La historia de China,
como cronología de una de las civilizaciones más antiguas del mundo con
continuidad hasta la actualidad, tiene sus orígenes en la cuenca del río Amarillo, donde surgieron las primeras dinastías Xia, Shang y Zhou.
La existencia de documentos escritos hace cerca de 3500 años han
permitido el desarrollo en China de una tradición historiográfica muy
precisa, que ofrece una narración continua desde las primeras dinastías
hasta la edad contemporánea. La cultura china, según el mito, se
inaugura con los tres emperadores originarios: Fuxi, Shennong y finalmente el Emperador Amarillo
Huang, este último considerado como el verdadero creador de la cultura.
Sin embargo, no existen registros históricos que demuestren la
existencia real de estas personalidades, las que de acuerdo con la
transmisión oral de generación en generación, habrían vivido hace unos
5000 a 6000 años.
La enorme extensión geográfica del estado actual de la República Popular China
hace que, inevitablemente, la historia de todo este territorio abarque,
en sentido amplio, a un gran número de pueblos y civilizaciones. Sin
embargo, el hilo conductor de la narración tradicional de la historia
china se centra, en un sentido más restringido, en el grupo étnico de
los chinos, y está íntimamente asociada a la evolución de la lengua china y su sistema de escritura basado en los caracteres.
Esta continuidad cultural y lingüística es la que permite establecer
una línea expositiva de la historia de la civilización china, que, tanto
desde los textos más antiguos del I milenio a. C., como desde los clásicos confucianos,
pasando por las grandes historias dinásticas promovidas por los
emperadores, ha continuado hasta el presente. Los descubrimientos arqueológicos del siglo XX, muy en especial los de los huesos oraculares,
que recogen las primeras manifestaciones escritas en lengua china han
contribuido en las últimas décadas a un conocimiento mucho más detallado
de los orígenes de la civilización china.
La narración tradicional china de la historia se basa en el llamado ciclo dinástico,
mediante el cual los acontecimientos históricos se explican como el
resultado de sucesivas dinastías de reyes y emperadores que pasan por
etapas alternas de auge y declive. Este modelo del ciclo dinástico ha
sido criticado por muchos autores
por dos razones fundamentales: En primer lugar, por su simplismo, ya
que el modelo adopta un patrón recurrente según el cual los primeros
emperadores son heroicos y virtuosos, mientras que los últimos son
débiles y corruptos. Esta visión está sin duda influida por la
interpretación de las propias dinastías reinantes, que encontraban en la
degradación de la dinastía precedente una legitimación de su propio
ascenso al poder. En segundo lugar, el modelo dinástico ha sido también
criticado por presentar una visión nacionalista artificial, pues lo que
en una interpretación alternativa podría verse como una sucesión de
diferentes estados y civilizaciones en un mismo territorio, aparece como
una mera alternancia de regímenes de gobierno en el marco imperturbable
de una entidad nacional única.
A pesar de estas críticas el modelo del ciclo dinástico permite ver
los acontecimientos históricos que han llevado a la formación de la
China actual como una estructura lineal de fácil comprensión, lo cual ha
mantenido su vigencia entre los historiadores hasta la actualidad. Otra
razón principal por la que el estudio de las dinastías y sus
emperadores ha sido fundamental entre los chinos en el análisis de su
propia historia es el sistema tradicional de datación de fechas, según
el cual cada emperador establecía sus periodos de reinado como marco
para contabilizar los años. Así, el año cristiano de 1700 se corresponde
según el sistema tradicional chino con el año 38 de la era Kangxi, mientras que el año 1750 sería el año 15 de la era Qianlong. Incluso hoy en día, en Taiwán el año 2007 se designa en contextos formales como año 96 de la República.
Este uso de las dinastías y sus emperadores para la propia datación de
los años ha hecho imprescindible el dominio de la cronología dinástica
en la tradición cultural china para adentrarse en el estudio de la
historia.
Paleolítico
El territorio que actualmente ocupa la República Popular China
ha estado poblado desde hace miles de años. Se han encontrado restos de
homínidos, que constituyen los antepasados más remotos del hombre. Así
lo demuestran los restos hallados pertenecientes al hombre de Renzidong, el hombre de Yuanmou, el hombre de Nihewan, el hombre de Lantian, el hombre de Nankín o el hombre de Pekín. Posteriormente surgirían otras culturas, como el hombre de Dali, el hombre de Maba, el hombre de Fujian o el hombre de Dingcun.
El Homo sapiens hace su aparición unos 40 000 años atrás. Hace alrededor de unos 10 000 años se empieza a cultivar arroz en el río Yangtsé y poco después mijo en la provincia de Henan. En el VIII milenio a. C., las culturas de la zona del valle del río Amarillo se hicieron sedentarias. Un milenio después comenzaría la domesticación de animales.
Paleolítico Tardío, es la cerámica más temprana del mundo (17 000 a. C.), cerámica porosidad, gruesa, cocida a baja temperatura. Durante el Pleistoceno Terminal las vasijas cerámicas fueron utilizadas para cocer mariscos y otros como el arroz. En China, la cerámica apareció por primera vez en cazadores recolectores con armas líticas.
Paleolítico Tardío, aparición de cerámica, los artefactos de borde
pulido y las piedras de molienda de comunidades de
cazadores-recolectores independientes entre sí. Esta tecnología no impacto en el asentamiento y subsistencia de las culturas del Paleolítico. No obstante dan cuenta de la incorporación de ciertos alimentos a la dieta Humana.
Holoceno (9000 a. C.), poblaciones de cazadores-recolectores se vuelven sedentarias. Alrededor de 9000 a 8000 a. C. se domestican animales, p. ej. perro. Los cazadores-recolectores incorporaron además productos como frutos secos y cereales. El sedentarismo no fue inmediato, se incrementó con el tiempo. Se sabe poco acerca de la movilidad logística que se desarrolló y que permitió el total sedentarismo. Solo hay patrones regionales de asentamiento y subsistencia.
Neolítico aldeano
Hasta hace unas pocas décadas atrás, en los círculos arqueológicos
chinos, el concepto de ‘neolítico’ era entendido como un conjunto de
innovaciones que consistían en agricultura, animales domesticados,
cerámica, tecnología de piqueteado, líticos y sedentarismo.
Se cree que esta compleja transformación revolucionaria ocurrió
alrededor de 7000 a 5000 a. C., sobre la base del registro arqueológico
previamente conocido.
Sin embargo, los descubrimientos recientes han demostrado que estos
rasgos neolíticos se desarrollaron de forma independiente durante un
lapso largo y sobre una amplia región.
Tomó más de dos milenios de evolución, más que una revolución —desde
las primeras apariciones de la cerámica (17 000 a. C.) durante el Último
Máximo Glacial— para llegar a la sociedad agrícola neolítica
completamente desarrollada (5000-3000 a. C.), en el Holoceno Medio.
Establecida la economía agrícola, se fundamenta la existencia y desarrollo de sociedades organizadas jerárquicamente.
Los procesos evolutivos, desde los sitios estacionales o
semi-permanentes en el Holoceno Temprano a los sistemas de asentamientos
organizados jerárquicamente en el Neolítico Tardío, no fueron
unilineales.
Los caminos hacia la complejidad social no siempre fueron claros o
tuvieron una sola dirección, sino que experimentaban ciclos de
desarrollo, deterioro y colapso.
Sin embargo, hubo rasgos comunes compartidos por muchas de estas
sociedades: el excedente agrícola fue esencial para formar un fundamento
económico para el surgimiento de la complejidad social, mientras que la
élite creó y mantuvo su autoridad política por medio del control del
poder ritual; de esta manera, la producción e intercambio de objetos
rituales de prestigio fueron decisivos para la formación de estatus
social y redes de élite.
En el Neolítico, hay varios desarrollos independientes en amplias
regiones por lapsos, así lo indican restos de cerámica, piedra pulida,
etc.
Durante el Pleistocenio Terminal, lo más desarrollado fue la cerámica y
los artefactos líticos con borde de desgaste producido por abrasión y
las piedras de molienda.
En el Neolítico, aldeas agrícolas establecidas hasta aprox. el
5000 a. C. La economía agrícola fue el cimiento de las sociedades
jerarquizadas con existencia de grupos de poder. Neolítico Medio y Tardío (5000-2000 a. C.) sociedades complejas en decadencia en China.
En el Neolítico Temprano las sociedades dependían, muy enfáticamente,
de los recursos alimenticios silvestres y, en particular, continuó la
recolección intensificada de frutos secos. Falta investigación para entender el Neolítico Temprano, p. ej. para determinar si existió arboricultura.
El Neolítico Medio se caracteriza por el desarrollo total de las aldeas agrícolas sedentaria. Aumento de la población y de sitios. Hay abundante evidencia que da cuenta del la complejidad social (p. ej. arquitectura de Hongshan).
Entre el VII y VI milenio a. C. surgen las culturas neolíticas, Peilikan y Cishan, precursoras de la cultura de Yangshao, que se fusionaría con la Dawenkou y la Hongshan para dar lugar a la cultura de Longshan, que marca el comienzo de la unidad territorial y política de la llanura del Norte de China.
Neolítico urbano
Hongshan
En la civilización Hongshan, grandes asentamientos, pero no hay certeza de entidad política de carácter centralizado.
Se aprecia segregación en función de los sitios hallados. Existencia de
arquitectura monumental, lo que da cuenta de la existencia de manos de
obra y actividad administrativa. También se observa especialización artesanal para la manufactura de bienes rituales, en especial el tallado del jade. La artesanía del Neolítico Temprano eran de dimensiones reducidas, uso doméstico. En el Periodo Hongshan, incrementaron su tamaño, uso ritual público.
Tales cambios sugieren representaciones rituales que pasaron por una
transformación desde el ámbito doméstico a las actividades integradas de
regional. 10 000-3000 a. C. colapso de cultura Hongshan, lo que coincide con deterioro climático (disminución de precipitaciones).
El colapso también se explica por la sobreexplotación de la tierra, la
construcción de arquitectura rituales y actividades precipitadas
utilizadas como estrategia política ante eventuales amenazas externas.
Longsan
Neolítico Tardío (3000-2000 a. C.) ascenso y caída de sociedades complejas. Durante el tercer milenio a. C., la agricultura intensiva superando la
extensión de los ríos Amarillo y Yangzi, su población es mayor, y hay
registros que dan cuenta de mayor complejidad social. Soceiades jerarquizadas, intercambio de bienes de prestigio y guerra.
Cultura de Longsan, tres niveles de jerarquía expresadas en el sitio
de taotsi: fue el centro económico, político y religioso más importante
de la región, se ocupaba de la producción artesanal y fue testigo del
surgimiento de los grupos de élite. La estructura circundante de tierra apisonada fue destruida, al parecer por agitación social del periodo.
Liangzhu
La cultura Liangzhu (3300-2000 a. C.) Esta cultura se concentra en el área del lago Ta. Abundantes hallazgos, abundancia de artefactos de jade colocados en los entierros. Taosi y Liangzhu representan las sociedades complejas más desarrolladas durante el tercer milenio a. C. en China. Sistemas políticos estratificadas y con acumulación de poder y permanencia en el tiempo.
Fin del Periodo Neolítico; Disminución del número de sitios y el
abandono de centros regionales fueron un fenómeno común en el paisaje a
lo largo de los valles de los ríos Amarillo y Yangzi.
Inicio de la civilización de la Era del Bronce en China; ascenso Estado
erlitou (1900-1500 a. C.), que tuvo su centro en la cuenca del Yiluo,
en la parte occidental de Henan (Liu y Chen 2003) fecha coincidente con
el gran diluvio.
En el II milenio a. C., el pueblo de Hua-Hsia, cuyo nombre proviene de la montaña Hua (actualmente denominada Montaña Sung) y el río Hsia (actualmente denominado Río Han),
fue el pueblo inventor de varios elementos de la civilización, como la
ropa, la preparación de los alimentos, el matrimonio, y un sistema de
gobierno, elevando la complejidad cultural de China hasta la fundación
de la nación Chung-Hua, asimilando varias aldeas esparcidas al este de
la Cordillera del Pamir por los valles de los ríos Hwang-ho, Huai, Yangtze, Amur, y Perla, conformando todos éstos pueblos el núcleo principal de la población china.
Periodo de los Tres Augustos y Cinco Emperadores
Era mitológica que, según las fuentes historiográficas chinas, precedió a la formación de Dinastía Xia. Es posible que tras esta leyenda haya personajes reales, aunque las fuentes chinas no se ponen de acuerdo en su identidad.
Era Antigua
Dinastía Xia
La dinastía Xia, que según las crónicas chinas habría durado del
siglo XXI a. C. al siglo XVI a. C., está considerada la primera dinastía
en la historia china. Las memorias históricas de Sima Qian recogen los
nombres de los 17 reyes de esta dinastía. Fue seguida por la dinastía
Shang y, según el relato de Sima Qian, precedida por el periodo
legendario de los tres dioses y cinco emperadores.
El carácter de esta dinastía forma parte del nombre de la región
china actual de Ningxia, y aparece también en el nombre poético de China
Huáxià.
Dinastía Shang
La Dinastía Shang (1766-1046 a. C.), también conocida como Dinastía
Yin, es la segunda dinastía en la historia de China y la primera cuya
existencia histórica está documentada. Su extensión territorial abarcaba
el valle del río Amarillo.
Dinastía Zhou
La dinastía Zhou (chino: 周, pinyin: Zhōu, Wade-Giles: Chou) fue una dinastía china que gobernó entre alrededor de 1050 a. C. y 256 a. C. Es la tercera dinastía china en la historia tradicional, y la segunda, tras la dinastía Shang,
de la que existe constancia por fuentes escritas de su época.
Florecieron artes y técnicas ornamentales, que manifestaron, como en
muchas culturas mesoamericanas y europeas, el deseo de los hombres de
comunicarse con los inmortales. La dinastía Zhou fue la última de las
dinastías de reyes anteriores a las dinastías imperiales. En esta época
vivieron los grandes pensadores chinos de la antigüedad, como Confucio, y se inició la literatura china clásica.
Periodo de las Primaveras y los Otoños
El periodo de las Primaveras y Otoños (chino tradicional: 春秋時代, chino simplificado: 春秋时代, pinyin: Chūn qiū shí dài) representó una era en la historia china entre el 722 a. C. y el 481 a. C. Este periodo toma su nombre de los Anales de primavera y otoño, una crónica del periodo cuya autoría se atribuía tradicionalmente a Confucio.
Durante el periodo de las Primaveras y Otoños, el poder se
descentralizó. Este periodo estuvo plagado de batallas y las anexiones
de unos 170 pequeños estados. El lento progreso de la nobleza resultó en
un aumento en la alfabetización; el incremento en la alfabetización
animó la libertad de pensamiento y el avance tecnológico.
Periodo de los Reinos Combatientes
El periodo de los Reinos Combatientes (chino tradicional: 戰國時代, chino simplificado: 战国时代, pinyin: Zhànguó Shídài) tuvo lugar en la franja de tiempo que comenzó en algún punto del siglo V a. C. y que acabó en la unificación de China por la dinastía Qin en el 221 a. C. Normalmente es considerado como la segunda parte de la dinastía Zhou oriental, siguiendo al periodo de las Primaveras y Otoños.
Al igual que en este último, el rey de Zhou actuó meramente como un
emperador títere. El nombre de periodo de los Reinos Combatientes
proviene del Registro de los Reinos Combatientes compilado en los primeros años de la dinastía Han. La fecha del comienzo del periodo de los Reinos Combatientes esta en disputa. Mientras frecuentemente se cita el 475 a. C. como dicha fecha, siguiendo al periodo de las Primaveras y Otoños, en otras ocasiones se menciona el 403 a. C., la fecha de la tripartición del estado de Jin, como el comienzo de este periodo.
Era Imperial
Dinastía Qin
Qin Shi Huang, fundador de la Dinastía Qin. |
El rey de los Qin funda una nueva dinastía y toma para sí el nuevo nombre de 皇帝 (huángdì),
de connotaciones religiosas, que traducimos al español por "emperador".
A partir de este momento histórico, todos los monarcas chinos
posteriores utilizarán este título, abandonando la denominación de
"reyes" (王 wáng). El nuevo emperador se hizo llamar 始皇帝 Shǐ Huángdì
("primer emperador"), viéndose a sí mismo como el primero de lo que
esperaba fuera una larga dinastía de emperadores. Es la primera dinastía
de una China reunificada y mucho más grande que la gobernada por los
Zhou. Hoy en día los chinos lo llaman más frecuentemente Qin Shi Huang ("Primer Emperador Qin"). Con él surge, por primera vez en la historia, un estado chino fuerte, centralizado y unificado.
El Estado Qin llevó a cabo una labor intensa de unificación de
normas: Se unificaron las pesas y las medidas, así como el sistema de
escritura. Se ordenó la tristemente célebre quema de libros, en la que
se destruyeron escritos que no se ajustaban al modelo religioso y social
del nuevo imperio. Construyó enormes palacios en Xianyang para
convertir a sus antiguos enemigos en cortesanos, unificó los fragmentos
de muralla construidos durante los siglos anteriores en la Gran Muralla,
también inició la construcción de su mausoleo, los famosos Guerreros de Terracota.
A pesar del éxito militar de la unificación, las características del
estado Qin hicieron su supervivencia inviable, y éste se vino abajo tras
la muerte de Qin Shi Huang. Su crueldad y los numerosos trabajos que
impuso al pueblo sembraron el descontento; tras su muerte en 209 a. C.,
los rebeldes aprovecharon el reinado de su débil hijo Èrshì Huángdì
("Emperador Segundo"), para acabar con la dinastía Qin y arrasar su
capital, Xianyang. En 206 a. C., Liu Bang, que dirigía la rebelión militar contra el ejército Qin, se proclama emperador, fundando una nueva dinastía: los Han.
Dinastía Han
Liu Bang estableció una nueva dinastía, la Han. China prosperó con
rapidez, la agricultura, la industria y el comercio florecieron.
El general Zhang Qian fue enviado a las regiones del Oeste a buscar
los caballos necesarios para las continuas guerras contra los hunos,
a su vuelta se inauguró la Ruta de la Seda, las sedas chinas se vendían
muy bien en esas tierras, de las que llegaban productos hasta entonces
desconocidos. Se inventa el papel, lo que ayuda a promover la educación,
el sismógrafo y numerosas técnicas nuevas que revolucionan el país.
Los ideales que contribuyeron a levantar la dinastía van
desapareciendo, el pueblo que se encontraba disgustado va aumentando su
rechazo al régimen y surgen revoluciones en distintos puntos del país;
como la de los "Leñadores Verdes" y los "Cejas Rojas", que obligan a
trasladar la capital desde Xi'an a Louyang en el año 25. Y la de los Turbantes Amarillos, en el año 184, acabará por poner fin a la dinastía.
La dinastía Han se divide en dos periodos: Han occidentales, que tuvieron su capital en Chang'an,
y los Han orientales, que mantuvieron un control menos efectivo sobre
el territorio, y tuvieron que desplazar la corte al este, cerca de la
actual Luoyang.
Entre ambos periodos, la dinastía Han se vio interrumpida brevemente por el "usurpador" por excelencia de la historia china, Wang Mang, que instauró su propia dinastía Xin e intentó organizar un estado basado en el pensamiento confuciano.
El periodo Han Occidental fue un periodo de prosperidad económica y cultural, especialmente durante el reinado del emperador Wu (Han Wudi, en chino), que derrotó al pueblo nómada Xiongnu, y abrió rutas comerciales con Asia Central e India, en particular la Ruta de la Seda,
la cual, al intensificar los contactos entre China y otros pueblos
asiáticos, hizo posible la entrada del budismo en China. Durante el
reinado del emperador Wu, el gran historiador chino Sima Qian completó las Memorias Históricas, obra comenzada por su padre, Sima Tan, en la que se narra toda la historia china hasta aquel momento.
Período de los Tres Reinos
Es el período en que China se halla dividida tras la caída de la
dinastía Han y por las luchas que se extienden por el país. Brevemente
se unifica bajo los Jin del Este, para nuevamente ser dividida en numerosas dinastías de breve reinado. Se destaca la dinastía Wei
del Norte (386-534), fundada por los Tuoba, un pueblo de la familia de
los Hunos, que desde las capitales Datong y luego en Luoyang dan un
impulso al establecimiento del budismo. En este período se inició la
construcción de las majestuosas cuevas de Yunggan, Longmen y Mogao.
La autoridad de Cao Cao en Luoyang, donde el poder nominal aún
residía en el emperador Xian, le enfrentó a sus dos rivales militares Liu Bei y Sun Quan. Tras la Batalla de los Acantilados Rojos, en el año 208, en que estos derrotaron a las tropas de Cao Cao, el imperio quedó dividido en tres. En el año 220, tras la muerte de Cao Cao, su hijo Cao Pi
derrocó al último emperador Han y se proclamó emperador en Luoyang de
la nueva dinastía Wei. Liu Bei no aceptó la legitimidad de la nueva
dinastía y en 221 se autoproclamó continuador de la dinastía Han en Chengdu, en el estado de Shu, actual provincia de Sichuan. Del mismo modo, Sun Quan, desde su base de poder en el bajo Yangzi, tras fracasar en los intentos de alcanzar un acuerdo con Cao Pi, fundó el Reino de Wu en 222, y unos años después, en 229,
se proclamó emperador. De este modo, China quedó dividida en tres
reinos, Wei, Shu-Han y Wu, que se disputaban la legitimidad de la
continuidad de los Han.
Dinastía Jin
La reunificación de China se produjo bajo la dinastía Jin, que puede dividirse en dos etapas: los Jin Occidentales (265-316), que consiguieron unificar China, y los Jin Orientales (317-420), que continuaron gobernando el sur de China.
En el año 263, las tropas de Wei conquistaban el estado de Shu, con lo que los tres reinos se convirtieron en dos. En 265, Sima Yan, de la prestigiosa familia Sima,
descendientes de Sima Qian, derrocó al emperador Wei, acabando con el
poder de la familia Cao, e instauró la dinastía Jin. En el año 280, los Jin conquistaron el reino de Wu, con lo que consiguieron reunificar bajo la nueva dinastía el antiguo imperio Han.
Esta unificación no duraría mucho tiempo. La corte Jin en Luoyang se
veía amenazada por los pueblos nómadas del norte que habían formado
varios estados y gozaban de una larga tradición militar. Estos estados
del norte acabarían conquistando las capitales; Luoyang en el año 311, y Chang'an en 316.
Así, el estado Jin desapareció del norte de China, que pasó a estar
dividido en dieciséis reinos. La conquista del norte por parte de los
pueblos nómadas o seminómadas provocó un importante éxodo de población
hacia el sur. La corte Jin se reconstituyó en la ciudad sureña de
Jiankang, cerca de la actual Nankín, donde seguiría gobernando hasta el año 420.
Dieciséis Reinos
Los historiadores chinos han dado el nombre de "periodo de los Dieciséis Reinos" a la época comprendida entre los años 304 y 439,
durante la cual el norte de China atravesó una etapa de fragmentación
política y de caos. Estos dieciséis reinos habían sido formados por
pueblos de etnia no china.
Dinastías Meridionales y Septentrionales
Precisamente sería otro pueblo de etnia no china, los tuoba,
los que consiguieran unificar el norte de China al derrotar a todos
estos pequeños estados y proclamar la dinastía Wei del Norte en el año 440.
Con la unificación del norte, China queda dividida en dos estados: Uno
en el norte, en el que se sucederán las llamadas dinastías
septentrionales: Wei del Norte, Wei del Este, Wei del Oeste, Qi del Norte y Zhou del Norte; y otro en el sur, en el que, al ser derrocado el último emperador Jin en 420, se sucedieron cuatro dinastías en la corte de Jiankang: los Song, Qi, Liang y Chen.
Dinastía Sui
En el año 581 Yang Jian,
general del ejército de la dinastía Zhou del Norte, se hizo con el
poder y proclamó una nueva dinastía: los Sui. Ocho años después, en 589, la dinastía Sui derrotaba a la débil dinastía Chen del sur, con lo que conseguía la reunificación del sur y el norte.
Tras la reunificación, se inició una etapa de reformas
institucionales y de consolidación del poder central. En esta época se
construyó el Gran Canal y se amplió la Gran Muralla China. También fue una época de promoción del budismo. En el año 604, Yang Guang
sucedió a su padre en el trono. Tras una serie de reveses militares en
las regiones fronterizas, se produjeron insurgencias militares. El
segundo emperador Sui moría asesinado en el año 617.
Se intenta mejorar con reformas la situación del pueblo, pero son
traicionadas por su hijo, desencadenándose una sucesión de guerras
campesinas, que finalizan con la toma del poder por Li Yuan, en el año
618, que funda la dinastía Tang, con capital en Xi'an.
Dinastía Tang
En efecto, en el año 618, un año después de la muerte del último emperador Sui, el militar Li Yuan asumía el poder como emperador Gaozu de la nueva dinastía Tang. En el año 624, su hijo, tras haber matado a dos de sus hermanos frente a la puerta de Xuanwu en Chang'an, le obligaba a abdicar, convirtiéndose en el segundo emperador Tang, Taizong.
Tras la muerte violenta del primer heredero al trono, un segundo hijo
del emperador fue nombrado heredero, y subiría al trono como emperador Gaozong en 649.
Durante el reinado de Taizong, una de sus concubinas, que había sido
anteriormente concubina de su padre, alcanzaría un gran poder de
influencia hasta el punto en que finalmente, después de seguir
gobernando desde la sombra bajo el reinado de dos de sus hijos, ella
misma se convertiría en emperatriz.
Así, tras derrocar a su propio hijo, el emperador Zhongzong, la Emperatriz Wu
se convirtió en la primera y única mujer que gobernaría China en toda
su historia. Al subir al trono, proclamó una nueva dinastía Zhou.
El reinado de la emperatriz Wu estaría marcado por su intento de
legitimar su poder, cuestionado por muchos que veían una vulneración de
las normas confucianas en la presencia de una mujer en el trono
imperial. La emperatriz patrocinó el budismo y, en especial, formas de
éste que daban legitimidad a su poder.
En el año 705,
la emperatriz Wu, que, según las crónicas existentes, tenía ya 80 años
de edad, fue derrocada y su hijo el emperador Zhongzong retomó el poder,
restaurando la dinastía Tang. Tras varios años de luchas internas, el
emperador Xuanzong consolidaría el poder de la dinastía.
A pesar de todas estas luchas por el poder que se sucedieron en estos
años, esta primera parte de la dinastía Tang fue una época de esplendor
cultural y en la que el imperio dominaba grandes extensiones de
terreno, incluso partes de Asia Central, en la actual Región Autónoma de
Xinjiang,
que no volverían a estar controladas por un emperador chino hasta la
última dinastía Qing. En la visión tradicional china, la dinastía Tang
representa una de las épocas gloriosas de China.
Sin embargo, esta época de esplendor tendría su fin al final del
reinado de Xuanzong. A pesar de la aparente fortaleza del imperio, el
general de origen centroasiático An Lushan dirigiría uno de los mayores intentos de rebelión de la historia china: La Rebelión de An Lushan, que sacudiría los cimientos del estado chino en el año 755.
A pesar de que el estado, en manos del nuevo emperador Suzong logró finalmente sofocar la rebelión en el año 763, las consecuencias se sentirían en los siguientes siglos.
La pérdida de poder efectivo por parte del estado, que para acabar
con la rebelión había tenido que hacer concesiones a militares y a
pueblos fronterizos, como los uigures y los tibetanos,
hizo que el control efectivo sobre los recursos del territorio se
redujera de una manera drástica. El modelo de estado centralizado y
fuerte que habían implantado los Tang se vino abajo, y no volvería a
existir un estado fuerte y centralizado hasta la proclamación de la
República Popular China en el siglo XX.
Mucho más debilitada, la dinastía Tang se mantendría en el poder en Chang'an hasta principios del siglo X.
En el año 904, el dirigente militar Zhu Wen lanzó un ataque contra Chang'an, destruyendo la ciudad y haciendo matar a la corte del emperador. Finalmente, en 907
Zhu Wen hizo matar al último emperador Tang y proclamó una nueva
dinastía: la dinastía Liang, con capitales en las ciudades de Luoyang y Kaifeng.
Periodo de las Cinco Dinastías y los Diez Reinos
Tras el fin de la dinastía Tang, con la fundación de la dinastía
Liang en el norte de China, se inicia una etapa de inestabilidad que
vería sucederse cinco dinastías breves en el norte de China (dinastía Liang posterior, dinastía Tang posterior, dinastía Jin posterior, dinastía Han posterior y dinastía Zhou posterior), mientras que en el sur aparecieron diez reinos independientes. A esta época, de 907 a 960,
los historiadores chinos la conocen como "periodo de las Cinco
Dinastías y los Diez Reinos", o simplemente "de las Cinco Dinastías".
Las Cinco Dinastías (Wu Dai) y los Diez Estados (Shi Guo), hacen
referencia a los reinos formados tanto en el norte, Wu Dai, como en el
sur, Shi Guo. La historiografía china ignora el sur, denominando este
período sólo por las casas reinantes del norte: Liang, Tang, Jin, Han y
Zhou, que conforman las Cinco Dinastías. Es a partir de la caída de la
dinastía Tang cuando se inició un movimiento basculante, en el que el
sur va a sustituir al norte desde un punto de vista no sólo económico
sino también político y artístico. El norte, amenazado eternamente por
las invasiones, llevó a sus habitantes al sur de Yangzi, donde se
sentían protegidos de los bárbaros y donde pudieron desarrollarse
económicamente a través de la agricultura o el comercio. Entre los
pueblos invasores los kitanes se impusieron sobre el resto e
instauración la dinastía Liao (907-1125). Se extendieron geográficamente
desde la actual Manchuria a la provincia de Hebei, conquistando la
ciudad de Yu (hoy, Pekín); su poder fue muy grande, eso le permitió
exigir un tributo a la dinastía Jin (936-943) y continuar sus conquistas
hacia el sur. Junto a los kitanes, con una menor fuerza y presencia, se
estableció un pueblo procedente del Tíbet, los Shato, que por medio de
su poderío militar impusieron sus formas de gobierno y costumbres a los
Han, residiendo su valor en su poderío militar, en vez de en la razón y
la fuerza de su cultura. Mientras en el norte se fueron creando
estructuras políticas más o menos sólidas que daban entrever la
posibilidad de una reunificación, los Diez Estados del Sur (Shi Guo) se
debilitaron por pequeñas guerras de conquista, facilitando la invasión
de los reinos del norte.
En el año 960, Chao Kuangyin (Emperador Daizu, 960-976), inició el
proceso de unificación del país, inaugurando una nueva dinastía, la
Song.
Dinastía Song
En el año 960, el militar de la dinastía Zhou del Norte Zhao Kuangyin fundaba la dinastía Song,
continuación de las cinco dinastías que se sucedieron en el norte tras
la caída de los Tang. Esta dinastía, que estableció su capital en Kaifeng, consiguió conquistar los reinos del sur y reunificar gran parte del territorio que había estado bajo soberanía Tang.
Durante la dinastía Song se produjo un gran desarrollo del comercio.
Se generaliza el uso de dinero, y aumenta de manera espectacular el
movimiento de personas y mercancías dentro del país. Este aumento del
comercio lleva a la aparición de grandes ciudades.
Durante el periodo Song, se sucedieron tres estados importantes formados por pueblos de etnia no china en el norte. Los kitán (o khitan) fundarían la dinastía Liao en el noreste. En el noroeste, en las actuales regiones de Gansu y Ningxia, los tangut fundan la dinastía Xia Occidental. El tercero de estos estados, y el más importante, sería la dinastía Jin, fundada por los yurchen (o jürchen), que llegaría a conquistar el norte de China, obligando a los Song a huir al sur en el año 1127.
Estos tres estados adoptaron el modelo dinástico chino, por lo que la
historiografía tradicional china los incluye en los listados de
dinastías.
El periodo Song se pude dividir en dos partes: "Song del Norte", hasta 1127, cuando la dinastía controlaba la parte principal del territorio histórico de China, y "Song del Sur", de 1127 a 1279, periodo durante el cual la corte Song hubo de refugiarse en el sur, estableciendo la capital en la actual Hangzhou,
después de su derrota frente a los Jin. Desde el sur, los Song
mantenían el objetivo de reconquistar el norte, pero nunca pudieron
hacer frente a la superioridad militar de los pueblos altaicos.
La reunificación de China se produciría, paradójicamente, gracias a
la conquista del territorio chino por otro pueblo extranjero procedente
del norte: los mongoles.
Por razones de política exterior tuvo dos capitales, la primera de
ellas fue Pian (hoy Kaifeng) en la provincia de Henan, donde la dinastía
Song del Norte reinó del 960 a 1127. Por el avance de los kitanes y de
los mongoles hacia el sur se aconsejó trasladar la capital a Linan (hoy
Hangzhou) en la provincia de Zhejiang, iniciándose un segundo período
denominado Song del Sur (1127-1279).
Durante la dinastía Song surgió el renacimiento intelectual y
artístico Song, debido al desarrollo del comercio interno y externo, así
como medidas políticas encauzadas hacia la coexistencia con los pueblos
del norte mediante el pago de tributos.
El ministro del emperador Shenzhong (1068-1085) Wang Anshi
(1021-1086), fue quien desarrolló estas reformas con el (Memorándum de
las diez mil palabras) o la articulación del cambio social adecuado a
los nuevos tiempos.
Existía una ausencia de movilidad social, por el asentamiento de una
clase ilustrada (Shih) sobre el rígido sistema de exámenes, esta fue una
de las causas por las que las innovaciones tecnológicas y económicas no
constituyeron el motor del cambio social, como si sucedió en Europa.
Wang Anshi, con sus reformas políticas y económicas, intentó dotar a la
clase mercantil (shang) de suficiente poder con el fin de poder
contrarrestar la falta de movimiento de los Shih, por eso es que
introdujo en las materias de examen al Estado el conocimiento técnico y
científico, ignorados hasta esa época. Favoreció también el desarrollo
del papel moneda y las letras de cambio, con el fin de agilizar el
comercio entre las diferentes regiones, así como proteger a los pequeños
propietarios y campesinos equilibrando la presión fiscal. Desarrolló el
sistema de graneros, como despensa del Estado. El desarrollo de las
comunicaciones interiores y la navegación favorecieron el desarrollo
económico, pero no fueron eficaces para frenar el avance militar de los
pueblos del norte.
En el año 1127, tras la captura del emperador Huizong y de la
emperatriz regente, la corte huyó a la ciudad de Nankín y de ahí a
Hangzhou, donde se estableció provisionalmente. La ciudad de Hangzhou se
convirtió gracias a la dinastía Song en una ciudad rica y en la más
poblada del mundo, con un modo de vida absolutamente diferente al del
norte, debido al desarrollo de su economía monetaria y de la exportación
del té y la porcelana.
La dinastía finalizó con la victoria militar de los mongoles y el inicio de la dinastía Yuan.
Dinastía Yuan
Los mongoles, pueblo nómada del norte de lengua altaica, llegarían a
establecer uno de los mayores imperios de la historia de la humanidad.
Bajo su gran líder Gengis Kan, las conquistas mongolas llegaron a unir bajo su imperio territorios tan distantes como Europa Oriental, Irán y China. El propio Gengis Kan logró la conquista de los Xia occidentales, mientras que su hijo Ogodei, el segundo Gran Kan, derrotó a los Jin en 1234.
El Imperio mongol había sido dividido en cuatro partes. Una de ellas,
el Gran Kanato, ocupó gran parte del territorio de las actuales China y
Mongolia. En el año 1271 el Gran Kan Kublai fundó una dinastía al estilo chino, bajo el nombre Yuan, con capital en Pekín.
Kublai Kan, ya como emperador Yuan, derrotó definitivamente a la dinastía Song del Sur en la batalla de Yamen en 1279.
Los emperadores mongoles tuvieron que enfrentarse a la difícil tarea
de gobernar una sociedad muy diferente de la suya. Clasificaron a la
población en varias categorías étnicas y, tras un periodo de
interrupción, reanudaron los exámenes imperiales para captar
funcionarios para la administración.
El periodo Yuan estuvo marcado por una gran inestabilidad social,
situación agravada por desastres naturales, como las inundaciones en el
valle del río Amarillo, que provocaron hambrunas, y también por la epidemia de peste, que afectó a una gran parte del territorio.
Dinastía Ming
El desorden social del final de la dinastía Yuan provocó numerosas
rebeliones contra los mongoles. Un líder rebelde de origen humilde, Zhu Yuanzhang, funda la dinastía Ming en 1368, estableciendo la capital en Nankín.
A Zhu Yuanzhang, el emperador Hongwu, le sucederá, tras una breve guerra civil, su hijo el emperador Yongle, que trasladará la capital a Pekín.
El emperador Hongwu
de la Dinastía Ming, murió a la edad de 71 años, sobrevivió a la muerte
de la emperatriz y de su hijo y heredero por cinco años. Docenas de concubinas
fueron quemadas vivas en su funeral y enterradas con él; la tumba está
en el sector norte de la Montaña Morada (Montaña Morada de Oro) en Nankín, China, la construcción de la misma comenzó en el año 1381 y terminó en 1405.
Durante el reinado de Yongle, China se convertiría en la primera
potencia marítima del mundo, como evidencian los siete viajes de Zheng He
al sur de Asia y África. Sin embargo, estos viajes no tendrían
continuidad. Probablemente por el coste que éstos habían supuesto para
las arcas del Estado, China abandonó su flota y renunció a continuar las
expediciones marinas.
En el ámbito económico, durante el periodo Ming cae en desuso el papel moneda, debido a los problemas de inflación que generaba, y se empieza a utilizar la plata.
A pesar de que los Ming habían prohibido el comercio con extranjeros,
la escasez de plata en China hace que surjan numerosos contactos
comerciales con Japón y, más adelante, con los portugueses, establecidos en Macao desde mediados del siglo XVI, y con los españoles, que transportaban plata de América a Filipinas.
Dinastía Qing
En el año 1644, la dinastía Qing, procedente de Manchuria, conquista Pekín.
En China, la dinastía Qing ha sido considerada una dinastía opresora.
Los manchúes impusieron su estilo de peinado y su forma de vestir a la
población china, y la lengua manchú se utilizaba para los asuntos más importantes en la corte, dominada por la clase dirigente de origen manchú.
La dinastía Qing consolidaría la expansión territorial de China, incorporando al imperio Taiwán, Tíbet, Xinjiang y Mongolia.
A pesar de la fortaleza militar del imperio Qing, se sucedieron las
rebeliones contra éste. La más importante de las rebeliones antimanchúes
fue la Rebelión Taiping, que causaría millones de muertos entre 1851 y 1864.
A lo largo del siglo XIX se sucedieron las disputas comerciales con las potencias occidentales, que dieron lugar a la Primera Guerra del Opio, que enfrentó a China con el Reino Unido entre 1839 y 1842, y a la Segunda Guerra del Opio, entre 1856 y 1860, en la que una alianza franco-británica tomó la ciudad de Cantón. El resultado de estas guerras fue la firma de los tratados de Nankín y de Tianjin, por los que el Reino Unido consiguió la soberanía sobre parte del actual territorio de Hong Kong, además de derechos comerciales y de navegación para las potencias occidentales.
En las últimas décadas de la dinastía Qing, bajo el mando de la poderosa Emperatriz Regente Cixi
continuaron los conflictos con las potencias extranjeras por disputas
comerciales. Además, la rivalidad con Japón por la influencia sobre Corea provocó la guerra chino-japonesa entre 1894 y 1895. Tras la derrota china en esta guerra, se firma el Tratado de Shimonoseki, por el que China reconocía la independencia de Corea, que pasaba a estar bajo influencia japonesa, y cedía Taiwán a Japón.
La derrota frente a Japón hizo crecer el desprestigio de la dinastía
Qing. El descontento con el gobierno imperial manchú se manifestó en la
aparición de numerosos movimientos revolucionarios que pedían la
formación de una república.
Era Moderna
República de China
El 10 de octubre de 1911 se produce el Levantamiento de Wuchang, rebelión contra la dinastía Qing en la actual ciudad de Wuhan, que provoca la Revolución de Xinhai, que acabará con el derrocamiento definitivo del último emperador Qing, Puyi, en 1912.
El líder revolucionario chino Sun Yat-sen, al tener noticia del levantamiento de Wuchang, vuelve a China desde Estados Unidos.
Aunque Sun llega a ser nombrado Presidente de la República de China, el
país se encuentra dividido, dominado por dirigentes locales, y llega a
un acuerdo con el destacado militar Yuan Shikai, que controlaba los restos del ejército Qing en el norte, para que éste sea presidente.
La ambición de Yuan Shikai, que llegaría a autoproclamarse emperador en 1915,
hace crecer la oposición a éste. China se encontraba aún dividida, y
Sun Yat-sen vuelve del exilio para instalarse en Cantón, desde donde
dirige el Kuomintang, el partido político que él había fundado. En Cantón, Sun Yat-sen funda la Academia Militar de Whampoa, en la que se formará el ejército que, bajo el mando de Chiang Kai-shek, sucesor de Sun Yat-sen al frente del Kuomintang, conseguirá conquistar gran parte de China y establecer en Nankín la capital de la República de China, cumpliendo la ambición de Sun Yat-sen.
Chiang Kai-shek se convierte en presidente de la República y, desde
el principio, tendrá que enfrentarse a dos problemas. Por un lado, el Partido Comunista Chino,
a pesar de varios periodos de colaboración con el Kuomintang, lucha por
establecer un régimen comunista. Por otro lado, el imperialismo japonés
presiona a China. En 1931 Japón conquista Manchuria, y establece allí el estado títere de Manchukuo. En 1937 el ejército japonés inicia una invasión a China.
Durante la invasión japonesa, el gobierno de Chiang Kai-shek abandona la capital Nankín, ocupada por Japón, y se repliega al interior, estableciéndose en la ciudad de Chongqing.
Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, Japón abandona sus conquistas en Asia, y China recupera Manchuria y Taiwán.
Cuando parecía que el gobierno de Chiang Kai-shek podría ya lograr
consolidar la estabilidad de la república, el partido comunista organizó
una rebelión armada contra el Kuomintang. Éste se convierte en una
guerra civil total a partir de 1947.
En contra de las previsiones, los comunistas logran vencer al ejército de la República. El gobierno del Kuomintang,
junto a parte del ejército y muchos de sus simpatizantes, se va a
Taiwán, desde donde confiaba en poder reconquistar el continente. Esta
situación, sin embargo, acabaría manteniéndose y la República de China continúa existiendo en la actualidad en la isla de Taiwán.
Para más info sobre la cultura y el país: http://www.cnto.org.es/Contacte_con_Nosotros.html
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