), y Gallito de oro (Zolotói petushok, The Golden Cockerel). Su adaptación de la suite orquestal Scheherazade, escenificada en 1910, encendió la ira de la viuda del compositor, Nadezhda Rímskaya-Kórsakova, quien protestó en sendas cartas abiertas dirigidas al empresario y publicadas por el diario Rec.
Diáguilev también encargó música para ballet de compositores de la talla de Claude Debussy (Jeux, 1913), Maurice Ravel (Daphnis et Chloé, 1912), Erik Satie (Parade, 1917), Richard Strauss (Josephs-Legende, 1914), Serguéi Prokófiev (Ala y Lolly, rechazada por Diáguilev y convertida posteriormente en la Scythian Suite, y Chout, 1915), Ottorino Respighi (La Boutique Fantasque, 1918), Francis Poulenc (Les Biches, 1923), Manuel de Falla con El Sombrero de Tres Picos, entre otros. Su coreógrafo Mijaíl Fokín también hizo adaptaciones de la música para ballet. Diáguilev también trabajó con el bailarín y profesor de ballet Leonid Miasin (Leonid Massine).
El director artístico de los Ballets Rusos fue Léon Bakst, que trabajaba en conexión con Diáguilev desde 1898, cuando el empresario y Alexandre Benois fundaron el grupo avant-garde Mir Iskusstva.
Juntos desarrollaron una forma de ballet complicada, con elementos
vistosos, que intentaba llamar la atención del público en general, y no
sólo de la aristocracia. El encanto exótico de los Ballets Rusos tuvo
efecto en los pintores fauvistas y el recién nacido estilo art déco.
Quizás el compositor que colaboró más notablemente con Diáguilev fue Ígor Stravinski. El empresario quedó impresionado con algunas de sus primeras obras orquestales, como Fireworks y Scherzo Fantastique, lo cual lo llevó a pedir a Stravinski arreglos sobre piezas de Chopin para sus ballets. En 1910, le encargó la composición de El pájaro de fuego, y luego Petrushka (1911) y La consagración de la primavera (1913), Pulcinella (1920) y Les Noces (1923).
Diáguilev produjo La bella durmiente del bosque de Chaikovski en Londres en 1921;
a pesar de tener una buena recepción por parte del público, no fue un
éxito financiero. Durante sus últimos años los Ballets Rusos fueron
considerados frecuentemente como algo demasiado intelectual, estilizado,
y en pocas ocasiones lograron el mismo éxito que en sus primeras
representaciones.
Diáguilev era abiertamente homosexual. Tuvo relaciones (a menudo tempestuosas) con Serge Lifar, Leonid Miasin, Antón Dolin, Borís Kojnó o Vaslav Nijinski (esta última fue la más conocida).
Murió en el Grand Hotel des Bains de Mer del Lido de Venecia en 1929 siendo enterrado en la cercana isla de San Michele. Tres semanas después, su hermanastro Valentín era ejecutado en el campo de trabajos de Solovkí, primer campo de concentración del Gulag.
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